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sábado, 27 de julio de 2024

Juegos Olímpicos


 

En el altar del mundo, la antorcha se alza,
cielo y tierra en un pacto de gloria.
De todos los rincones, el espíritu danza,
en cada latido, en cada historia.

Naciones unidas en noble contienda,
bajo banderas de paz y esperanza.
La llama eterna que el tiempo no ofrenda,
guiando a los sueños en fiel perseverancia.

El estadio vibra con voces y aplausos,
una orquesta de fuerza, valor y pasión.
Atletas en vuelo, en sus sueños descalzos,
dibujan victorias en su gran actuación.

El nadador en el agua, el corredor en la pista,
la gimnasta que vuela con gracia sin par.
Cada esfuerzo y sudor en la meta conquista,
la esencia del juego: competir y soñar.

Los aros se enlazan, sus colores relucen,
un símbolo vivo de unión y de honor.
En cada jornada, nuevos héroes inducen
la llama del triunfo, el oro, el ardor.

No es solo el vencer, es el alma valiente,
el abrazo fraterno en la justa rivalidad.
La medalla es un brillo, mas el ser persistente,
es la verdadera gloria, la gran dignidad.

Los Juegos Olímpicos, un faro en la noche,
donde el mundo se encuentra y se reconoce.
En la arena, en la pista, el humano broche,
que eternamente en la historia se cose.



jueves, 4 de julio de 2024

Mar Cantábrico



Bajo cielos de gris melancolía,
se alza el bravo Cantábrico, imponente,
donde las olas susurran su sinfonía,
con un eco de historias, eternamente.

Sus aguas frías guardan secretos,
de marinos valientes y sueños perdidos,
donde gaviotas trazan sus decretos,
y el viento canta versos encendidos.

En sus playas de arena dorada,
los días de verano se desvanecen,
mientras el horizonte, en calma esperada,
al sol y a la luna reverencian.

Rocas esculpidas por el tiempo y el mar,
son testigos mudos de su furia y paz,
cada tormenta, un poema sin cesar,
cada brisa, un suspiro fugaz.

El Cantábrico, con su alma indomable,
refleja en sus aguas la esencia del norte,
un espíritu libre, salvaje, inefable,
donde la naturaleza marca su porte.

Y en la quietud de una tarde serena,
cuando el cielo se viste de fuego y coral,
el Cantábrico se muestra, ajeno a pena,
como un gigante durmiente, tranquilo, vital.



 

martes, 2 de julio de 2024

Una ilusión


 

En el vasto horizonte del ocaso,

donde el sol se disuelve en mil colores,

se entrelazan susurros y fulgores,

nace una ilusión en suave abrazo.


Espejismo en la bruma vespertina,

eco de sueños nunca consumados,

como sombras de amores relegados,

florece la esperanza cristalina.


Un suspiro de luz en la penumbra,

destello fugaz de un cielo estrellado,

donde el tiempo se vuelve desbordado,

y el alma, en su anhelo, no se encumbra.


Es la ilusión, del alma compañera,

un faro en la niebla del destino,

canción de un etéreo peregrino,

búsqueda infinita y verdadera.


No es engaño ni burla del sentido,

sino dulce promesa de ternura,

que en la soledad se torna pura,

y en el corazón encuentra abrigo.


Alza su vuelo en cada pensamiento,

se posa en el rincón de lo soñado,

y aunque frágil, es fuerte y desatado,

en cada palpitar es fundamento.


Así vive la ilusión, luminosa,

eterna en su efímera existencia,

donde lo imposible es la esencia,

y cada susurro, una rosa.







domingo, 30 de junio de 2024

Partido de fútbol


 

En el campo verde, bajo el sol brillante,
dos equipos listos, el ambiente vibrante.
El silbato suena, empieza la batalla,
cuerpos se entrelazan, la pelota estalla.

Los jugadores corren, sudor en la frente,
con destreza y fuerza, luchan vehemente.
El balón es rey, cambia de dueño,
en cada pase, un sueño pequeño.

