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lunes, 4 de marzo de 2013

Insomnio



Vive las noches
estrujando entre las manos
el silencio umbroso de los solos.

Altera su vigilia la incógnita lejana
del rugir de la calle.

¿Son los mismos pobladores del día
los que tremolan?
¿O son los lémures crepitantes
de la noche?

Con los ojos cerrados
imagina cuerpos sin rostro,
venganzas sin sentido,
incongruencias,
en medio de una ordalía
de misterios.

Cuerpos sin rostro imagina
espíritus sin concierto tal vez,
sin armonías.

El solitario insomne
desespera por sueños, que liberen
esa extraña compañía
de lentos pájaros oscuros,
en su ir y venir,
desde el estrépito,
allá lejos.





martes, 19 de febrero de 2013

El chucho




Por el camino polvoso,
al mediodía,
al medio del camino,
con la cola escondida
y la oreja tímida.

Por el camino desolado,
enclenque, descolorido,
con dos ojos pintados sobre los ojos...
Atemorizado,
enjiotado,
ahuesado de hambre, pasa...

No lo llames;
huirá despavorido.
Creerá que es pieda
el pan en tu mano.
Está escaldado,
apedreado,
molido a puntapiés
por los truhanes y borrachos
de los pueblos;
apaleado
por la placera
y las puyas largas
de los carreteros bribones.

Chuchito bueno,
chuchito triste,
afligido,
chuchito mío sin dueño:
ésta es la montaña,
no temas,
la isla en el mar del cielo,
no temas,
la tierra de arboledas y de trinos,
de místicas cigarras
encendidas en llama sonora,
votiva,
ante el altar del infinito...

Éste es el mundo -nomasito...;
tierra de desiertos caminos
y niños cantureros
que juegan con piedritas
y semillas, por los matorrales;
tierra de las lluvias lejanas
y los ranchos tranquilos.
No temas
'Amarillo',
'Canijo', 'Cujinicuil'
como te llames,...si te llamas...
Quédate en algún rincón
de cocina,
oyendo moler,
oliento el humo del horno,
masticando la tortilla tiesa,
Chuchito peregrino
del miedo supino;
ánges de la suprema desdicha
que todo has aguantado y sufrido:
quédate un rato, al menos,
a la sombra del tamarindo,
royendo el hueso del mediodía...
Deja ya de temer,
deja ya de huir,
ten valor
de resistir
la mano de amor
que quiere peinarte dulcemente
la cabeza afiebrada.
Aprende a cerrar los ojos
adormeciéndote,
confiado al fin...

Como se te da el agua del charco
quiero darte mi cariño.





martes, 12 de febrero de 2013

Retrato de niño



En este retrato
hay un niño mirándome con ojos grandes;
este niño soy yo
y hay una fecha: 1906.

Es la primera vez que me miré atentamente.
Por supuesto que yo hubiera querido
que ese niño hubiera sido más serio,
con esa mano más serena,
con esa sonrisa más fotográfica.

Esta retrospección no remedia, empero,
lo que el fotógrafo, el cumpleaños,
mi mamá, yo y hasta tal vez la fisiología
dimos por resultado en 1906.


lunes, 11 de febrero de 2013

Ojos verdes




Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
¡estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!

Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
¡glorificad mi penar!
¡No me desoléis así!
¡Tened compasión de mí!
¡Ojos verdes como el mar!

Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una sola vez,
ojos color de esperanza.

Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.





miércoles, 6 de febrero de 2013

Novia de la tierra




Mirarte solo en mi ansiedad espero,
solo a mirarte en mi ansiedad aspiro,
y más me muero cuanto más te miro,
y más te miro cuanto más me muero.

El tiempo, pasa por demás ligero,
lloro su raudo, turbulento giro,
y más te quiero cuanto más suspiro,
y más suspiro cuanto más te quiero.

Deja a tu talle encadenar mi brazo,
y, al blando son con que nos brinda el remo,
la mar surquemos en estrecho lazo.

