Gracias a la vida, que me ha dado el alba,
el susurro del viento, la luz de la calma.
Me regaló risas y lágrimas sentidas,
los abrazos cálidos, las manos amigas.
Gracias a la vida, por los caminos andados,
por los sueños tejidos y los pasos marcados.
Por los días de sol y las noches estrelladas,
por las flores que crecen y las aves aladas.
Gracias a la vida, por el amor sincero,
por el fuego del alma, por el deseo eterno.
Por la música suave que acaricia mis días,
por las notas que alegran y las dulces melodías.
Gracias a la vida, por la lluvia y el viento,
por los montes y ríos, por el mar en su intento.
Por los versos que fluyen, por la tinta en mis manos,
por la paz que me envuelve en los días más planos.
Gracias a la vida, por la risa y el llanto,
por la fuerza en la lucha, por cada desencanto.
Por la magia escondida en cada amanecer,
por la promesa viva de volver a nacer.
Gracias a la vida, por ser fuente y camino,
por ser faro en la noche, por ser sol en destino.
Por ser el eco eterno de mi voz que no calla,
por ser el canto libre que mi espíritu ensalza.
Gracias a la vida, por todo lo vivido,
por lo bueno y lo malo, por lo que está por venir.
Por el amor que late, por el corazón erguido,
por la esperanza nueva que me impulsa a seguir.
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