En el silencio de la ciudad,
donde el bullicio ha cedido,
las luces titilan tímidas,
sombras se deslizan sin ruido.
Calles vacías, ecos lejanos,
resuenan pasos fantasmales,
susurran historias olvidadas,
de amores y dramas ancestrales.
Faroles velan con luz tenue,
el manto de la noche urbana,
cubre sueños y desvelos,
guardando secretos con gana.
El viento murmura entre árboles,
besando hojas con dulzura,
mientras la luna observa quieta,
la danza de la noche pura.
En el silencio de la ciudad,
se revela un mundo escondido,
donde el alma halla paz,
y el corazón, su latido.