Ni temo al viento ni a las ondas temo,
que más me quemo cuanto más te abrazo,
y más te abrazo cuanto más me quemo


lunes, 7 de enero de 2013

Manos



Manos que son seráficos señuelos
para ceñir las almas con cadenas;
manos finas, y suaves, y morenas,
que provocan fantásticos anhelos.

Manos que son retazos de los cielos,
por el azul procero de las venas,
como alas de arcángel, siempre llenas
de la gracia de Dios en los hoyuelos.

Manos donde el milagro se presiente
de verlas transformadas en estrellas
cuando se abren sus dedos blandamente;

Manos encantadoras y tan bellas
como para pasarse eternamente
acariciando el corazón con ellas.


jueves, 20 de diciembre de 2012

LA CIGARRA



Canta tu estrofa, cálida cigarra,
y baile al son de tu cantar la mosca,
que ya la sierpe en el zarzal se enrosca
y lacia extiende su verdor la parra.

Desde la yedra que a la vid se agarra
y en su cortina espléndida te embosca,
recuerda el caño de la fuente tosca
y el fresco muro de la limpia jarra.

No consientan tus élitros fatiga,
canta del campo el productivo costo,
ebria de sol y del trabajo amiga.

Canta y excita al inflamado agosto
a dar el grano de la rubia espiga
y el chorro turbio del ardiente mosto.


martes, 11 de diciembre de 2012

MÍSTICA




Si en tus jardines, cuando yo muera,
cuando yo muera, brota una flor;
si en un celaje ves un lucero,
ves un lucero que nadie vio;
y llega una ave que te murmura,
que te murmura con dulce voz,
abriendo el pico sobre tus labios,
lo que en un tiempo te dije yo:
aquel celaje y el ave aquella,
y aquel lucero y aquella flor
serán mi vida, que ha transformado,
que ha transformado la ley de Dios.

Serán mis fibras con otro aspecto,
ala y corola y ascua y vapor;
mis pensamientos transfigurados,
perfume y éter y arrullo y sol.
Soy un cadáver ¿cuándo me entierran?
Soy un viajero ¿cuándo me voy?
Soy una larva que se transforma
¿cuándo se cumple la ley de Dios
y soy entonces, mi blanca niña,
celaje y ave, lucero y flor?


jueves, 29 de noviembre de 2012

Deseos




Yo quisiera salvar esa distancia
ese abismo fatal que nos divide,
y embriagarme de amor con la fragancia
mística y pura que tu ser despide.

Yo quisiera ser uno de los lazos
con que decoras tus radiantes sienes;
yo quisiera en el cielo de tus brazos
beber la gloria que en los labios tienes.

Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte,
para poder, como lo sueño a solas,
¡a un mismo tiempo por doquier besarte!

Yo quisiera ser lino y en tu lecho,
allá en la sombra, con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho
¡y morir de placer al comprimirte!

¡Oh, yo quisiera mucho más! ¡Quisiera
llevarte en mí como la nube al fuego,
mas no como la nube en su carrera
para estallar y separarse luego!

Yo quisiera en mí mismo confundirte,
confundirte en mí mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte,
¡convertirte en perfume y aspirarte!

¡Aspirarte en un soplo como esencia,
y unir a mis latidos tus latidos,
y unir a mi existencia tu existencia,
y unir a mis sentidos tus sentidos!

¡Aspirarte en un soplo del ambiente,
y así verte sobre mi vida en calma,
toda la llama de tu pecho ardiente
y todo el éter del azul de tu alma!

Aspirarte, mujer... De ti llamarme,
y en ciego, y sordo, y mudo constituirme,
y en ciego, y sordo, y mudo consagrarme
al deleite supremo de sentirte
¡y a la dicha suprema de adorarte!



jueves, 22 de noviembre de 2012

A MARGARITA



¡Qué radiosa es tu faz blanca y tranquila
bajo el dosel de tu melena blonda!
¡Qué abismo tan profundo tu pupila,
pérfida y azulada como la onda!