Las gradas rugen, un mar de colores,
canticos y gritos, pasiones y amores.
Un gol es una fiesta, un momento eterno,
los brazos al cielo, un júbilo tierno.

El árbitro observa, sereno y atento,
sus ojos vigilantes, como el firmamento.
Tarjetas al aire, justicia en mano,
en este drama, él es soberano.

El tiempo avanza, el marcador incierto,
cada segundo cuenta, el esfuerzo es cierto.
Un último ataque, un disparo valiente,
la red se sacude, el estadio ardiente.

Finaliza el partido, el silbato resuena,
los cuerpos cansados, el alma serena.
Unos ríen, otros lloran, así es el destino,
en el fútbol, como en la vida, todo es divino.






miércoles, 29 de mayo de 2024

El Primer Poema



En el principio, sin versos ni rima,
cuando el silencio gobernaba el aire,
nació un susurro, leve, sin cesar,
que en la penumbra empezó a danzar.

Era un murmullo de hojas y viento,
un canto tímido en el firmamento,
una chispa de luz en la oscuridad,
la semilla de toda humanidad.

No había reglas ni estructuras fijas,
ni métrica que el alma aprisionara,
solo un deseo de expresar el mundo,
de contar los secretos más profundos.

Las palabras, libres, como aves al vuelo,
se unieron en un abrazo sin miedo,
y de ese encuentro mágico y eterno
nació el primer poema del universo.

Hablaba de estrellas y de mariposas,
de ríos que susurran cosas hermosas,
de un sol que besa la mañana tierna,
y de la luna, guardiana de la noche eterna.

Cada estrofa, un latido del cosmos,
cada verso, un eco de lo profundo,
y en el corazón de aquel poema inicial
la esencia pura de lo universal.

Así, en el principio, sin forma ni nombre,
en un rincón secreto del tiempo y el espacio,
nació el arte de tejer palabras en oro,
y el primer poema halló su trono.








 

domingo, 26 de mayo de 2024

Mi Linda Lanzarote


En el Atlántico azul te encuentras,
Lanzarote, tierra de sol y lava,
donde el viento canta historias antiguas
y el mar susurra en sus playas doradas.

Tus paisajes de fuego, de roca y ceniza,
son lienzos pintados por la naturaleza,
con volcanes dormidos que guardan secretos
y viñedos que crecen en arena negra.

Tus cielos nocturnos, llenos de estrellas,
son espejos del alma, reflejo del tiempo,
donde el silencio se vuelve melodía
y el alma se llena de paz y contento.

Jardín de Cactus, obra de arte,
donde la vida florece entre espinas,
y Timanfaya, con su corazón ardiente,
nos recuerda el poder de la tierra viva.

Tus pueblos blancos, como Haría y Teguise,
con sus calles estrechas y sus plazas tranquilas,
guardan la esencia de una vida sencilla,
donde el sol y la calma son la mejor compañía.

Oh, Lanzarote, isla de encanto,
eres un poema escrito en lava y mar,
una joya oculta en el océano inmenso,
un suspiro de belleza que jamás se va.

Que nunca falte tu brisa en mi rostro,
ni tus paisajes en mis sueños presentes,
porque en ti encontré un rincón del paraíso,
mi linda Lanzarote, siempre en mi mente.






 

viernes, 24 de mayo de 2024

Canto del riachuelo


En la orilla del riachuelo,
donde el sol brilla en primavera,
danza el agua, como un velo,
tejiendo sueños, tan ligera.

Cantan los pájaros, sus trinos,
melodía de la vida nueva,
y en los verdes campos divinos,
el viento susurra y renueva.

El riachuelo, serpenteante,
canta una canción serena,
su murmullo, siempre constante,
abraza la luz que lo llena.

Los cerezos en flor se inclinan,
sobre el espejo cristalino,
sus pétalos caen y se combinan,
con el fluir dulce y divino.

La vida despierta en su cauce,
una sinfonía de colores,
y el agua, que nunca se encauce,
refleja todos sus amores.

