En el rincón del alma donde los suspiros moran,
tejemos con palabras los sentimientos que afloran.
La pluma es nuestra guía, el papel nuestro lienzo,
dibujando con versos lo que en el pecho es intenso.
Sentimientos como olas, en constante marea,
nos llevan a lugares donde el corazón crea.
Alegría que baila en versos de colores,
tristeza que se oculta tras líneas de dolores.
El amor, un poema que late en cada verso,
una melodía dulce que en el alma está inmerso.
El odio, un fuego oscuro que quema y consume,
dejando cenizas frías en lo que antes era lumbre.
Con rimas construimos puentes hacia el entendimiento,
describimos el mundo con cada sentimiento.
El temor, la esperanza, la pasión desenfrenada,
todos en la danza poética tienen su morada.
Así, la poesía es el eco de lo que somos,
reflejo sincero que vemos con asombro.
Sentimientos plasmados en tinta y en papel,
un viaje compartido al fondo de nuestro ser.
