En el manto de la noche silenciosa,
surge la luna con su brillo etéreo,
bañando el mundo en plata luminosa,
un faro en la oscuridad, tan misterioso.
Sus rayos suaves besan los caminos,
dibujan sombras en danzas elegantes,
despiertan sueños en los peregrinos,
cautivan almas y corazones amantes.
La luna, espejo de anhelos y secretos,
refleja el alma del vasto firmamento,
testigo muda de besos indiscretos,
guardiana eterna del fiel sentimiento.
Susurros de brisa, cantos de estrellas,
acompañan su serena travesía,
la noche entera se viste con ellas,
en un abrazo de sutil armonía.
Luz de luna, tan pura y sincera,
en tu resplandor hallo consuelo,
eres poema en la noche entera,
un dulce refugio, un tierno anhelo.
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