El fulgor soñoliento que destella
en tus ojos donde hay siempre un reproche
viene cual la mirada de la estrella
de un cielo ennegrecido por la noche.

Tu rojo labio en que la abeja sacia
su sed de miel, de aroma y embeleso,
ha sido modelada por la gracia
más para la oración que para el beso.

Tu voz que ora es aguda y ora grave,
llena de gratitud suena en mi oído,
como el saludo arrullador del ave
al sol naciente que despierta el nido.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Ruinas




Memorias veneradas de otros días,
soberbios monumentos,
del pasado esplendor reliquias frías,
donde el arte vertió sus fantasías,
donde el alma expresó sus pensamientos.

Al veros ¡ay! con rapidez que pasma
por la angustiada mente
que sueña con la gloria y se entusiasma
la bella historia de otra edad luciente.

¡Oh Quisqueya! Las ciencias agrupadas
te alzaron en sus hombros
del mundo a las atónitas miradas;
y hoy nos cuenta tus glorias olvidadas
la brisa que solloza en tus escombros.

Ayer, cuando las artes florecientes
su imperio aquí fijaron
y creaciones tuviste eminentes,
fuiste pasmo y asombro de las gentes,
y la Atenas moderna te llamaron.

Águila audaz que rápida tendiste
tus alas al vacío
y por sobre las nubes te meciste:
¿por qué te miro desolada y triste?
¿dó está de tu grandeza el poderío?

Vinieron años de amarguras tantas,
de tanta servidumbre;
que hoy esa historia al recordar te espantas,
porque inerme, de un dueño ante las plantas,
humillada te vio la muchedumbre.

Y las artes entonces, inactivas,
murieron en tu suelo,
se abatieron tus cúpulas altivas,
y las ciencias tendieron, fugitivas,
a otras regiones, con dolor, su vuelo.

¡Oh mi Antilla infeliz que el alma adora!
Doquiera que la vista
ávida gira en tu entusiasmo ahora,
una ruina denuncia acusadora
las muertas glorias de tu genio artista.

¡Patria desventurada! ¿Qué anatema
cayó sobre tu frente?
Levanta ya de tu indolencia extrema:
la hora sonó de redención suprema
y ¡ay, si desmayas en la lid presente!

Pero vano temor: ya decidida
hacia el futuro avanzas;
ya del sueño despiertas a la vista,
y a la gloria te vas engrandecida
en alas de risueñas esperanzas.

Lucha, insiste, tus títulos reclama:
que el fuego de tu zona
preste a tu genio su potente llama,
y entre el aplauso que te dé la fama
vuelve a ceñirte la triunfal corona.

Que mientras sueño para ti una palma,
y al porvenir caminas,
no más se oprimirá de angustia el alma
cuando contemple en la callada calma
la majestad solemne de tus ruinas.




viernes, 16 de noviembre de 2012

La llegada del invierno



Llega en buen hora, más no presumas
ser de estos valles regio señor
que en el espacio mueren tus brumas
cuando del seno de las espumas
emerge el astro de esta región.

En otros climas, a tus rigores
pierden los campos gala y matiz,
paran las aguas con sus rumores,
no hay luz ni brisas, mueren las flores,
huyen las aves a otro confín.

En mi adorada gentil Quisqueya,
cuando el otoño pasando va,
la vista en vano busca tu huella:
que en esta zona feliz descuella
perenne encanto primaveral.

Que en sus contornos el verde llano,
que en su eminencia la cumbre azul,
la gala ostentan que al suelo indiano
con rica pompa viste el verano
y un sol de fuego baña de luz.

Y en esos campos donde atesora
naturaleza tanto primor,
bajo esa lumbre que el cielo dora,
tiende el arroyo su onda sonora
y alzan las aves tierna canción.

Nunca abandonan las golondrinas
por otras playas mi hogar feliz:
que en anchas grutas al mar vecinas
su nido arrullan, de algas marinas,
rumor de espumas y auras de abril.

