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Mostrando entradas con la etiqueta amanecer. Mostrar todas las entradas
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sábado, 17 de agosto de 2024

Rocío

 


En la quietud del alba,

cuando el mundo aún suspira,

despiertan las gotas de rocío,

en el manto verde se inspiran.


Pequeñas joyas de cristal,

en cada hoja se posan,

y en su efímera vida,

todo el cielo desbordan.


Susurran secretos antiguos,

de noches y de sueños,

guardan la calma profunda

de un tiempo sin dueños.


Son lágrimas del amanecer,

que al sol tímido reciben,

y en su brillo silencioso,

los primeros rayos perciben.


Pero al calor del día,

en un suspiro se desvanecen,

como el amor más puro,

que al nacer, se desvanece.


Rocío, esencia delicada,

testigo de lo eterno y lo efímero,

en ti la belleza se encarna,

en tu breve existir, el misterio.


lunes, 5 de agosto de 2024

El Jardín del Edén


 

En un rincón antiguo del alma humana,

donde la tierra abraza con fervor y calma,

se alza un jardín de verdes susurros,

de sueños perdidos, de anhelos puros.


El aire, dulce como el primer aliento,

canta canciones de un tiempo eterno,

y las flores, con colores de cielo y sol,

tejen historias de amor y perdón.


Ríos de cristal serpentean suaves,

abrazando la tierra con caricias graves,

reflejando el cielo en su mirada clara,

como el espejo de un mundo que no se apaga.


Árboles gigantes, con hojas de esmeralda,

susurran secretos en la brisa, a la espalda,

y en su sombra, el tiempo se desvanece,

como un susurro antiguo que aún permanece.


En el corazón del jardín, un árbol prohibido,

cargado de frutos de un saber escondido,

tienta al hombre con su brillo dorado,

un misterio profundo, un destino sellado.


Adán y Eva, en su inocencia plena,

recorren senderos de tierra serena,

desconociendo el peso del mañana,

viviendo el ahora, sin pena ni gana.


Pero el deseo, como serpiente sigilosa,

se enrosca en el alma, venenosa y curiosa,

y un mordisco basta para cambiar el destino,

para desatar la tormenta en aquel remanso divino.


El jardín, aún puro en su esencia,

guarda la memoria de aquella presencia,

de un amor primero, de una promesa rota,

de un Edén perdido, que el alma evoca.


Hoy, en cada corazón hay un rincón secreto,

donde florece un jardín, un Edén discreto,

un lugar de sueños, de esperanzas calladas,

donde el hombre busca respuestas olvidadas.


El Jardín del Edén no está perdido,

vive en el recuerdo, en el suspiro escondido,

en la promesa de un nuevo amanecer,

donde el alma vuelve, para renacer.







viernes, 2 de agosto de 2024

Quien soy yo


 

¿Quién soy yo? Pregunta eterna,

Eco de la existencia en la caverna,

Reflejo en el agua, sombra en la arena,

Buscando respuestas, alma serena.


Soy el susurro del viento en la tarde,

El sol que se oculta y luego arde,

Soy el río que fluye sin detenerse,

Un ciclo de vida, un alma al crecerse.


Soy las risas y lágrimas compartidas,

El pulso de amores, las heridas,

Soy el misterio en la noche callada,

El despertar de la aurora dorada.


Soy la historia escrita en cada pliegue,

El eco del tiempo que no se doblega,

Soy el canto de un ave en el alba,

Y el susurro del mar que no se acaba.


Soy cada sueño, cada anhelo,

El cielo estrellado, el vasto cielo,

Soy la duda que a veces consume,

Y la certeza que, a veces, asume.


Soy el pasado, el presente y el devenir,

Una chispa divina, un ansia de existir,

Soy todo y nada en el vasto universo,

Un verso perdido en el infinito verso.


¿Quién soy yo? Quizá nunca lo sepa,

Un viajero eterno, en búsqueda perpetua,

Soy la pregunta que siempre persiste,

Un ser en el cosmos, simplemente existe.









jueves, 1 de agosto de 2024

Vida Cotidiana


 

En el alba tímida despierta el día,

se deshilachan sueños de la noche fría.

