A ti, mi amigo leal y verdadero,
compañero fiel en cada sendero,
un ser de nobleza sin comparación,
mi perro, mi confidente, mi devoción.
Tus ojos reflejan lealtad infinita,
tu cola siempre agitada y bonita,
tu presencia llena de amor y alegría,
en cada momento, mi fiel compañía.
Tu mirada comprende mis pesares,
tu olfato percibe mis secretos y amares,
no importa qué día o qué hora sea,
siempre estás ahí, sin pedir nada a cambio, ¡qué idea!
Juguetón y travieso, lleno de energía,
me haces reír en medio de la melancolía,
corres sin descanso, saltas con entusiasmo,
en cada instante, mi perro, mi gran asombro.
Tu fidelidad es un regalo incalculable,
tu lealtad inquebrantable e inmutable,
siempre a mi lado, en las buenas y en las malas,
mi amigo canino, en todas mis batallas.
Los años pasarán, los días se irán,
pero en mi corazón siempre estarás,
tu amor incondicional, mi eterno abrigo,
mi perro fiel, mi compañero, mi amigo.
En cada paseo, en cada juego,
en cada latido de este corazón que tengo,
te agradezco por tu amor y compañía,
mi perro fiel, eres mi alegría.
Así que a ti, mi fiel amigo peludo,
dedico estas palabras con todo mi arrullo,
por siempre estaré agradecido,
mi perro fiel, mi amor compartido.