Aquí no hay noches aterradoras
que horror al pobre ni angustia den,
ni el fuego ansiando pasa las horas
de las estufas restauradoras
que otras regiones han menester.

Pasa ligero, llega a otros climas
donde tus brumas tiendas audaz,
donde tus huellas de muerte imprimas,
que aunque amenaces mis altas cimas
y aunque pretendas tu cetro alzar,

siempre mis aguas tendrán rumores,
blancas espumas mi mar azul,
mis tiernas aves cantos de amores,
gala mis campos, vida mis flores,
mi ambiente aromas, mi esfera luz.



lunes, 12 de noviembre de 2012

Impresiones





Quejas del alma, vagos rumores,
lejanas brumas, rayos de luz,
fragante aroma de índicas flores,
himnos de guerra, cantos de amores
brotan al ritmo de tu laúd.

¿Quién, recorriendo tus Fantasías,
hijas del trópico abrasador,
vibrar no siente las armonías
de aquella raza que en otros días
poblar sus selvas Quisqueya vio?

Sobre la cumbre de las montañas,
de las palmeras bajo el dosel,
al grato abrigo de las cabañas,
y hasta en las grutas al hombre extrañas
haces del indio la sombra ver.

Y el aire cruza triste lamento,
y el eco suena del tamboril,
y al valle indiano, y al ave, al viento
a todo presta tu blando acento
fuego, armonía, vida y matiz.

Y el junco verde que en la onda
la tumba sola que arrulla el mar,
y el ave errante que allá suspira,
notas perennes dan a tu lira,
tristes historias llenas de afán.

Entre sus bosques afortunados
no escucho nunca la indiana grey
dulces areitos tan acordados
como tus cantos privilegiados,
vagos preludios de ignoto edén.

Parece, bardo, que el genio ardiente
de estas regiones habitador
templó tu lira suave y doliente,
y en viva lumbre bañó tu frente
dando a tus ritmos inspiración.

Que si inspirado suena tu canto
poblando aéreo la soledad,
ávida el alma te sigue, en tanto
que dulces notas de nuevo encanto
fascinadoras haces vibrar.

Cuando al transporte del numen cedes,
cuando tu mano pulsa el laúd
y en la armonía fácil excedes,
¡ay, quién pudiera, como tú puedes,
dar a sus trovas música y luz!

Pues de una fama ya merecida
tus Fantasías vuelan en pos,
mientras acepto, reconocida,
de esos cantares llenos de vida
con noble orgullo la ofrenda yo.

¡Oh, de la patria de Anacaona
cantor amante, bardo feliz!
ciñe con flores de nuestra zona
la que prepara digna corona
para tus sienes el porvenir.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Anciana en Recoletos






En el pico de un banco está sentada.
No quiere molestar. No mira al frente.
No la turban los ruidos ni la gente.
La tela que la cubre está gastada.

Es blanca su cabeza mal peinada.
Veo de su perfil sólo un pendiente,
y un zapato sin brillo, indiferente
a la media tupida y descolgada.

Esta mujer de pena y de polilla,
en silencio por cuanto la atropella,
no ve cómo se acercan los gorriones.

Da su espalda a la Diosa de la Villa,
al Palacio de Comunicaciones,
donde nunca habrá carta para ella.



jueves, 8 de noviembre de 2012

El ave y el nido



¿Por qué te asustas, ave sencilla?
¿Por qué tus ojos fijas en mí?
Yo no pretendo, pobre avecilla,
llevar tu nido lejos de aquí.

Aquí, en el hueco de piedra dura,
tranquila y sola te vi al pasar,
y traigo flores de la llanura
para que adornes tu libre hogar.

Pero me miras y te estremeces,
y el ala bates con inquietud,
y te adelantas, resuelta, a veces,
con amorosa solicitud.

Porque no sabes hasta qué grado
yo la inocencia sé respetar,
que es, para el alma tierna, sagrado
de tus amores el libre hogar.