Las calles bostezan bajo un sol naciente,

y la ciudad murmura su canción silente.


Café humeante, ritual mañanero,

un sorbo de vida en un mundo pasajero.

La prisa en los pasos, rutina constante,

en el vaivén diario de un ritmo vibrante.


El reloj, dictador de horas y minutos,

marca el compás de todos los asuntos.

Risas y llantos, trabajo y descanso,

se tejen en el lienzo de un tiempo manso.


En la esquina, el panadero amasa sus sueños,

fragancias de harina, de viejos empeños.

Niños que corren tras un balón,

mientras el sol juega con su fulgor.


La tarde se tiñe de un dorado tenue,

sombra y luz bailan, en un vaivén perenne.

Los ecos del día se desvanecen lentos,

y la calma regresa con sus alientos.


La cena en familia, el calor del hogar,

el suave murmullo del amor sin cesar.

Palabras compartidas, miradas sinceras,

la vida se vive en estas pequeñas esferas.


La noche despliega su manto estrellado,

y en cada hogar se encuentra un legado.

En lo cotidiano, en lo simple y verdadero,

reside la magia de un mundo entero.


Así transcurre la vida, día tras día,

un ciclo eterno de rutina y poesía.

En lo sencillo se halla la esencia,

la vida cotidiana, en toda su presencia.









miércoles, 31 de julio de 2024

Despertar


 

Entre sábanas tibias y sueños que huyen,

el sol se cuela, dorado, entre las rendijas,

un susurro de luz que despierta suavemente

la calma del mundo, aún envuelto en su bruma.


Los pájaros trinan su canto de bienvenida,

las hojas susurran secretos al viento,

y en el aire fresco de la mañana

se dibuja la promesa de un nuevo comienzo.


El cuerpo se estira, deshaciendo el letargo,

los ojos se abren, descubriendo colores,

y el alma, que dormía, renace con el alba,

ansiosa de aventuras, de risas, de amores.


Despertar es un arte, un regalo diario,

un renacer constante, una página en blanco,

donde cada paso es un verso en el aire,

y cada día, un poema en el lienzo del tiempo.


domingo, 28 de julio de 2024

Saludo al nuevo día


 

Amanece un nuevo día,

susurro de luz temprana,

el cielo despliega en calma

su manto de oro y alegría.


Los sueños se desvanecen,

la noche se va sin prisa,

con la brisa que acaricia,

las sombras del ayer desaparecen.


Los pájaros cantan su historia,

el rocío besa la flor,

se llena el aire de amor,

renace la eterna memoria.


La vida despierta y danza,

el sol en su esplendor brilla,

cada rayo es una semilla

de esperanza y de bonanza.


Los ojos se abren al cielo,

un lienzo de azul sereno,

y en cada latido ameno,

se siente el latir del suelo.


Amanece un nuevo día,

promesa de lo vivido,

un camino recién nacido,

lleno de fe y armonía.


Es hora de comenzar,

de abrazar cada momento,

de vivir con sentimiento,

y con la luz el día abrazar.






jueves, 25 de julio de 2024

La danza del colibrí


 

En el jardín de la vida,

donde las flores susurran,

un pequeño colibrí danza,

suave brisa, dulce y pura.


Con alas de terciopelo,

que vibran en un suspiro,

se mueve de flor en flor,

como un delicado giro.


El sol besa sus colores,

iridiscente esplendor,

cada pluma es un destello,

en un mágico fulgor.


Sus ojos, dos luceros,

que brillan con alegría,

reflejan el cielo abierto,

y la promesa del día.


El néctar es su tesoro,

dulzura que lo embriaga,

en cada vuelo ligero,

una canción deshilvana.


Danza, colibrí divino,

en tu frenesí de amor,

celebra la vida plena,

en un eterno fervor.


Tu vuelo es un poema,

escrito en el aire azul,

con cada aleteo dices,

que la vida es un festín.


