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miércoles, 21 de febrero de 2024

Personas que alegran el alma


En el rincón del alma, donde la luz resplandece,
donde la esperanza danza y el corazón florece,
hay personas que emergen como soles brillantes,
tejiendo alegría en los hilos más vibrantes.

Son risas que pintan arcoíris en el cielo,
y abrazos que alivian cualquier desvelo.
Con palabras suaves como pétalos de flor,
te regalan sonrisas que perduran en el amor.

Atravesando tormentas, como faros en la bruma,
son las almas que iluminan con su luz de luna.
donando calma en días nublados y grises,
son espejos que reflejan los más bellos matices.

En sus abrazos encuentras refugio seguro,
en sus miradas hallas un sincero augurio.
Son tesoros vivientes, joyas del andar,
que hacen que la vida valga la pena abrazar.

Con sus gestos sencillos, llenan de alegría,
como melodías que en el viento se deslizan.
Amanecer junto a ellos es un regalo divino,
pues hacen que el mundo tenga un brillo genuino.

Oh, personas que dan sentido a la existencia,
con cada risa, cada gesto, cada presencia.
Sois la melodía que endulza mi vivir,
a vosotros, eterna gratitud quiero transmitir.





sábado, 27 de enero de 2024

Ante el espejo



Ante el espejo de la vida me detengo,
reflejo de días que se van desvaneciendo.
En el cristal del tiempo, se dibuja mi historia,
un lienzo de momentos, de risas y de gloria.

En la superficie, se reflejan mis sueños,
como estrellas que brillan en cielos risueños.
Mis ojos, testigos de risas y llanto,
refugian secretos, guardan un encanto.

Las arrugas cuentan capítulos vividos,
historias grabadas en surcos, compartidas.
El cabello, testigo del paso implacable,
testimonio silente de un viaje inquebrantable.

Ante el espejo, veo la verdad desnuda,
la esencia del alma, la luz que se escuda.
Los años tallan la piel, pero no el espíritu,
la llama interior que persiste infinita.

En la penumbra de la nostalgia se asoma,
la imagen que soy, la que el tiempo reforma.
Pero en el reflejo, encuentro fortaleza,
resiliencia que surge con cada travesía.

Ante el espejo, no solo veo mi reflejo,
sino la evolución de un ser complejo.
Soy el poema que la vida escribe,
con versos de amor, con letras que vibran.

En cada arruga, un relato se esconde,
en cada línea, la verdad responde.
Ante el espejo, acepto mi ser completo,
un poema en constante crecimiento.







 

jueves, 3 de agosto de 2023

Una tarde en el jardín



En el jardín de sueños y colores,
Una tarde de encanto y fragancias,
El sol dorado entre las ramas se posa,
Pintando el cielo con cálidas lanzas.

Las flores despiertan en danza suave,
Mecidas por la brisa juguetona,
Sus pétalos lucen como gemas suaves,
Bailando al compás de la melodía entonada.

Un banco de piedra invita al reposo,
Bajo la sombra de un antiguo roble,
Donde el tiempo se torna hermoso,
Y el mundo exterior se vuelve envidioso.

Mariposas revolotean con gracia,
Libando el néctar de la vida misma,
Mientras aves entonan su canción audaz,
Pintando el aire con notas de paz.

El riachuelo cercano susurra cuentos,
Sus aguas cantarinas cuentan secretos,
Reflejando el cielo y sus avatares,
Creando un espejo de ensueños .

En esta tarde mágica y serena,
El jardín se convierte en un cuento,
Donde la naturaleza muestra su escena,
Y el alma encuentra paz en este asiento.

Así transcurre el tiempo en este edén,
Una tarde en el jardín, un regalo,
Un lugar donde el corazón encuentra paz.
Y se entrelaza con la naturaleza sin mas.






 

sábado, 17 de junio de 2023

Un poquito de Esperanza



En un mundo sumido en sombras de tristeza,
donde el corazón parece perder la certeza,
un rayo de luz brilla con fuerza y esplendor,
un poquito de esperanza, un nuevo amanecer.

Entre las grietas de la desesperación,
surge una brisa suave, llena de emoción,
es la dulce melodía de un sueño renacido,
un poquito de esperanza, el camino compartido.

En cada latido, en cada respiración,
late la promesa de una mejor situación,
los sueños despiertan y empiezan a florecer,
un poquito de esperanza, la fe en renacer.

No importa cuán oscuro parezca el panorama,
la esperanza se eleva como llama en la llama,
un abrazo cálido que nos invita a creer,
un poquito de esperanza, el amor que ha de vencer.