¡Pobre avecilla! Vuelve a tu nido
mientras del prado me alejo yo;
en él mi mano lecho mullido
de hojas y flores te preparó.

Mas si tu tierna prole futura
en duro lecho miro al pasar,
con flores y hojas de la llanura
deja que adorne tu libre hogar.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Contigo irá mi sombra



Bajo mi rostro a tu perfil yacente
que alumbra el lecho de tu alcoba oscura.
Un escarchado arroyo es tu figura,
y en ríos van mis ojos por tu frente.

Yo caliento tu helor inútilmente.
Párpados tuyos besa mi locura,
pómulos, labios de tu boca pura.
En fuego y frío estamos solamente.

Vienen tinieblas a envolver las luces
de tu cuerpo que asciende y que me deja
para siempre olvidada y consumida.

Contigo irá mi sombra. Cuando cruces
de nuevo un mundo de dolor y queja,
me alzaré como un monte hacia tu vida.



jueves, 1 de noviembre de 2012

ALGUIEN



 Alguien barre
y canta
y barre
(zuecos en la madrugada).
  Alguien
dispara las puertas.
¡Qué miedo,
madre!
  (¡Ay, los que en andas del viento,
en un velero a estas horas
vayan arando los mares!)
  Alguien barre
y canta
y barre.
  Algún caballo, alejándose,
imprime su pie en el eco
de la calle.
¡Qué miedo,
madre!
  ¡Si alguien llamara a la puerta!
¡Si se apareciera padre
con su túnica talar
chorreando!...
¡Qué horror,
madre!
     Alguien barre
                 y canta
                       y barre.

martes, 30 de octubre de 2012

ROSAS URGENTES PARA UN AMOR FUTURO



Un niño va a nacer. Y es una pena
que estén oliendo a llanto sus pañales,
que no haya ni un clavel ni una azucena
para aromar sus besos iniciales.

Un niño va a nacer, un universo
de amor brotando, apenas, de un gemido,
una canción inacabable, un verso
que vencerá a la muerte y al olvido.

Un niño va a nacer y nadie sabe
qué hacer para que el mundo se sonría,
porque entre tantas lágrimas no cabe
que pueda florecer tanta alegría.

Un niño va a nacer... Necesitamos
rosas urgentes, besos infantiles,
palmas alegres y olorosos ramos
para enterrar un mundo de fusiles.

Hagamos una tregua en la batalla.
Convirtamos en cántico la arenga.
Que un niño va a nacer... ¡no sea que vaya
a mancharse de sangre cuando venga...!

Que un niño va a nacer y todavía
ni pañales ni sábanas tenemos,
que está nevando el odio y si se enfría
¿con qué ropa de amor le envolveremos?

Pongamos rosas y claveles rojos
en el quicio de todas las ventanas,
inundemos de pájaros los ojos
y volteemos todas las campanas.

Cantemos la esperanza que aprendimos
de memoria cuando éramos pequeños
y vendimiemos todos los racimos
que aún quedan en la viña de los sueños.

Que un niño va a nacer y ¡qué sería
de nosotros, amor, si descubriera
que para recibir tanta alegría
nos queda ya tan poca primavera!

lunes, 22 de octubre de 2012

UN RAMO DE ESPERANZAS




Poema para una hija que va a ser madre

Cuando llegue el milagro
en que tu carne cante y te sonría
un nuevo corazón,
en que tu alma
la eternidad escriba,
entonces,
como si te doliera la alegría
de ser, como si dieras
a luz el mar,
entonces,
hija mía,
entenderás el paraíso,
el júbilo
de ser más que tú misma.

Será como si el tiempo
te inaugurara nuevamente viva
y tú,
madre estrenada
búcaro de caricias,
aumentarás la Creación, sumando
un verso más de amor al gran poema
de la vida.