En el jardín de la vida,

donde las flores susurran,

un pequeño colibrí danza,

y su espíritu perdura.


lunes, 22 de julio de 2024

A un Cerezo


 

Bajo el cielo de primavera,

te alzas majestuoso, cerezo en flor,

con tus pétalos de nieve y rosa,

un suspiro del alba, un canto al amor.


Tu tronco firme, testigo de tiempos,

raíces profundas que abrazan la tierra,

hojas que bailan al son del viento,

en un ballet etéreo, en una danza sincera.


Cada flor que brota es una promesa,

una historia contada en silencios sutiles,

de amores fugaces, de sueños y besos,

de noches estrelladas y mañanas gentiles.


Eres poema en la quietud del parque,

un cuadro vivo, un susurro eterno,

bajo tu sombra, los amantes se encuentran,

y los niños ríen, en un juego tierno.


Tus ramas se extienden como brazos abiertos,

abrazando la vida, celebrando el día,

eres esperanza en el ciclo del tiempo,

un recordatorio de la eterna alegría.


Oh, cerezo en flor, símbolo de belleza,

fragilidad y fuerza en armonía,

tu existencia es breve, pero deja huella,

en el corazón de quien te mira, en su fantasía.


Que el viento lleve lejos tus pétalos caídos,

semillas de esperanza, de amor compartido,

y que cada primavera nos recuerde a todos,

la magia de vivir, el milagro florido.







lunes, 8 de julio de 2024

Una luz en mi interior


 

En el silencio de la noche oscura,

cuando el mundo duerme y el susurro calla,

una chispa brilla, tenue, pura,

una luz que mi alma acalla.


Es un faro en la tormenta,

una estrella en la vastedad,

guiando mi corazón, lenta,

hacia la paz, hacia la verdad.


Susurra secretos antiguos,

historias de tiempos lejanos,

recuerdos de sueños ambiguos,

ecos de amores humanos.


En su fulgor hallo mi esencia,

mi razón, mi ser profundo,

donde el miedo pierde presencia

y el coraje forja mi mundo.


Aunque el camino sea incierto

y las sombras quieran reinar,

esa luz en mi pecho,

siempre me habrá de guiar.


Brilla, luz mía, incansable,

en los días de duda y dolor,

serás mi faro inquebrantable,

mi eterno guía, mi amor.


Y en la plenitud de tu brillo,

donde la esperanza se posa,

encontraré mi mejor asilo,

mi alma, libre y gozosa.







jueves, 4 de julio de 2024

Mar Cantábrico



Bajo cielos de gris melancolía,
se alza el bravo Cantábrico, imponente,
donde las olas susurran su sinfonía,
con un eco de historias, eternamente.

Sus aguas frías guardan secretos,
de marinos valientes y sueños perdidos,
donde gaviotas trazan sus decretos,
y el viento canta versos encendidos.

En sus playas de arena dorada,
los días de verano se desvanecen,
mientras el horizonte, en calma esperada,
al sol y a la luna reverencian.

Rocas esculpidas por el tiempo y el mar,
son testigos mudos de su furia y paz,
cada tormenta, un poema sin cesar,
cada brisa, un suspiro fugaz.

El Cantábrico, con su alma indomable,
refleja en sus aguas la esencia del norte,
un espíritu libre, salvaje, inefable,
donde la naturaleza marca su porte.

Y en la quietud de una tarde serena,
cuando el cielo se viste de fuego y coral,
el Cantábrico se muestra, ajeno a pena,
como un gigante durmiente, tranquilo, vital.



 

viernes, 28 de junio de 2024

No dejes de soñar


 

En la quietud de la noche estrellada,

donde los susurros del viento resuenan,

hay un rincón de esperanza guardada,

un espacio donde los sueños despiertan.


No dejes que el miedo apague tu luz,

ni que la duda encadene tus alas.

Recuerda que en cada amanecer,

renace el brillo de todas tus ganas.


En el viaje incierto de la vida,

habrá tormentas que querrán hundirte,

pero en tu alma vive una fuerza escondida,

un faro que siempre puede iluminarte.


Sueña con mares de calma infinita,

con cielos pintados de mil colores,

con un mundo donde la risa invita

y las penas se disuelven en flores.


