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viernes, 2 de agosto de 2024

Quien soy yo


 

¿Quién soy yo? Pregunta eterna,

Eco de la existencia en la caverna,

Reflejo en el agua, sombra en la arena,

Buscando respuestas, alma serena.


Soy el susurro del viento en la tarde,

El sol que se oculta y luego arde,

Soy el río que fluye sin detenerse,

Un ciclo de vida, un alma al crecerse.


Soy las risas y lágrimas compartidas,

El pulso de amores, las heridas,

Soy el misterio en la noche callada,

El despertar de la aurora dorada.


Soy la historia escrita en cada pliegue,

El eco del tiempo que no se doblega,

Soy el canto de un ave en el alba,

Y el susurro del mar que no se acaba.


Soy cada sueño, cada anhelo,

El cielo estrellado, el vasto cielo,

Soy la duda que a veces consume,

Y la certeza que, a veces, asume.


Soy el pasado, el presente y el devenir,

Una chispa divina, un ansia de existir,

Soy todo y nada en el vasto universo,

Un verso perdido en el infinito verso.


¿Quién soy yo? Quizá nunca lo sepa,

Un viajero eterno, en búsqueda perpetua,

Soy la pregunta que siempre persiste,

Un ser en el cosmos, simplemente existe.









jueves, 1 de agosto de 2024

Vida Cotidiana


 

En el alba tímida despierta el día,

se deshilachan sueños de la noche fría.

Las calles bostezan bajo un sol naciente,

y la ciudad murmura su canción silente.


Café humeante, ritual mañanero,

un sorbo de vida en un mundo pasajero.

La prisa en los pasos, rutina constante,

en el vaivén diario de un ritmo vibrante.


El reloj, dictador de horas y minutos,

marca el compás de todos los asuntos.

Risas y llantos, trabajo y descanso,

se tejen en el lienzo de un tiempo manso.


En la esquina, el panadero amasa sus sueños,

fragancias de harina, de viejos empeños.

Niños que corren tras un balón,

mientras el sol juega con su fulgor.


La tarde se tiñe de un dorado tenue,

sombra y luz bailan, en un vaivén perenne.

Los ecos del día se desvanecen lentos,

y la calma regresa con sus alientos.


La cena en familia, el calor del hogar,

el suave murmullo del amor sin cesar.

Palabras compartidas, miradas sinceras,

la vida se vive en estas pequeñas esferas.


La noche despliega su manto estrellado,

y en cada hogar se encuentra un legado.

En lo cotidiano, en lo simple y verdadero,

reside la magia de un mundo entero.


Así transcurre la vida, día tras día,

un ciclo eterno de rutina y poesía.

En lo sencillo se halla la esencia,

la vida cotidiana, en toda su presencia.