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Mostrando entradas con la etiqueta Muerte. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 19 de febrero de 2014

Azrael



Azrael, abre tu ala negra, y honda, 
cobíjeme su palio sin medida, 
y que a su abrigo bienechor se esconda 
la incurable tristeza de mi vida. 

Azrael, ángel bíblico, ángel fuerte, 
ángel de redención, ángel sombrío, 
ya es tiempo que consagres a la muerte 
mi cerebro sin luz: altar vacío... 

Azrael, mi esperanza es una enferma; 
ya tramonta mi fe; llegó el ocaso, 
ven, ahora es preciso que yo duerma... 
¿Morir..., dormir..., dormir...? ¡Soñar acaso!



                                                                     Amado Nervo

martes, 18 de febrero de 2014

Atardecer



Siento mi corazón en la dulzura 
fundirse como ceras: 
son un óleo tardo 
y no un vino mis venas, 
y siento que mi vida se va huyendo 
callada y dulce como la gacela.


Gabriela Mistral

lunes, 17 de febrero de 2014

A Kempis



Ha muchos años que busco el yermo, 
ha muchos años que vivo triste, 
ha muchos años que estoy enfermo, 
¡y es por el libro que tú escribiste! 

¡Oh Kempis, antes de leerte amaba 
la luz, las vegas, el mar Océano; 
mas tú dijiste que todo acaba, 
que todo muere, que todo es vano! 

Antes, llevado de mis antojos, 
besé los labios que al beso invitan, 
las rubias trenzas, los grandes ojos, 
¡sin acordarme que se marchitan! 

Mas como afirman doctores graves, 
que tú, maestro, citas y nombras, 
que el hombre pasa como las naves, 
como las nubes, como las sombras... 

huyo de todo terreno lazo, 
ningún cariño mi mente alegra, 
y con tu libro bajo del brazo 
voy recorriendo la noche negra... 

¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo, 
pálido asceta, qué mal me hiciste! 
¡Ha muchos años que estoy enfermo, 
y es por el libro que tú escribiste!


Amado Nervo

A Juan Ramón Jiménez



¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza 
para empezar, valiente, la divina pelea? 
¿Has visto si resiste el metal de tu idea 
la furia del mandoble y el peso de la maza? 

¿Te sientes con la sangre de la celeste raza 
que vida con los números pitagóricos crea? 
¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea, 
a los sangrientos tigres del mal darías caza? 

¿Te enternece el azul de una noche tranquila? 
¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila 
cuando el Angelus dice el alma de la tarde?... 

¿Tu corazón las voces ocultas interpreta? 
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta. 
La belleza te cubra de luz y Dios te guarde.

Rubén Darío

domingo, 16 de febrero de 2014

Cero


Mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire

muevo mis dedos como si pudieran
atrapar o atraparme
pero mi saldo disminuye

muevo mis ojos como si pudieran
entender o entenderme
pero mi saldo disminuye

muevo mis pies cual si pudieran
acarrear o acarrearme
pero mi saldo disminuye

mi saldo disminuye cada día
qué digo cada día
cada minuto cada
bocanada de aire

y todo porque ese
compinche de la muerte
el cero
está esperando


                                                                         Mario Benedetti

viernes, 14 de febrero de 2014

Ausencia de Dios



Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.


Mario Benedetti

Allende



Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo.


Mario Benedetti

Ahora todo está claro


Cuando el presidente, cualquier presidente 
se preocupa tanto 
por los derechos humanos 

parece evidente que en ese caso 
derecho no significa facultad 
o atributo 
o libre albedrío 
sino diestro 
o antizurdo 
o flanco opuesto al corazón 
lado derecho en fin 

en consecuencia 
¿no sería hora 
de que iniciáramos 
una amplia campaña internacional 
por los izquierdos humanos?

Mario Benedetti

jueves, 13 de febrero de 2014

¿Qué les queda a los jóvenes?



¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti

martes, 11 de febrero de 2014

20 Poemas de amor ( Poema 11 )


Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas 
la mitad de la luna. 
Girante, errante noche, la cavadora de ojos. 
A ver cuántas estrellas trizadas en la charca. 

Hace una cruz de luto entre mis cejas, huye. 
Fragua de metales azules, noches de las calladas luchas, 
mi corazón da vueltas como un volante loco. 
Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos, 
a veces fulgurece su mirada debajo del cielo. 
Quejumbre, tempestad, remolino de furia, 
cruza encima de mi corazón, sin detenerte. 
Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz soñolienta. 
Desarraiga los grandes árboles al otro lado de ella. 
Pero tú, clara niña, pregunta de humo, espiga. 
Era la que iba formando el viento con hojas iluminadas. 
Detrás de las montañas nocturnas, blanco lirio de incendio, 
ah nada puedo decir! Era hecha de todas las cosas. 

Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos, 
es hora de seguir otro camino, donde ella no sonría. 
Tempestad que enterró las campanas, turbio revuelo de tormentas 
para qué tocarla ahora, para qué entristecerla. 
Ay seguir el camino que se aleja de todo, 
donde no esté atajando la angustia, la muerte, el invierno, 
con sus ojos abiertos entre el rocío.


Pablo Neruda

lunes, 10 de febrero de 2014

20 Poemas de amor ( Poema 6 )



Te recuerdo como eras en el último otoño. 
Eras la boina gris y el corazón en calma. 
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo. 
Y las hojas caían en el agua de tu alma. 

Apegada a mis brazos como una enredadera, 
las hojas recogían tu voz lenta y en calma. 
Hoguera de estupor en que mi sed ardía. 
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma. 

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño: 
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa 
hacia donde emigraban mis profundos anhelos 
y caían mis besos alegres como brasas. 

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros. 
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma! 
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos. 
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.


Pablo Neruda

lunes, 30 de diciembre de 2013

A mi Madre


Te fuiste de mi lado. 
En silencio fue tu partida. 
Mi corazón se ha desangrado 
por tan súbita despedida. 

Tu espíritu luchador 
a la vida se aferraba. 
Más Dios, desesperado, 
a su lado te llamaba. 

En ángel te has convertido. 
Velando por nosotros estás. 
Aguardando que se cumpla la cita 
de reunirnos en la eternidad. 

Sin embargo, me parece tan lejos... 
Quisiera ahora poderte abrazar. 
Te busco, te llamo. No te encuentro. 
Dime... ¿Cómo me he de consolar? 

Tu amor incalculable 
mis faltas por alto pasó. 
Porque el querer de una madre, 
ese, no tiene comparación. 

Sé que en el cielo habitas. 
Al lado de Dios has de estar. 
Aguardaré paciente el día 
en que nos volvamos a encontrar. 

Entonces será para siempre. 
Nada ni nadie nos podrá separar. 
No temeré cuando llegue mi momento 
pues tu presencia me confortará. 

Me esforzaré por ganar el cielo 
para no perderte nunca más. 
Mientras tanto, guía mis pasos. 
Ilumina mi senda, enséñame el camino. 

Que tu presencia me rodee siempre 
hasta que se cumpla mi destino.





miércoles, 3 de abril de 2013

Anhelo




Seguid la carretera que tendida
entre prados está
como inmenso reptil de fina escama
parado a descansar,
y una plaza, antesala de una aldea,
por fin encontraréis
donde la vieja iglesia está orgullosa
de su misma vejez.
Y allí donde agrupadas las acacias
al declinar el sol
parecen los guardianes que se estrechan
para velar mejor;
allí donde las brumas misteriosas
flotan entre la luz;
donde corta el escueto campanario
el horizonte azul;
allí donde las negras cordilleras
parecen a mi afán
negras perlas formando de los valles
el sombrío collar,
está la pobre aldea que idolatro
porque en ella nací,
cuando el otoño descolora impío
de la selva el matiz.
Mi hogar perdido en la olvidada aldea
contemplad con amor
y en su iglesia rezad, que allí he rezado
mi primera oración.
¡Mi aldea! Quiero verla, quiero sola
sus playas recorrer
y aspirar en sus auras nueva vida,
la vida de la fe.
¡Llevádme, por favor! Busco armonías
que sólo encuentro allí,
secreto de sus noches y sus olas
que cantan al gemir.
Quiero, Galicia, en tu adorado seno
mi tristeza cantar,
tú, que vives, cual yo, desventurada,
tú me comprenderás.
Quiero en tus soledades dar al mundo
mi postrimer adiós…
y en tu iglesia rezar entre mis lágrimas
mi postrera oración.


Lee todo en: Anhelo - Poemas de Sofía Pérez Casanova http://www.poemas-del-alma.com/sofia-perez-casanova-anhelo.htm#ixzz2PQs1C618

martes, 11 de diciembre de 2012

MÍSTICA




Si en tus jardines, cuando yo muera,
cuando yo muera, brota una flor;
si en un celaje ves un lucero,
ves un lucero que nadie vio;
y llega una ave que te murmura,
que te murmura con dulce voz,
abriendo el pico sobre tus labios,
lo que en un tiempo te dije yo:
aquel celaje y el ave aquella,
y aquel lucero y aquella flor
serán mi vida, que ha transformado,
que ha transformado la ley de Dios.