Que este poema sea un recordatorio constante,
de que siempre hay esperanza en cada instante,
por más difícil que parezca el caminar,
un poquito de esperanza nos ayudará a avanzar.

Así que mantén viva la llama en tu ser,
permite que la esperanza vuelva a florecer,
y verás cómo el mundo cambia de color,
con un poquito de esperanza, un nuevo resplandor.


 

miércoles, 7 de junio de 2023

Escucha tu corazón


Escucha a tu corazón, en su susurro encontrarás,
la verdad que en el mundo a veces se oculta detrás.
Es un eco de sabiduría que no debes ignorar,
una guía interna que te enseña a navegar.

En la quietud de tu ser, hallarás su voz,
un palpitar constante que te conecta con tu yo.
A través de sus latidos, descubrirás el camino,
que te llevará a la plenitud y al destino.

Escucha a tu corazón, aunque a veces tenga miedo,
porque es ahí donde reside tu verdadero credo.
Te habla en lenguaje puro, sin palabras ni engaños,
solo tienes que sintonizar sus dulces arpegios.

Cuando la confusión invada tu mente,
y las decisiones te parezcan insolventes,
no olvides que en tu pecho hay una brújula interna,
que te dirige hacia la senda más eterna.

A veces, el ruido del mundo puede ser ensordecedor,
pero en el susurro de tu corazón, hallarás el valor.
Te mostrará el amor en todas sus formas,
y te recordará que eres un ser lleno de formas.

Escucha a tu corazón en los momentos de desaliento,
te susurrará palabras de aliento y alivio en tu tormento.
Encontrarás respuestas a preguntas sin respuesta,
y descubrirás que en tu interior está la fortaleza.

No temas adentrarte en la esencia de tu ser,
y seguir el ritmo de tu corazón sin perecer.
En cada latido hay una melodía que te impulsa,
a vivir la vida con pasión y sin disculpa.

Escucha a tu corazón, ese faro de luz,
que te guía en la oscuridad y te da la virtud.
No lo ignores, pues en él reside tu verdadera esencia,
y te conducirá hacia la más hermosa existencia.

Así que escucha a tu corazón, con atención y sin temor,
encontrarás la paz y el amor en su canto interior.
Deja que te guíe hacia tus sueños más profundos,
y serás testigo de cómo tu vida se transforma en un mundo.



 

martes, 8 de marzo de 2016

EL OSO, LA MONA Y EL CERDO




Un oso, con que la vida
se ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza ensayaba en dos pies.

Queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: «¿Qué tal?»
Era perita la mona,
y respondióle: «Muy mal».

«Yo creo», replicó el oso,
«que me haces poco favor.
Pues ¿qué?, ¿mi aire no es garboso?
¿no hago el paso con primor?».

Estaba el cerdo presente,
y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más excelente
no se ha visto, ni verá!».

Echó el oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí,
y con ademán modesto
hubo de exclamar así:

«Cuando me desaprobaba
la mona, llegué a dudar;
mas ya que el cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar».

Guarde para su regalo
esta sentencia el autor:
si el sabio no aprueba, ¡malo!
si el necio aplaude, ¡peor!






lunes, 6 de julio de 2015

En la encrucijada





Ves que apenas te quedan
Algunas esperanzas por cumplir.
Has quemado los años de la vida
Mejores para ti.

Hablemos del presente, lo que importa
En este día gris
En que todo parece haberle dado
La espalda al porvenir.

Dentro de algunos años, será tarde
Para empezar a hablar.
Si de poco nos sirven las palabras,
De poco servirán.

No pierdas la esperanza, acepta siempre
La vida como va.
Porque quizá cambiemos de destino,
Como puede cambiarse
De nombre y de ciudad.





miércoles, 5 de noviembre de 2014

Derrochador de encanto


Derrochador de encanto, ¿por qué gastas
en ti mismo tu herencia de hermosura?
Naturaleza presta y no regala,
y, generosa, presta al generoso.

Luego, bello egoísta, ¿por qué abusas
de lo que se te dio para que dieras?
Avaro sin provecho, ¿por qué empleas
suma tan grande, si vivir no logras?

Al comerciar así sólo contigo,
defraudas de ti mismo a lo más dulce.
Cuando te llamen a partir, ¿qué saldo

podrás dejar que sea tolerable?
Tu belleza sin uso irá a la tumba;
usada, hubiera sido tu albacea.