Cuando llegue el milagro
y con el oro de tu sangre escribas
un nuevo ser sobre la nada
y nadie
sepa explicarse cómo
y te bendiga
Dios porque has contestado a su llamada,
entonces,
hija mía,
cuando llegue
ese momento en el que tu sonrisa
se cuaje en carne tuya,
en beso tuyo
y el mundo arda en tu gozo,
madre niña,
y todo el orbe
gire a tu alrededor como una noria
de rosas,
entonces
comprenderás la eternidad que estaba
en tu entraña dormida,
te sentirás pequeña como un beso,
llena como una espiga.

Y sólo entonces
entenderás que en una gota minima
puede caber el mar.

¡Y la alegría
de Dios que está esperando ese momento
para añadir tu gozo a su sonrisa...!


miércoles, 17 de octubre de 2012

Bella



BELLA,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.

Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.

Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.

Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.

martes, 16 de octubre de 2012

Juventud



Esta blanca noche de verano
se desvanece lentamente hacia la nada;
se desvanece y ya
no volverá a ser nunca.

Apenas el recuerdo podrá
derribar una puerta,
esculpir un espejo de sombras
sobre el que dibujar
-equivocadamente-
tu rostro y tus manos,
el acantilado aquel
donde nos hicimos mar,
el preciso instante en que,
jóvenes y nerviosos,
nos supimos,
pero no retornará con él
el aroma cálido de tu piel,
la quietud de tus huellas
sobre mis huellas,
el vértigo húmedo de tus labios sobre mi boca.

Ya no quedará nada;
el día de mañana
se alimentará de las cenizas de hoy.
Mudos quedarán los veranos venideros,
como un soplo de frío
estancado en mitad de mis sábanas.
Intentaré esculpir tus ojos
a golpe de recuerdos y fotografías,
intentaré recuperarte
desde esta lejana derrota de labios muertos,
de versos muertos,
de palabras y besos
sin retorno.

lunes, 15 de octubre de 2012

Libros





Nada merece tanto un poema
como todo lo que desprendes a mi lado

y aunque –posiblemente- necesites algo más sólido
que las palabras
en esta cuenta atrás de nuestra piel compartida,
quiero que sepas
que dejaré que me abras el corazón en páginas,
que escupas sobre mi papel tus miserias,
tu negra sombra.
que dejaré que me leas por dentro y me imagines
y te escribas
y me inventes.
que hagas de mí, sin urgencias,
tu libro de cabecera.

domingo, 14 de octubre de 2012

TU MIRADA DICE SI



Dices no quererme así,
mas tu mirar dice si...
Todo muestra nuestro mirar..
Si deseamos amar,
O si deseamos odiar...
No se puede negar
La increíble fuerza del mirar...
Miradas que son como besos,
transbordantes de cariño,
mostrando el camino
para el amor y el deseo...
Un mirar penetrante,
un mirar muy amante...
Tu mirar conquistador,
conquistó mi amor...
Un mirar hechicero,
una sonrisa tentadora,
conquistando por entero
todo mi amor...
Intentaste decir no,
mas tu mirar reveló
que tu corazón dice si,
dice que me quieres,
como te quiero yo a ti...

sábado, 13 de octubre de 2012

MAR


Porque el mar,
con su constante precisión de olas imparables,
viene y va,
se aleja o regresa,
resuelve su singular lejanía
con unas palabras de espuma
que bajo el sol
se desvanecen.
Ese mar que alimenta fantasmas y retornos,
ese mar que alimenta buques con pesadas cargas
y caracolas en las manos de un niño,
ese mar que desencadena tu rostro y mis labios,
tu noche y mis miedos.
Yo, inútil marinero
de rocas en la orilla,
siempre quise comprender el mar,
su memoria azul,
su mirada de vigía, la latitud
de esos puertos donde descansar
la atormentada vida,
fatigada por salvar
unos pocos restos del naufragio.
Porque el mar, el siempre mar,
es el lugar de todos los puertos
y solo uno,
es el oculto oleaje
donde a un hombre le es devuelta, al fin,
la voz de ese niño
sumergido
en lo más profundo de la memoria.

viernes, 12 de octubre de 2012

Manos



Tomaste mi mano entre la tuya
de un modo casual
e inocente,
y, lentamente,
nos fuimos alejando del grupo,
unidos de ese modo invisible
en que dos
son uno.