No dejes de soñar, aunque el camino

se vuelva oscuro y lleno de espinas.

Tus sueños son el mapa divino

que te guía hacia tierras divinas.


Que tus sueños sean como estrellas,

brillando aún en la noche más densa.

Que nunca muera esa llama en tu ser,

esa chispa que tu alma alimenta.


No dejes de soñar, porque en los sueños

se forja el destino que has de alcanzar.

En ellos vive el eco de tus anhelos,

la promesa de un futuro a crear.







viernes, 21 de junio de 2024

Música en el Corazón


 

En el vasto silencio del alma,
donde los sueños reposan en calma,
un susurro de notas se eleva,
como el murmullo de un río que anhela.

Melodías suaves, como el viento en la tarde,
acarician el pecho, su magia no arde.
Un acorde sincero, un latido, una flor,
es la música eterna, del profundo amor.

El violín susurra secretos antiguos,
el piano despliega susurros divinos,
cada cuerda y tecla, en sincera unión,
crean armonías que sanan la razón.

En la penumbra, una voz resuena,
canta historias de amor que nunca son ajenas.
Es el canto del alma, el latido vital,
que en cada compás, hace vibrar lo real.

El tambor marca el ritmo del corazón,
con cada golpe, una nueva emoción.
El eco en el pecho, resonancia pura,
es la vida misma, en su forma más dura.

Un arpegio de esperanza, una fuga de dolor,
en la sinfonía eterna, todo tiene su valor.
La música en el corazón, guía sin razón,
es el lenguaje del alma, la más dulce canción.

En cada nota, una historia escondida,
en cada pausa, una lágrima rendida.
La música nos envuelve, nos lleva sin control,
es el eco divino, de nuestro propio sol.

Así, en la vasta quietud del alma,
donde los sueños nunca se disuelven en calma,
la música reina, inmortal y sincera,
es el latido del corazón, la eterna primavera.






jueves, 20 de junio de 2024

Llegó el verano


 

El sol despierta, brillante y dorado,

un manto de luz sobre el campo sembrado.

Los días se alargan, las noches suspiran,

y el viento caliente susurra y conspira.


Risas de niños, jugando en la plaza,

corren descalzos, libertad en la brasa.

El mar se revuelca en olas de espuma,

la arena dorada, alfombra de pluma.


El verde se viste de tonos ardientes,

flores que estallan en matices rientes.

Los pájaros cantan su eterna canción,

el aire se llena de dulce pasión.


Helados que gotean en manos pequeñas,

refrescos burbujean en tardes risueñas.

Sombrillas se abren, paletas de color,

paisaje de ensueño, suspiro de amor.


El río murmura, secreto guardado,

entre risas y cantos, verano sagrado.

Los días se funden en horas de sol,

y el cielo despejado es un faro de rol.


Llegó el verano, festín de alegría,

donde cada instante es pura armonía.

Bailan los cuerpos, desnudos al viento,

y el corazón late en su propio momento.







miércoles, 19 de junio de 2024

Desde mi ventana


 

Desde mi ventana veo el mundo despertar,
las luces del alba teñir el cielo de coral,
el murmullo suave de un río cantar,
el susurro del viento, su eterna señal.

Veo rostros anónimos, historias sin contar,
la risa de los niños, la prisa sin parar,
las huellas en la arena que el mar va a borrar,
el vuelo de los pájaros que sueñan con llegar.

Las flores en el jardín se abren sin cesar,
sus colores vivos comienzan a brillar,
una danza de mariposas en el aire al azar,
el tiempo que se detiene, el momento a contemplar.

Desde mi ventana, el sol se eleva sin vacilar,
dando vida y calor a este día por comenzar,
las sombras se disipan, la noche va a descansar,
la esperanza renace con cada rayo de luz que va a brotar.

La ciudad despierta, su ritmo va a acelerar,
los ecos de la vida empiezan a resonar,
pero aquí, en mi ventana, me permito soñar,
con un mundo sin prisa, donde el alma puede volar.