William Shakespeare



domingo, 23 de febrero de 2014

Creo en mi corazón


Creo en mi corazón, ramo de aromas 
que mi Señor como una fronda agita, 
perfumando de amor toda la vida 
y haciéndola bendita. 

Creo en mi corazón, el que no pide 
nada porque es capaz del sumo ensueño 
y abraza en el ensueño lo creado: 
¡inmenso dueño! 

Creo en mi corazón, que cuando canta 
hunde en el Dios profundo el franco herido, 
para subir de la piscina viva 
recién nacido 

Creo en mi corazón, el que tremola 
porque lo hizo el que turbó los mares, 
y en el que da la Vida orquestaciones 
como de pleamares. 

Creo en mi corazón, el que yo exprimo 
para teñir el lienzo de la vida 
de rojez o palor y que le ha hecho 
veste encendida. 

Creo en mi corazón, el que en la siembra 
por el surco sin fin fue acrecentando. 
Creo en mi corazón, siempre vertido, 
pero nunca vaciado. 

Creo en mi corazón, en que el gusano 
no ha de morder, pues mellará a la muerte; 
creo en mi corazón, el reclinado 
en el pecho de Dios terrible y fuerte.


Gabriela Mistral

viernes, 14 de febrero de 2014

Arco iris



A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea

sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo

sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente

y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía

llorar
sólo llorar

entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.


Mario Benedetti

jueves, 13 de febrero de 2014

La canción desesperada

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy. 
El río anuda al mar su lamento obstinado. 

Abandonado como los muelles en el alba. 
Es la hora de partir, oh abandonado! 

Sobre mi corazón llueven frías corolas. 
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! 

En ti se acumularon las guerras y los vuelos. 
De ti alzaron las alas los pájaros del canto. 

Todo te lo tragaste, como la lejanía. 
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! 

Era la alegre hora del asalto y el beso. 
La hora del estupor que ardía como un faro. 

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, 
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! 

En la infancia de niebla mi alma alada y herida. 
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! 

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. 
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! 

Hice retroceder la muralla de sombra, 
anduve más allá del deseo y del acto. 

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, 
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. 

Como un vaso albergaste la infinita ternura, 
y el infinito olvido te trizó como a un vaso. 

Era la negra, negra soledad de las islas, 
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. 

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. 
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. 

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme 
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! 

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, 
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. 

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, 
aún los racimos arden picoteados de pájaros. 

Oh la boca mordida, oh los besados miembros, 
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. 

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo 
en que nos anudamos y nos desesperamos. 

Y la ternura, leve como el agua y la harina. 
Y la palabra apenas comenzada en los labios. 

Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, 
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! 

Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, 
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! 

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. 
De pie como un marino en la proa de un barco. 

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. 
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. 

Pálido buzo ciego, desventurado hondero, 
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! 

Es la hora de partir, la dura y fría hora 
que la noche sujeta a todo horario. 

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. 
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. 

Abandonado como los muelles en el alba. 
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. 

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. 

Es la hora de partir. Oh abandonado!


Pablo Neruda

miércoles, 12 de febrero de 2014

20 Poemas de amor ( Poema 18)


Aquí te amo. 
En los oscuros pinos se desenreda el viento. 
Fosforece la luna sobre las aguas errantes. 
Andan días iguales persiguiéndose. 

Se desciñe la niebla en danzantes figuras. 
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso. 
A veces una vela. Altas, altas estrellas. 

O la cruz negra de un barco. 
Solo. 
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda. 
Suena, resuena el mar lejano. 
Este es un puerto. 
Aquí te amo. 

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte. 
Te estoy amando aún entre estas frías cosas. 
A veces van mis besos en esos barcos graves, 
que corren por el mar hacia donde no llegan. 

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas. 
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde. 
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta. 
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante. 

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos. 
Pero la noche llega y comienza a cantarme. 
La luna hace girar su rodaje de sueño. 

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes. 
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.



Pablo Neruda

20 Poemas de amor ( Poema 17 )




Pensando, enredando sombras en la profunda soledad. 
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie. 
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes, 
enterrando lámparas. 
Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba! 
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías, 
molinero taciturno, 
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad. 

Tu presencia es ajena, extraña a mí como una cosa. 
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti. 
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida. 
El grito frente al mar, entre las piedras, 
corriendo libre, loco, en el vaho del mar. 
La furia triste, el grito, la soledad del mar. 
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo. 