Serán mis fibras con otro aspecto,
ala y corola y ascua y vapor;
mis pensamientos transfigurados,
perfume y éter y arrullo y sol.
Soy un cadáver ¿cuándo me entierran?
Soy un viajero ¿cuándo me voy?
Soy una larva que se transforma
¿cuándo se cumple la ley de Dios
y soy entonces, mi blanca niña,
celaje y ave, lucero y flor?


martes, 9 de octubre de 2012

La casa de mi infancia


Los recuerdos de mi infancia
caminan sobre las baldosas frías de esta casa
que parece enferma,
arrugada como un anciano invadido de invierno
que aguarda con último quejido
la cálida luz de los veranos.
El abandono ha invadido las paredes
con alma de asesino y dibuja sobre las habitaciones
una cartografía gris, húmeda
que oscurece los recuerdos que apenas permanecen.
Por algún vidrio roto
se cuela furtivo el viento y revuelve la memoria
con voz desconocida.
Duele mirar esta casa,
su imagen aturdida, desangrada,
como nos duelen los años
en los cuerpos de aquellos
que nos son queridos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

El gran sol

Una embarcación pesquera de China navega por las tempestuosas aguas en medio del tifón Bolaven en la costa de Seogwipo, en la isla Jeju, en Corea del Sur. el lunes 27 de agosto del 2012. Dos embarcaciones pesqueras se estrellaron contra las rocas en las aguas tempestuosas por el tifón Bolaven y cinco pescadores murieron mientras los guardacostas rescataba a 12 sobrevivientes y buscaban a 10 que desaparecieron en medio de las agitadas aguas.  Foto: Yonhap, Kim Ho-cheon / AP


Zarparon un día hacia el gran sol. En el muelle
las mujeres encendieron una enorme luminaria
con cajas de pescado y cartones
para despedir a los marineros
con un poco de luz que llevarse a los ojos.
Partículas de ceniza se elevaban como gaviotas
y luego se dejaban caer sobre nuestras ropas humedecidas.
Memoria del fuego para un regreso.
Zarparon un día hacia el gran sol
y no volvieron.
Un golpe de mar quebró su barco.
Un golpe de mar: el agua.
Cómo detener desde entonces
esta lluvia de cenizas que cae
eternamente.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Besos



Te pierdo.
A cada segundo
el olvido me borra un poco más de ti,
como un ejército de cenizas que invadiese
el mapa de tu rostro,
nublándome con su estéril manto
cada una de las palabras
que un día me dijiste,
hasta que, al fin,
no queda más que un frágil susurro
de lo que fue tu voz
en mi memoria.

Te pierdo,
y cada segundo sin ti
me duele una hora,
y cada hora,
la vida entera.
Tu rostro se desvanece,
y ya no queda ni un trozo de piel
sobre el que aferrarme en sueños,
y al irte así,
tan lentamente,
tan gota a gota,
me dejas, al fin,
unos besos sin boca,
un cielo sin alas.

jueves, 16 de agosto de 2012

OSCURIDADES




Tengo unas fuerzas ocultas
jugando con mis recuerdos,
viajeros son entre nubes
de mundos que tal vez siento.

Guerreros ya perdedores
heridos en la batalla,
sangrándome el corazón
humillándome el alma.

Errantes son los recuerdos
sobre gentes tan extrañas,
que clavan sobre mi pecho
la frialdad de sus dagas.

Se reparten los despojos
de mi alma desgarrada,
blandiendo las sensaciones
de antorcha ya apagada.

Yo siento cientos de gentes
buscar entre mis entrañas
la luz que se ha perdido
y mi mente me reclama.

El brillo que da la luz
se apaga en la distancia
de corazones de piedra
que lo emplean por coraza.

Rompiendo estoy en pedazos
la vida que ya se acaba,
sintiéndome sin la fuerza
para entrar en la batalla.

Buscando voy por caminos
llegar hacia un destino,
tal vez lo encuentre mi mente
vagando por mis sentidos.

Solo encuentro rincones
ocultos por las tinieblas,
ofreciéndome placeres
a cambio de mis tristezas.

Tristezas de los ideales
que mi alma conservaba,
estandartes orgullosos
izados en mil batallas.

Recuerdos que ya no llegan,
soldados que se han perdido,
¡oscuridades que nacen
en el fondo del olvido!









domingo, 29 de julio de 2012

Puedo verte




Veo tu sentimiento
a través del cristal de tu ventana,
que abriste en la mañana
para ver salir el sol.

Veo tu pasión
a través del ojal de tu vestuario,
que escogiste del armario
para lucirlo hoy.

Veo tu amor
a través de tus escritos,
que los haces tan bonitos
para que los lea yo.

A través de las cosas
yo a ti, puedo verte,
porque eres tú mi suerte
y porque eres mi razón.




sábado, 28 de julio de 2012

Me dediqué a quererte




No estoy triste porque ya te vas
pues me dediqué a quererte,
unidos y abrazados más y más
haciendo nuestro amor más fuerte.

Acaricie tus suaves manos
y bien besé tus tiernos labios
contemplé tus lindos ojos negros
y vi contigo el pasar de los años.

Me entregué a tu terso cuerpo
me dediqué a quererte,
y ese fue mi gran acierto:
estar contigo hasta la muerte.