Majestuoso en la llanura, bajo el sol abrasador,
con tu piel de noche oscura y tu estampa de valor.
Te alzas, toro imponente, en la tierra que es tu hogar,
con la fuerza de un torrente, con el alma de un jaguar.
Tus ojos, brasas ardientes, reflejan todo tu ser,
coraje entre dientes, al viento, a la mujer.
Eres fuego en movimiento, bravura sin domar,
un latido en el momento que te atreves a luchar.
La sangre corre en tus venas como el río en su caudal,
y el miedo nunca frena tu paso firme y leal.
Te alzas entre la arena, figura de dignidad,
en cada embate resuenas como un canto a la verdad.
Toro bravo, noble fiera, testigo del buen soltar,
en tu furia, primavera, en tu andar, la libertad.
Que en tu lucha siga viva esa chispa de candor,
toro bravo, fuerza altiva, eres eco del valor.