Agosto llega, y con él la brisa,
de días largos y noches sin prisa.
El sol se posa en cielos de azul,
donde las risas se elevan como tul.
Es tiempo de fiestas, de bailar sin parar,
de abrazar a la vida, de soñar, de cantar.
Las calles se llenan de música y luz,
agosto brilla con un alegre plus.
Las playas esperan, doradas y serenas,
mientras el mar susurra suaves penas.
Vacaciones doradas, sin relojes que manden,
el corazón libre, nada que lo expande.
Los días se pintan de oro y calor,
agosto es un mes de puro esplendor.
Donde el alma se nutre de fiesta y pasión,
y se vive la vida con todo el corazón.
Así es agosto, mes de celebración,
de alegría, descanso, y gran conexión.
Un mes para el alma, un mes para el sol,
agosto, sin duda, ¡es el mes del amor!
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