Desde mi ventana, un refugio sin igual,
un rincón de calma en medio del vendaval,
un lugar donde el corazón puede hallar,
la paz y la belleza en lo cotidiano, sin igual.

Y así, cada mañana, en este rincón celestial,
observo y celebro la vida, su milagro tan vital,
porque desde mi ventana, con su vista sin par,
descubro la poesía en cada detalle, en cada despertar.






sábado, 15 de junio de 2024

Sueño de viajar


 

En la quietud de la noche, cierro los ojos,
y en el horizonte de mis sueños me desplazo,
un viaje sin fronteras, sin reloj ni cronómetro,
tan solo con el deseo de volar, mi fiel abrazo.

Me envuelven paisajes de mares y montañas,
ciudades doradas bajo cielos estrellados,
senderos ocultos en antiguas cabañas,
y caminos de seda, en mis pensamientos trazados.

El viento me susurra secretos milenarios,
y en sus alas me lleva a reinos olvidados,
donde el sol acaricia campos legendarios,
y el alma encuentra refugio en versos encantados.

Recorro el bullicio de mercados orientales,
con colores y aromas que embriagan la razón,
y en un rincón perdido de bosques tropicales,
descubro el murmullo de una antigua canción.

Cada paso, un eco de libertad infinita,
cada paisaje, un lienzo de vida y emoción,
en el vasto teatro del mundo, me invita
a ser protagonista de mi propia narración.

No hay destino fijo, solo el viaje eterno,
la brújula apunta hacia mi propio anhelo,
y en cada nuevo amanecer me interno,
siguiendo el rastro de un sueño sincero.

Despierto con la certeza de que algún día,
mis pies tocarán esos suelos tan ansiados,
y en el corazón, la llama que todavía
mantiene vivo el deseo, jamás apagados.

Así, mi sueño de viajar permanece,
un faro que guía mis pasos en la niebla,
y en cada rincón del alma resplandece,
la promesa de un mundo que me espera.

jueves, 13 de junio de 2024

Invitación


 

Ven, caminemos juntos bajo el sol naciente,
Donde el alba pinta el cielo con susurros de luz,
Deja atrás las sombras, el miedo y la mente,
Hoy, el mundo nos espera, sin prisa y sin cruz.

Tomemos la senda que la brisa acaricia,
Donde los sueños florecen, libres y radiantes,
Cada paso, un latido, cada mirada, una delicia,
Bajo el manto de estrellas, seremos caminantes.

Ven, bebamos del río que murmura secretos,
Sus aguas nos cuentan historias de antaño,
Entre risas y ecos, hallaremos amuletos,
Que guiarán nuestro viaje, sin afán ni daño.

Invito tu risa a bailar con la mía,
En un vals de esperanza, en un tango de fe,
Tus manos, mis manos, unidas en la armonía,
De este canto de vida, que juntos forjé.

Ven, celebremos la magia en cada aurora,
Donde el cielo se une con la tierra en un beso,
No hay más que este instante, no hay más que esta hora,
Acepta mi invitación, y en él hallaremos un universo.

miércoles, 12 de junio de 2024

El Reloj


 

En la quietud del cuarto sombrío,

susurra el tic-tac, latido eterno,

guardando secretos del tiempo frío,

en cada segundo, en cada invierno.


Su esfera dorada refleja el pasado,

instantes perdidos en su danza,

recuerdos grabados, jamás olvidados,

el eco de vidas, en su esperanza.


Manecillas que giran, siempre constantes,

en un círculo eterno, sin detenerse,

marcando momentos, breves, distantes,

en el río del tiempo, sin desvanecerse.


El reloj murmura historias calladas,

de risas y llantos, de amor y guerra,

en cada tic-tac, almas entrelazadas,

en el lienzo del tiempo, sobre la tierra.


Pero el reloj no llora, ni ríe, ni siente,

solo avanza, imparable, sin tregua,

ajeno a los sueños de la gente,

testigo mudo, de la vida y su entrega.


En su tic-tac hallamos la vida,

el comienzo y el fin, la despedida,

en su latido constante, la medida,

del tiempo que corre, sin ser detenida.


