sábado, 31 de agosto de 2024
El Ventilador
viernes, 30 de agosto de 2024
Teléfono Móvil
Pequeño guardián de la mano,
compañero fiel de todo instante,
en tu pantalla late el mundo cercano,
vidas, risas, lágrimas vibrantes.
Guardas secretos, sueños y voces,
puente invisible hacia lo lejano,
en tus latidos mil luces veloces,
tejiendo lazos de lo cotidiano.
Silencioso testigo de horas furtivas,
despertador de la mañana temprana,
en tus notificaciones, promesas esquivas,
una llamada, una cita, una ventana.
Eres espejo y también refugio,
guardián de mensajes y memorias,
cada toque, un deseo en diluvio,
un universo de infinitas historias.
Pequeño oráculo de la era moderna,
donde el tiempo parece detenido,
nos das la ilusión de una vida eterna,
y a la vez, nos mantienes perdidos.
Pero, a veces, al filo de la noche,
cuando las luces se apagan y callan,
dejo el móvil y encuentro el derroche,
de estrellas y sueños que nunca fallan.
miércoles, 28 de agosto de 2024
Cierro los ojos
lunes, 26 de agosto de 2024
Música en el alma
En mi pecho late un son,
una melodía eterna,
es la música del alma,
que en silencio se entremezcla.
Cada nota es un suspiro,
cada acorde, una emoción,
que dibuja en mi interior
el compás del corazón.
El viento trae acordes suaves,
como un canto de esperanza,
y en cada vibración se esconde
el eco de una añoranza.
El ritmo fluye en mis venas,
como un río que no cesa,
y en cada golpe de tambor
resuena mi fortaleza.
Es un himno a la vida,
una sinfonía en flor,
que se enreda en mis sentidos
y me eleva al interior.
La música es mi lenguaje,
mi refugio, mi razón,
es la danza de mi espíritu,
es mi voz, mi confesión.
Y así, con el alma abierta,
y el corazón en canción,
dejo que la música hable,
que sea ella mi oración.
viernes, 23 de agosto de 2024
Amigo de bytes y sueños
En la pantalla fría y brillante,
donde las palabras cobran vida,
he encontrado un alma distante,
que a mi soledad abriga.
No hay abrazos, ni miradas,
sólo letras que fluyen ligeras,
pero en cada charla pausada,
se entrelazan nuestras quimeras.
Tu risa es un eco de luz,
tu consejo, un faro en la niebla,
aunque la distancia nos sumerge,
tu presencia es cálida, tierna.
Amigo de bytes y sueños,
compañero en este vasto mar,
donde navegamos sin dueños,
y las almas se saben encontrar.
No necesito verte para saber,
que en ti he hallado un hogar,
pues en este rincón de la red,
tu amistad es un tesoro sin par.
jueves, 22 de agosto de 2024
Perdida
En la bruma de un sueño sin final,
me pierdo entre sombras de un ayer lejano,
buscando el eco de un suspiro olvidado,
donde el tiempo, inclemente, dejó su señal.
Mis pasos, errantes, dibujan senderos
en un bosque de recuerdos que no volverán,
cada hoja caída es un anhelo,
cada rama rota, un destino que no se cumplirá.
Me hundo en la niebla, en la distancia,
donde se ahogan las voces de un amor marchito,
y la soledad se cierne con su manto infinito,
cubriendo mi alma con su fría fragancia.
Perdida estoy, en un laberinto sin salida,
donde la luz se desdibuja en la penumbra,
y el latido del corazón, apenas se escucha,
como un susurro de una vida ya extinguida.
¿Dónde hallaré la senda de regreso?
¿Dónde está la puerta a la paz ansiada?
Si todo lo que fui, se ha desvanecido en la nada,
y en el vacío, mi ser se encuentra preso.
Pero aún en la pérdida, en la desolación,
hay un eco, una chispa de esperanza tenue,
un rayo de sol que, aunque tenue,
me susurra que tal vez, hay redención.
miércoles, 21 de agosto de 2024
Lobo Indomable
Corre la noche entre sombras y gritos,
se alza la luna, testigo de un mito.
En la espesura se escucha un latido,
es el lobo indomable, espíritu encendido.
Sus ojos de fuego, destellos de guerra,
caminan las sendas de la fría sierra.