Así, en la paz de la mañana,
con el sol que todo ilumina,
el riachuelo canta y engalana,
la eterna danza que fascina.

Un canto de esperanza y vida,
del renacer que trae la estación,
en el riachuelo se anida,
una eterna y dulce canción.








jueves, 16 de mayo de 2024

Contemplando en mi Interior


 

En el silencio profundo de mi ser,
donde el mundo exterior se desvanece,
me adentro en un viaje sin fin ni regreso,
buscando el eco de mi voz interna.

Cada latido, un susurro de secretos,
cada respiro, un verso por descubrir,
y en la penumbra de mis pensamientos,
danzan las sombras de lo que fui y seré.

Cierro los ojos para ver con claridad,
más allá de la carne y los huesos,
donde reside la esencia, la verdad,
en un rincón del alma, quieto y sereno.

Las dudas se disipan como neblina,
dejando espacio a la luz incandescente,
que ilumina el sendero de mi conciencia,
revelando la pureza de mi existencia.

Es un diálogo sin palabras ni sonidos,
un encuentro con lo eterno y lo efímero,
donde convergen mis anhelos y miedos,
en un abrazo que trasciende el tiempo.

Contemplo en mi interior el vasto universo,
un reflejo de estrellas en mi ser finito,
y en esa inmensidad encuentro mi paz,
donde la esencia de lo humano y lo divino se unen.

En este santuario de introspección,
me reconozco, me acepto, me amo,
y desde este rincón sagrado de mi ser,
renazco, listo para enfrentar el mundo.






jueves, 25 de abril de 2024

Silencio nocturno


En el silencio de la noche,
se escuchan susurros del alma,
palabras mudas que danzan
entre sombras y estrellas.

El susurro del viento
acaricia la piel del silencio,
mientras la luna derrama su luz
sobre los secretos más profundos.

En la quietud de la noche,
se encuentran los sueños perdidos,
los anhelos susurrados
y los corazones afligidos.

Cada estrella en el cielo
es un destello de esperanza,
guiando el camino de los perdidos
hacia la calma de la madrugada.

En el silencio de la noche,
se encuentran las respuestas,
los suspiros que buscan consuelo
y la paz que anhela el alma.






 


miércoles, 17 de abril de 2024

Mirada cómplice


 

En la cadencia de un suspiro,
en el brillo de dos ojos,
se teje un lazo invisible,
un vínculo que enreda abismos.

Es la mirada cómplice,
que sin palabras expresa tanto,
un idioma sin diccionario,
pero cargado de encanto.

En su silente entendimiento,
se esconde un universo entero,
donde los corazones dialogan
sin necesidad de parlamento.

Es un encuentro de almas,
un baile de complicidad,
donde se desnudan los miedos
y se abrazan en la oscuridad.

En esa mirada cómplice,
se encuentra un hogar secreto,
un refugio en medio del caos,
un oasis en el desierto.

Es un pacto sin contrato,
un juramento sin testigos,
una promesa que perdura
más allá de los abrigos.

En cada destello furtivo,
se revela un mundo nuevo,
un sendero que ambos transitan,
un destino compartido, un sueño.

Así, en esa mirada cómplice,
se escriben historias sin final,
donde dos almas se encuentran,
y se reconocen en su verdad.






lunes, 11 de marzo de 2024

Margarita


En el prado de la vida, sencilla y discreta,
se alza una margarita, humilde y completa.
Sus pétalos blancos, como rayos de luna,
reflejan la pureza en cada fortuna.

Bajo el cielo azul, en danza ligera,
la brisa acaricia su serena frontera.
Esa simple margarita, joya sin par,
en el tapiz del campo, destaca a brillar.

En su corazón, un secreto susurro,
historias guardadas, un antiguo murmullo.
Testigo callado de amores y penas,
cuenta en sus silencios las noches serenas.

Se yergue en la pradera, de pie sosegada,
como una poesía por el viento llevada.
En cada pétalo, un verso escondido,
una melodía en su tallo encendido.

