En el carrusel que danza en el aire,
nos sumergimos en el vaivén sin parar.
La vida nos lleva, nos hace girar,
en un abrazo eterno sin desaire.
Como niños jugando, sin cesar,
nos entregamos al ritmo sin frontera.
Risas y lágrimas, una danza sincera,
que nos enseña a amar y a perdonar.
El carrusel nos lleva en su danza,
por momentos de alegría y desencanto.
Nos susurra secretos, nos muestra el encanto,
Y así, como el carrusel que da vueltas,
nos aferramos a la vida con pasión.
En cada vuelta, en cada canción,
encontramos la magia que alimenta.
Que el carrusel siga su curso infinito,
que nuestras almas sigan danzando al compás.
Encontrando en cada giro la felicidad,
y dejando en cada vuelta un rastro bonito.
¡Oh, carrusel de la vida, qué hermoso es girar!
Sigamos danzando, sin miedo a caer.
En cada vuelta, en cada amanecer,
encontremos la esencia de amar y soñar.
de vivir cada instante sin templanza.