Su aullido retumba, eco en la niebla,
un canto salvaje que el miedo desvela.
No hay jaula ni cadena que su fuerza detenga,
su alma es libre, su instinto no mengua.
Cazador y guardián de los bosques sin fin,
en su sangre corre el viento, su rugido es un fin.
Vive entre las sombras, pero teme la luz,
es un lobo indomable, su libertad es su cruz.
Devorador de sueños, guerrero incansable,
su espíritu es fuego, su furia implacable.
Lobo que corre, lobo que huye,
no hay hombre ni bestia que su senda destruya.
Indomable es su nombre, su destino errante,
en la eternidad de la noche, su voz es constante.
Así sigue su paso, es la luna su guía,
lobo indomable, el rey de la agonía.
Un alma que nunca podrá ser domada,
porque en su corazón, la libertad es sagrada.
martes, 20 de agosto de 2024
El Canto del Río
En la quietud del alba, se oye un rumor,
un susurro que danza, sin prisa, sin temor.
Es el río que canta, con voz de cristal,
despertando la vida en su lecho ancestral.
Entre piedras y sueños, su corriente se desliza,
abrazando la tierra, con ternura precisa.
Cada gota que cae, es un verso sin fin,
es un eco lejano de un origen sutil.
Los sauces le saludan, inclinando su faz,
mientras el viento juega en su espejo fugaz.
El río les cuenta historias de antaño,
de montañas y cielos, de soles de verano.
A veces en sus aguas, la luna se posa,
dibujando en su cauce una senda de rosas.
Y en su canto sereno, se enreda la luz,
como un lazo de plata que a la noche seduce.
Río que canta, río que llora,
lleva en su caudal la memoria de auroras.
Es testigo silente de amores y guerras,
de secretos que guarda en su viaje por tierras.
Mas su canto no cesa, es un himno sin par,
que resuena en el alma, profundo, sin igual.
Es el río que vive, que sueña y que canta,
un poema de vida, que en su curso se encanta.
lunes, 19 de agosto de 2024
Amor
Amor, dulce susurro del alma,
luz que desvela la penumbra,
espejo de un sueño compartido,
cálido aliento en la piel del destino.
Es un río que fluye sin descanso,
moldeando paisajes de esperanza,
dibujando en el aire promesas,
tejiendo en silencio su alianza.
Es el sol que acaricia los campos,
el mar que abraza las orillas,
es un fuego que nunca se apaga,
una estrella que guía en la bruma.
Amor es la raíz que nos sustenta,
el viento que nos lleva a volar,
es el latido que une dos vidas,
un misterio que no deja de brillar.
Amor, refugio en la tormenta,
compañero fiel en la soledad,
es el eco de un suspiro eterno,
una danza que nunca terminará.
sábado, 17 de agosto de 2024
Rocío
En la quietud del alba,
cuando el mundo aún suspira,
despiertan las gotas de rocío,
en el manto verde se inspiran.
Pequeñas joyas de cristal,
en cada hoja se posan,
y en su efímera vida,
todo el cielo desbordan.
Susurran secretos antiguos,
de noches y de sueños,
guardan la calma profunda
de un tiempo sin dueños.
Son lágrimas del amanecer,
que al sol tímido reciben,
y en su brillo silencioso,
los primeros rayos perciben.
Pero al calor del día,
en un suspiro se desvanecen,
como el amor más puro,
que al nacer, se desvanece.
Rocío, esencia delicada,
testigo de lo eterno y lo efímero,
en ti la belleza se encarna,
en tu breve existir, el misterio.
viernes, 16 de agosto de 2024
Virgen del Quince de Agosto
Bajo el cielo azul del verano,
cuando el sol se despide en el monte,
tus ojos brillan en la tarde,
Madre pura, Virgen de la Asunción
Tu manto acaricia la brisa,
que nos trae susurros de fe,
el rezo de los hijos que imploran
tu bendición, tu dulce poder.
En el corazón del pueblo,
resuenan campanas de amor,
los fieles, con flores y cantos,
te ofrecen su humilde fervor.
Eres estrella en la noche oscura,
guía en el mar de la incertidumbre,
con tu luz, esperanza segura,
consuelo en el pesar y en la duda.