Ocultos entre los almendros
buscamos la complicidad
de las miradas.
Yo, por un instante,
creí en la vida,
en el amor a pesar de los años.
Tú sonreías.

Alguien, tras varias horas,
vino a buscarnos,
y separamos las manos
con el vértigo doloroso
con que se separa
el sueño de la vida.
Volvimos a vernos en días sucesivos,
pero ya el aire
era distinto.

Fue hermoso. Aún lo recuerdo;
apenas unas horas para el mundo.
Tus manos, sin embargo,
aún acarician las mías en recuerdos,
como si tus huellas
quedaran ancladas a mis huellas,
como si no se hubiesen sucedido, al fin,
los instantes, las olas y los siglos.

jueves, 11 de octubre de 2012

LLUVIA







La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!


miércoles, 10 de octubre de 2012

La casa vacía








Yo recuerdo una casa que he dejado. 
Ahora está vacía. 
Las cortinas se mecen con el viento, 
golpean las maderas tercamente 
contr alos muros viejos. 
En el jardín, donde la hierba empieza 
a derramar su imperio, 
en la sala de muebles enfundados, 
en espejos desiertos 
camina, se deliza la soledad calzada 
de silencioso y blando terciopelo.

Aquí donde su pie marca la huella, 
en este corredor profundo y apagado 
crecía una muchacha, levantaba 
su cuerpo de ciprés esbelto y triste.

(A su espalda crecían sus dos trenzas 
igual que dos gemelos ángeles de la guarda. 
Sus manos nunca hicieron otra cosa 
más que cerrar ventanas.)

Adolesencia gris con vocación de sombra, 
con destino de muerte: 
las escaleras duermen, se derrumba 
la casa que no supo detenerte

martes, 9 de octubre de 2012

La casa de mi infancia


Los recuerdos de mi infancia
caminan sobre las baldosas frías de esta casa
que parece enferma,
arrugada como un anciano invadido de invierno
que aguarda con último quejido
la cálida luz de los veranos.
El abandono ha invadido las paredes
con alma de asesino y dibuja sobre las habitaciones
una cartografía gris, húmeda
que oscurece los recuerdos que apenas permanecen.
Por algún vidrio roto
se cuela furtivo el viento y revuelve la memoria
con voz desconocida.
Duele mirar esta casa,
su imagen aturdida, desangrada,
como nos duelen los años
en los cuerpos de aquellos
que nos son queridos.

lunes, 8 de octubre de 2012

Infancia


Infancia.


Y volver a soñar
con un cielo de caramelo,
con la luna de queso
y los días sin fin.


Y correr y enredarme
con los colores del tiempo
abrazando fantasías
de un mundo que inventé.


Y volver a tener
esa inocencia bendita
donde las tristezas
no tienen lugar.


Donde las rabietas
se calman con un dulce,
donde desconoces
el odio y el rencor.


Y volver a sentirme
libre de temores
viviendo los días
de principio a fin.


Inventando sueños,
bailando con el viento
y gritandole al silencio
que eterna quiero ser.


Maravillosa niñez ,
nostalgia del ayer…



jueves, 4 de octubre de 2012

Historia


Él le cuenta falsas historias,
viajes que nunca sucedieron,
y le susurra al oído
cuánto la quiere,
mientras ella juega con sus anillos
tímida y nerviosa.

Ella mira apasionadamente
su boca carnosa,
y se deja seducir
por el cálido movimiento
que producen sus labios al moverse.
Le confiesa
que al llegar la noche
le mostrará su secreto.

Y él le susurra al oído
que nunca dejará de amarla,
que siempre la llevará entre sus venas;
y se estrechan las manos con más fuerza,
y bajan las miradas con vergüenza,
y se besan, y sonríen,
y de eso hace ya
miles de años.