jueves, 25 de abril de 2024
Silencio nocturno
miércoles, 17 de abril de 2024
Mirada cómplice
domingo, 14 de abril de 2024
Dudas y decisiones
jueves, 21 de marzo de 2024
Fortaleza de la amistad
miércoles, 13 de marzo de 2024
Amor eterno
domingo, 10 de marzo de 2024
Mar: Poesía sin fronteras
miércoles, 6 de marzo de 2024
Caballo, alma en galope
jueves, 29 de febrero de 2024
Maternidad
miércoles, 21 de febrero de 2024
Personas que alegran el alma
lunes, 19 de febrero de 2024
El valor de la amistad
domingo, 18 de febrero de 2024
Vivir: Arte y Resistencia
sábado, 10 de febrero de 2024
Desfile de carnaval
viernes, 2 de febrero de 2024
Añorando el pasado
jueves, 1 de febrero de 2024
Tarde de música
sábado, 27 de enero de 2024
Ante el espejo
domingo, 21 de enero de 2024
Temor al futuro
sábado, 6 de enero de 2024
Inocencia en verso
viernes, 29 de diciembre de 2023
Viaje emotivo
jueves, 28 de diciembre de 2023
Brindis por el Año Nuevo
jueves, 14 de diciembre de 2023
Mirada de niño
En el rincón risueño de la infancia,
donde los sueños bailan con esperanza,
se despierta un mundo de magia y luz,
en los ojos curiosos de un niño, la cruz.
Su mirada, un lienzo de pureza,
reflejo de un alma en plena naturaleza.
Explora el día con ojos de asombro,
cual mariposas danzando en diciembre.
En su mundo, los colores son poesía,
cada matiz, una nota de alegría.
Los juguetes son tesoros, secretos del viento,
y el sol, un amigo en su firmamento.
Descubre la lluvia como danza divina,
cada gota, una risa que se inclina.
Los charcos son espejos de cielos bajos,
y las nubes, algodones de sueños abrazados.
En su risa, resuena la sinfonía del alma,
un eco puro que a la tristeza embalsama.
Sus pasos son danzas de mariposas en vuelo,
y su voz, la melodía que arranca un destello.
En el jardín de su inocencia, germinan flores,
cuentos tejidos con hilos de amores.
Las lágrimas son perlas de compasión,
y la tierra, su refugio, su canción.
Oh, mirada de niño, faro de luz,
que iluminas senderos en la penumbra de cruz.
Que tu esencia nos guíe con candor,
a redescubrir la maravilla del amor.
En tus ojos, el universo danza,
un poema eterno, una esperanza.
Que nunca se apague tu fulgor divino,
oh niño, con la mirada de destino.