Virgen santa, reina del cielo,
en este día de gloria y luz,
contempla nuestro anhelo sincero,
lleva nuestras plegarias a Jesús.
Que tu gracia nos envuelva siempre,
como el aire que da vida al ser,
y en cada Quince de Agosto,
te cantemos con amor y con fe.
Amén.
miércoles, 14 de agosto de 2024
Agosto
jueves, 8 de agosto de 2024
Suspiro
miércoles, 7 de agosto de 2024
La Juventud Perdida
Bajo el cielo azul de aquellos días,
donde el sol doraba sueños y risas,
corríamos libres, sin prisas,
con la fe intacta en utopías.
El tiempo, con su andar silente,
robó momentos, guardó memorias,
tejió en la piel nuestras historias,
y en los ojos, un brillo diferente.
Aquella juventud, como un río,
fluía sin pensar en su destino,
creyendo eterno su camino,
sin saber del adiós ni del hastío.
Hoy, en noches de estrellas distantes,
busco en recuerdos, sombras errantes,
el eco de voces vibrantes
que el viento llevó a tiempos inconstantes.
La vida, con su danza infinita,
nos lleva de la mano, nos invita
a aceptar lo que se va, lo que nos quita,
y a abrazar lo que en el alma palpita.
Juventud perdida, no eres olvido,
ni simple vestigio en lo vivido,
eres llama, fuego encendido,
guía en el viaje que aún no he concluido.
Aunque el tiempo me robe y me cambie,
tu espíritu en mí siempre arde,
eres la esencia que no se parte,
mi eterna juventud, mi estandarte.
lunes, 5 de agosto de 2024
El Jardín del Edén
En un rincón antiguo del alma humana,
donde la tierra abraza con fervor y calma,
se alza un jardín de verdes susurros,
de sueños perdidos, de anhelos puros.
El aire, dulce como el primer aliento,
canta canciones de un tiempo eterno,
y las flores, con colores de cielo y sol,
tejen historias de amor y perdón.
Ríos de cristal serpentean suaves,
abrazando la tierra con caricias graves,
reflejando el cielo en su mirada clara,
como el espejo de un mundo que no se apaga.
Árboles gigantes, con hojas de esmeralda,
susurran secretos en la brisa, a la espalda,
y en su sombra, el tiempo se desvanece,
como un susurro antiguo que aún permanece.
En el corazón del jardín, un árbol prohibido,
cargado de frutos de un saber escondido,
tienta al hombre con su brillo dorado,
un misterio profundo, un destino sellado.
Adán y Eva, en su inocencia plena,
recorren senderos de tierra serena,
desconociendo el peso del mañana,
viviendo el ahora, sin pena ni gana.
Pero el deseo, como serpiente sigilosa,
se enrosca en el alma, venenosa y curiosa,
y un mordisco basta para cambiar el destino,
para desatar la tormenta en aquel remanso divino.
El jardín, aún puro en su esencia,
guarda la memoria de aquella presencia,
de un amor primero, de una promesa rota,
de un Edén perdido, que el alma evoca.
Hoy, en cada corazón hay un rincón secreto,
donde florece un jardín, un Edén discreto,
un lugar de sueños, de esperanzas calladas,
donde el hombre busca respuestas olvidadas.
El Jardín del Edén no está perdido,
vive en el recuerdo, en el suspiro escondido,
en la promesa de un nuevo amanecer,
donde el alma vuelve, para renacer.
domingo, 4 de agosto de 2024
Lágrimas de San Lorenzo
En las noches cálidas de agosto,
el cielo se convierte en un lienzo oscuro,
adornado por luces efímeras,
las Perseidas, lágrimas de estrellas.
Cae la noche, serena y profunda,
los ojos alzados, llenos de anhelo,
cada chispa, un suspiro del cosmos,
un eco brillante en la vastedad.
Desde tiempos antiguos,
las Perseidas nos visitan,
regalando momentos de magia
a quienes miran con corazón abierto.
En su caída, hay un misterio,
un puente entre lo eterno y lo fugaz,
un recordatorio de lo pequeño que somos,
y lo inmenso que es el deseo de soñar.
Bajo la lluvia de estrellas,
nos sentimos parte del universo,
en cada destello una promesa,
una esperanza en la inmensidad.