Oh, margarita blanca, de la tierra amiga,
tus raíces abrazan la esencia y la vida.
Eres la musa de campos y veredas,
una pintura viva en las horas quedas.

A la luz del día, despiertas risueña,
y en la noche, tu sueño es una pequeña cena.
Esa simple margarita, símbolo de calma,
tejiendo en la trama de la naturaleza su alma.

Así, a ti, flor humilde, dedico esta rima,
poema sencillo, como tú, margarita prima.
En el vasto jardín de la existencia infinita,
brillas con luz, propia, margarita divina..

 

viernes, 2 de febrero de 2024

Añorando el pasado


En la senda del tiempo, mi mente se pierde,
susurros del ayer en el viento se vierten.
Añorando el pasado, como hojas que caen,
memorias danzan, en la brisa se enhebran.

En el rincón del recuerdo, sombras se abrazan,
nostalgia que fluye como río que abraza.
Retratos difusos, en la mente se esconden,
instantes perdidos, como sueños se deslizan.

Oh, días dorados, en el calendario yacen,
como estrellas fugaces, destellos que abrazan.
Caminos que antes recorrí con paso ligero,
se desvanecen ahora, como un eco postrero.

Añoro risas compartidas, en noches estrelladas,
historias entrelazadas, en horas pasadas.
El reloj implacable, marca el devenir,
pero en mi corazón, el pasado persiste.

En el álbum de los días, páginas amarillas,
guardan secretos, como joyas sencillas.
Añorando el ayer, con melancolía me abrazo,
como una sombra lejana, que en mi alma traspaso.

¡Oh, dulces recuerdos, como flores marchitas,
perfumes del pasado, en mi ser habitan!
Aunque el presente me abrace con su abrazo fuerte,
en la añoranza del pasado, mi corazón se pierde.





 

jueves, 1 de febrero de 2024

Tarde de música



En la penumbra de la tarde,
donde el sol se retira con calma,
se despiertan notas en el aire,
como susurros que el viento embalsama.

Una melodía se despliega,
tejiendo historias en cada acorde,
como hilos de luz que se entregan,
al vaivén del tiempo, eterno albor.

Las sombras bailan con la armonía,
mientras el crepúsculo se acerca,
y en el rincón de la nostalgia,
se encuentran recuerdos que el corazón abraza.

Los compases se elevan, se entrelazan,
como el lazo invisible de lo divino,
y el alma se sumerge en la danza,
donde la música es un sublime camino.

Los acordes acarician el silencio,
como suspiros que acunan el instante,
una tarde se viste de recuerdo,
con la magia que solo la música implanta.

En cada nota, un susurro de la vida,
un poema que el corazón comprende,
una tarde se viste de melodía,
y en su eco, el alma se enciende.






 

lunes, 11 de diciembre de 2023

Tristeza y soledad


 

En la penumbra de mi alma mora,
un lamento triste, una sombra.
Soledad que abraza como espinas,
tejiendo tristezas, espinas divinas.

Entre susurros de la noche callada,
la tristeza se alza, desamparada.
Un eco de melancolía danza,
en el rincón oscuro, la esperanza avanza.

El corazón, un nido de silencios,
donde el eco de risas se torna ausencia.
Caminando en la senda de la añoranza,
se deslizan lágrimas, río de desconfianza.

Las sombras danzan, danza sin pareja,
un vals de pesares, danza que quiebra.
La soledad, fiel compañera de mis días,
teje su red de silencios, despojos y agonías.

En el crepúsculo de mi ser abatido,
la tristeza es un poema no escrito.
Se entreteje con hilos de desencanto,
un tejido de despedidas, un quebranto.

Bajo el manto de estrellas desvanecidas,
la tristeza y la soledad son compañías.
Se abrazan en la noche, cómplices de duelo,
en el lienzo del alma, un cuadro sin cielo.

Mas en la penumbra, aún brota la luz,
un destello lejano, un susurro, una cruz.
La tristeza y soledad, poesía efímera,
en el libro del tiempo, una página sincera.