Tú, mujer, qué eras allí, qué raya, qué varilla 
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora. 
Incendio en el bosque! Arde en cruces azules. 
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz. 
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio. 
Y mi alma baila herida de virutas de fuego. 
Quien llama? Qué silencio poblado de ecos? 
Hora de la nostalgia, hora de la alegría, hora de la soledad, 
hora mía entre todas! 

Bocina en que el viento pasa cantando. 
Tanta pasión de llanto anudada a mi cuerpo. 
Sacudida de todas las raíces, 
asalto de todas las olas! 
Rodaba, alegre, triste, interminable, mi alma. 

Pensando, enterrando lámparas en la profunda soledad. 
Quién eres tú, quién eres?


Pablo Neruda

20 Poemas de amor ( Poema 16 )


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube 
y tu color y forma son como yo los quiero. 
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces, 
y viven en tu vida mis infinitos sueños. 

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies, 
el agrio vino mío es más dulce en tus labios: 
oh segadora de mi canción de atardecer, 
cómo te sienten mía mis sueños solitarios! 

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa 
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda. 
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo 
estanca como el agua tu mirada nocturna. 

En la red de mi música estás presa, amor mío, 
y mis redes de música son anchas como el cielo. 
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto. 
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.


Pablo Neruda

martes, 11 de febrero de 2014

20 Poemas de amor ( Poema 10 )



Hemos perdido aun este crepúsculo. 
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas 
mientras la noche azul caía sobre el mundo. 

He visto desde mi ventana 
la fiesta del poniente en los cerros lejanos. 

A veces como una moneda 
se encendía un pedazo de sol entre mis manos. 

Yo te recordaba con el alma apretada 
de esa tristeza que tú me conoces. 

Entonces, dónde estabas? 
Entre qué gentes? 
Diciendo qué palabras? 
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe 
cuando me siento triste, y te siento lejana? 

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo, 
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa. 

Siempre, siempre te alejas en las tardes 
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.


Pablo Neruda

20 Poemas de amor ( Poema 8 )



Abeja blanca zumbas -ebria de miel- en mi alma 
y te tuerces en lentas espirales de humo. 

Soy el desesperado, la palabra sin ecos, 
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo. 

Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última. 
En mi tierra desierta eres la última rosa. 

Ah silenciosa! 

Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche. 
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa. 

Tienes ojos profundos donde la noche alea. 
Frescos brazos de flor y regazo de rosa. 

Se parecen tus senos a los caracoles blancos. 
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra. 

Ah silenciosa! 

He aquí la soledad de donde estás ausente. 
Llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas. 

El agua anda descalza por las calles mojadas. 
De aquel árbol se quejan, como enfermos, las hojas. 

Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma. 
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa. 

Ah silenciosa!


Pablo Neruda

20 Poemas de amor ( Poema 7 )




Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes 
a tus ojos oceánicos. 

Allí se estira y arde en la más alta hoguera 
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago. 

Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes 
que olean como el mar a la orilla de un faro. 

Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía, 
de tu mirada emerge a veces la costa del espanto. 

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes 
a ese mar que sacude tus ojos oceánicos. 

Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas 
que centellean como mi alma cuando te amo. 

Galopa la noche en su yegua sombría 
desparramando espigas azules sobre el campo.


Pablo Neruda

lunes, 10 de febrero de 2014

20 Poemas de amor ( Poema 4 )



Es la mañana llena de tempestad 
en el corazón del verano. 

Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes, 
el viento las sacude con sus viajeras manos. 

Innumerable corazón del viento 
latiendo sobre nuestro silencio enamorado. 

Zumbando entre los árboles, orquestal y divino, 
como una lengua llena de guerras y de cantos. 

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca 
y desvía las flechas latientes de los pájaros. 

Viento que la derriba en ola sin espuma 
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados. 

Se rompe y se sumerge su volumen de besos 
combatido en la puerta del viento del verano.


Pablo Neruda

20 Poemas de amor ( Poema 3 )


Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, 
lento juego de luces, campana solitaria, 
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, 
caracola terrestre, en ti la tierra canta! 

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye 
como tú lo desees y hacia donde tú quieras. 
Márcame mi camino en tu arco de esperanza 
y soltaré en delirio mi bandada de flechas. 

En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla 
y tu silencio acosa mis horas perseguidas, 
y eres tú con tus brazos de piedra transparente 
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida. 

Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla 
en el atardecer resonante y muriendo! 
Así en horas profundas sobre los campos he visto 
doblarse las espigas en la boca del viento.


Pablo Neruda



miércoles, 17 de octubre de 2012

Bella



BELLA,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.

Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.

Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.

Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.