Create your own banner at mybannermaker.com!

viernes, 26 de mayo de 2023

Atardecer mágico y cotidiano


 Hoy un día rutinario como otro cualquiera,

donde el sol en su esplendor se alzaba en el cielo,
el destino me regaló un tesoro singular,
un atardecer sublime que abrazó mi corazón.

El tiempo transcurría sin grandes sorpresas,
las horas se sucedían sin mucho alboroto,
mas cuando la tarde se acercó al ocaso,
un lienzo de colores pintó el horizonte.

El sol se despidió con un último destello,
sus rayos dorados se fundieron en el paisaje,
las nubes, pinceladas de tonos cálidos,
danzaban en el firmamento con gracia y coraje.

El cielo se tiñó de tonos rosados y anaranjados,
como si un pintor celestial hubiera dejado su huella,
los árboles y las aves, testigos privilegiados,
se rindieron al hechizo de esta escena tan bella.

El viento susurraba melodías al oído,
mientras las estrellas tímidas asomaban,
la ciudad se cubría con un manto de quietud,
y mi alma se llenaba de paz, sin más palabras.

En ese instante mágico, mi corazón sonreía,
pues la belleza de la vida se revelaba en el cielo,
un atardecer común se volvía extraordinario,
y mis penas y preocupaciones quedaban en desvelo.

Hoy, al mirar atrás, en este poema encarnado,
me doy cuenta de que la vida es un regalo constante,
cada día, en su sencillez, puede esconder la maravilla,
un atardecer lindo como este, un momento radiante.

Así que celebremos la cotidianidad con gratitud,
y dejemos que los atardeceres nos inspiren a soñar,
porque incluso en los días más simples y rutinarios,
la belleza del mundo nunca dejará de asombrar.