Que el sol alumbre en la aurora esperada,
que la tristeza sea lágrima ya olvidada.
En la danza del tiempo, renazca la flor,
y en el jardín del alma, florezca el amor.






martes, 28 de noviembre de 2023

Volver a la infancia


 

En el rincón risueño de la infancia,
donde el tiempo se mece en un vaivén,
vuelvo a ser niño, en la danza
de sueños que florecen sin por qué.

Entre risas que dibujan arcoíris,
se despierta la magia en el jugar,
donde la inocencia es el tapiz
que borda la vida con puro cantar.

Un niño, chispa de luz danzarina,
con ojos curiosos, reflejo de sol,
invita a mi alma a la rutina
de juegos eternos, sin protocolo.

Juntos construimos castillos de arena,
en la playa de sueños que nunca se va,
pues en cada risa, la vida se enreda,
como hilo de amor que el tiempo no da.

Corremos tras burbujas de ilusión,
atrapando risueños destellos al vuelo,
mi corazón late en su canción,
un eco de risas que es puro consuelo.

Entre cuentos y risas, el reloj se pierde,
en el juego eterno de ser y soñar,
un remanso de alegría que nos hierve,
donde el niño y el adulto se abrazan al danzar.

Volver a la infancia, dulce regreso,
tejiendo memorias con hilos de algodón,
en el vaivén suave de este juego intenso,
donde el niño y el adulto son uno, corazón.


Dedicado a Eiden





miércoles, 22 de noviembre de 2023

Día Internacional de la Música



En el pentagrama del tiempo, resuena la melodía,
un eco etéreo, la música, nuestra compañía.
Cada nota, un suspiro del alma que viaja,
en el día internacional, la sinfonía se despliega.

Amanece con acordes de aurora, suaves y tiernos,
la alborada se viste de tonos etéreos, eternos.
Las aves en coro entonan su canción,
celebrando la música, un regalo de inspiración.

En el arpegio del viento danzan las hojas,
una danza fugaz, como las olas rojas.
Los árboles son arpas que susurran secretos,
en este día, la música revela sus respetos.

En la partitura del día, la tarde comienza a componer,
los matices del cielo, un lienzo que va a renacer.
Las notas se entrelazan, formando un río de sonidos,
como una corriente que fluye, incontenible, en los abismos.

La noche se despliega con sus estrellas brillantes,
cada una, una nota en el concierto de los amantes.
La luna, un violín que canta en silencio,
en el vasto universo, la música es el aliento.

En las calles, en los corazones, en cada rincón,
la música une al mundo en un solo latido, unión.
Instrumentos diversos, voces que se entrelazan,
una sinfonía global, donde la paz abraza.

El día internacional de la música, una oda al arte,
un regalo que eleva el espíritu, en cualquier parte.
Que cada nota sea un lazo que conecta al ser humano,
en la partitura de la vida, el amor como hermano.

Así, en este día de celebración y gratitud,
elevamos nuestras voces en reconocimiento y plenitud.
La música, idioma universal que todos entendemos,
en su magia encontramos los sueños que sostenemos.





domingo, 19 de noviembre de 2023

Caminando entre tumbas


Entre lápidas que guardan silencios,
bajo el manto sombrío de la noche,
caminamos entre susurros de las hojas
que relatan historias selladas en piedra.

El cementerio, un mar de memoria,
donde las lágrimas son el rocío
que acaricia las flores marchitas,
testigos mudos de un adiós eterno.

Pasos resonando en la calma sepulcral,
cada huella, un eco de la existencia
que se desvaneció en el tiempo,
como sombras que danzan en la penumbra.

Bajo el resplandor pálido de la luna,
las tumbas parecen susurrar secretos,
misterios que yacen en la tierra fría,
guardianes de almas que reposan en paz.

Entre cruces que se alzan con solemnidad,
se entreteje la trama de vidas pasadas,
un tapiz de amores perdidos y sueños rotos,
pintado con la tinta de la melancolía.