Reloj, guardián de lo efímero y eterno,

en tus manecillas, la danza del destino,

en tu tic-tac, el eco del invierno,

y en tu esfera, el alma del peregrino.







domingo, 9 de junio de 2024

Día de votación


 

En el alba de promesas nuevas,
despierta la tierra en un canto,
bajo el sol que aún se asoma,
comienza el día del encanto.

Las calles se visten de esperanza,
con pasos firmes, voces que claman,
cada voto es una danza,
un futuro que se proclama.

En la fila, rostros diversos,
historias de lucha y sueños,
miradas de fe y anhelos,
unidos en un mismo empeño.

El papel, un susurro de cambio,
el lápiz, la llave del destino,
cada elección, un paso largo,
hacia el mañana que es divino.

Manos que temblorosas entregan,
la esencia de su voluntad,
corazones que sueñan y ruegan,
por justicia y por igualdad.

El día avanza, la luz se enciende,
en urnas de cristal y esperanza,
una nación que resurge y entiende,
el poder que en su voz se alcanza.

Y al caer la noche, el cielo escucha,
las plegarias y los gritos,
la elección es más que una lucha,
es el eco de nuestros ritos.

Día de elecciones, jornada sagrada,
donde el pueblo se vuelve voz,
en la unión de esta gran jornada,
se teje el mañana, juntos, los dos.






miércoles, 5 de junio de 2024

Paz en silencio


 

En el silencio del alba temprana,
cuando el sol despierta su manto dorado,
hay un susurro que el alma emana,
un murmullo de paz, un canto sagrado.

Las hojas danzan con el viento suave,
el río murmura su dulce canción,
y en mi pecho un latido que no cabe,
expresa un gozo, una liberación.

Cómo contar la paz que en mí florece,
si no hay palabras para describir
el amor que mi ser engrandece,
y la calma que me hace vivir.

Es un abrazo de la naturaleza,
un suspiro del cielo en mi ser,
un instante eterno de pureza,
que me envuelve y no quiero perder.

Es en la sonrisa de un niño,
en el murmullo del mar sereno,
donde encuentro el camino divino,
y en mi corazón, la paz que lleno.

Cómo contar esta paz tan plena,
que no se mide ni se compara,
es un regalo, una dicha amena,
que en mi alma se instala y se ampara.

No hay tormenta que esta paz consuma,
ni sombra que apague su luz,
es un faro en medio de la bruma,
es mi refugio, mi sol, mi cruz.

Entonces callo, dejo que el silencio hable,
que cada latido cuente mi sentir,
que la paz en su lenguaje amable,
se despliegue sin tener que mentir.

Así es como cuento la paz que siento,
sin palabras, sin ruido, en quietud,
dejando que el mundo sea el momento,
de vivir en la más pura plenitud.


domingo, 2 de junio de 2024

Perro vagabundo


Por las calles sin nombre y las plazas vacías,
va el perro vagabundo, con su andar sin prisas.
Sus ojos reflejan noches sin abrigo,
buscando en las sombras algún amigo.

No lleva collar, ni hogar, ni dueño,
solo sueños rotos y un destino pequeño.
Su pelaje enmarañado, sucio, sin lustre,
esconde historias de lluvia y polvo en cada buste.

Se detiene a olfatear un rastro perdido,
quizás de un amor, quizás de un amigo.
Su hocico cansado, su corazón errante,
siempre en movimiento, nunca constante.

Entre los murmullos de la ciudad despierta,
él sigue su camino, en soledad, alerta.
Cada esquina es un nuevo desafío,
cada paso, un eco de su brío.

En las noches de luna, su silueta vaga,
una sombra solitaria que nunca se apaga.
Sus huellas se borran con el primer rocío,
pero su espíritu libre se alza bravío.

Oh, perro vagabundo, guardián de la noche,
que en tu andar errante llevas un broche
de libertad y tristeza, de fuerza y quebranto,
eres el testigo mudo del encanto.

Quizás un día encuentres lo que buscas,
un rincón cálido donde tus penas luzcas.
Hasta entonces, sigue tu andar sin rumbo,
perro vagabundo, señor del mundo.