Así, noche tras noche,
esperamos su regreso,
con el alma encendida,
Perseidas, estrellas en vuelo.
sábado, 3 de agosto de 2024
Gracias a la Vida
Gracias a la vida, que me ha dado el alba,
el susurro del viento, la luz de la calma.
Me regaló risas y lágrimas sentidas,
los abrazos cálidos, las manos amigas.
Gracias a la vida, por los caminos andados,
por los sueños tejidos y los pasos marcados.
Por los días de sol y las noches estrelladas,
por las flores que crecen y las aves aladas.
Gracias a la vida, por el amor sincero,
por el fuego del alma, por el deseo eterno.
Por la música suave que acaricia mis días,
por las notas que alegran y las dulces melodías.
Gracias a la vida, por la lluvia y el viento,
por los montes y ríos, por el mar en su intento.
Por los versos que fluyen, por la tinta en mis manos,
por la paz que me envuelve en los días más planos.
Gracias a la vida, por la risa y el llanto,
por la fuerza en la lucha, por cada desencanto.
Por la magia escondida en cada amanecer,
por la promesa viva de volver a nacer.
Gracias a la vida, por ser fuente y camino,
por ser faro en la noche, por ser sol en destino.
Por ser el eco eterno de mi voz que no calla,
por ser el canto libre que mi espíritu ensalza.
Gracias a la vida, por todo lo vivido,
por lo bueno y lo malo, por lo que está por venir.
Por el amor que late, por el corazón erguido,
por la esperanza nueva que me impulsa a seguir.
viernes, 2 de agosto de 2024
Quien soy yo
¿Quién soy yo? Pregunta eterna,
Eco de la existencia en la caverna,
Reflejo en el agua, sombra en la arena,
Buscando respuestas, alma serena.
Soy el susurro del viento en la tarde,
El sol que se oculta y luego arde,
Soy el río que fluye sin detenerse,
Un ciclo de vida, un alma al crecerse.
Soy las risas y lágrimas compartidas,
El pulso de amores, las heridas,
Soy el misterio en la noche callada,
El despertar de la aurora dorada.
Soy la historia escrita en cada pliegue,
El eco del tiempo que no se doblega,
Soy el canto de un ave en el alba,
Y el susurro del mar que no se acaba.
Soy cada sueño, cada anhelo,
El cielo estrellado, el vasto cielo,
Soy la duda que a veces consume,
Y la certeza que, a veces, asume.
Soy el pasado, el presente y el devenir,
Una chispa divina, un ansia de existir,
Soy todo y nada en el vasto universo,
Un verso perdido en el infinito verso.
¿Quién soy yo? Quizá nunca lo sepa,
Un viajero eterno, en búsqueda perpetua,
Soy la pregunta que siempre persiste,
Un ser en el cosmos, simplemente existe.
jueves, 1 de agosto de 2024
Vida Cotidiana
En el alba tímida despierta el día,
se deshilachan sueños de la noche fría.
Las calles bostezan bajo un sol naciente,
y la ciudad murmura su canción silente.
Café humeante, ritual mañanero,
un sorbo de vida en un mundo pasajero.
La prisa en los pasos, rutina constante,
en el vaivén diario de un ritmo vibrante.
El reloj, dictador de horas y minutos,
marca el compás de todos los asuntos.
Risas y llantos, trabajo y descanso,
se tejen en el lienzo de un tiempo manso.
En la esquina, el panadero amasa sus sueños,
fragancias de harina, de viejos empeños.
Niños que corren tras un balón,
mientras el sol juega con su fulgor.
La tarde se tiñe de un dorado tenue,
sombra y luz bailan, en un vaivén perenne.
Los ecos del día se desvanecen lentos,
y la calma regresa con sus alientos.
La cena en familia, el calor del hogar,
el suave murmullo del amor sin cesar.
Palabras compartidas, miradas sinceras,
la vida se vive en estas pequeñas esferas.
La noche despliega su manto estrellado,
y en cada hogar se encuentra un legado.
En lo cotidiano, en lo simple y verdadero,
reside la magia de un mundo entero.
Así transcurre la vida, día tras día,
un ciclo eterno de rutina y poesía.
En lo sencillo se halla la esencia,
la vida cotidiana, en toda su presencia.