Cautivos en este camposanto de recuerdos,
nos sumergimos en la contemplación,
entre las estatuas que lloran en piedra,
testigos de la fragilidad de la existencia.

Bajo la bóveda estrellada del destino,
donde las constelaciones son testigos mudos,
recorremos el cementerio, templo de quietud,
donde la vida y la muerte entrelazan su danza.

En cada lápida, una semblanza grabada,
un epitafio que cuenta un capítulo,
y en el susurro del viento nocturno,
se revela la poesía de los que ya no están.

Así, entre sombras y suspiros,
deambulamos por este camposanto,
donde el tiempo se detiene en la eternidad,
y el eco de la existencia perdura en la oscuridad.





 

sábado, 18 de noviembre de 2023

En el silencio de mi alma


 


En el silencio de mi alma,
donde los suspiros danzan,
se teje un verso callado,
un poema apasionado.

Entre sombras y recuerdos,
se esconde el misterio,
una historia que susurra,
en el rincón más sincero.

Las palabras son susurros,
que el viento apenas roza,
pintando versos secretos,
en la paleta de la noche hermosa.

En el lienzo de la quietud,
se dibujan sueños y anhelos,
como estrellas que destellan,
en el firmamento de mis anhelos.

La luna, confidente silente,
observa mis pensamientos,
mientras las estrellas titilan,
en un poema de sentimientos.

En el silencio de mi alma,
se entrelazan emociones,
como hilos de luz tenue,
tejiendo sutiles canciones.

Cada latido es una nota,
cada suspiro, una melodía,
en el concierto eterno,
de la vida que se desliza.

Así en la calma profunda,
donde el eco es eternidad,
mi alma susurra al universo,
un poema de amor y verdad.





viernes, 17 de noviembre de 2023

Miedo a lo desconocido


 

En la penumbra de la incertidumbre,
donde la luz titila en su retirada,
se yergue el miedo, sombra oscura,
ante lo desconocido, la alborada.

Un escalofrío recorre la piel,
como danza de hojas en el viento,
la mente se envuelve en un velo,
temores nacen de ese tormento.

¿Qué aguarda en la penumbra inexplorada?
¿Son susurros de sueños por conocer?
En la frontera del conocimiento,
el corazón late, empieza a enloquecer.

Es el miedo, fiel compañero,
cuando el futuro se viste de misterio,
un eco que resuena en la noche,
donde se gesta el temor necesario.

Pero en la oscuridad también germina,
la semilla de la valentía interior,
pues solo enfrentando lo desconocido,
se forja el coraje con firmeza y ardor.

Que el miedo sea el preludio,
de la danza audaz hacia lo ignoto,
descubrir lo nuevo, abrazar lo extraño,
es el poema que escribimos con cada paso.





sábado, 11 de noviembre de 2023

Melancólico Noviembre


Bajo el manto gris de noviembre,
una tarde se despliega en silencio.
Susurros de hojas danzan a mis pies,
melodía melancólica que el viento lleva.

El sol se oculta tras nubarrones sombríos,
pintando el cielo con pinceladas grises.
Mis pasos resuenan en la calle desierta,
un eco solitario en la tarde que declina.

Entre los árboles desnudos, el frío se cuela,
acariciando mi rostro con sus dedos gélidos.
El crepúsculo se dibuja en el horizonte,
una paleta de colores que se desvanece.

Caminando en la penumbra de este noviembre,
mis pensamientos fluyen como un río tranquilo.
Las sombras se alargan, abrazando la quietud,
mientras la ciudad se sumerge en un sosiego profundo.

En la calma de la tarde, la melancolía se revela,
un suspiro nostálgico que abraza mi alma.
Pero en la soledad encuentro mi compañía,
un diálogo silente con el universo que me rodea.

Así, entre la penumbra y la serenidad,
se desvanece la tarde de noviembre.
Pero en mi corazón perdura el instante,
como un poema que el tiempo no puede borrar.