En los confines del tiempo y el espacio,
donde los sueños se entrelazan con la realidad,
se alza mi voz con añoranza de libertad.
Suspiro por aquellos días sin cadenas,
donde el viento acariciaba mi rostro con suaves caricias,
y mis pasos se perdían en caminos sin fronteras.
Anhelo aquellos instantes de plenitud,
donde el sol besaba mi piel con ternura,
y el horizonte se abría ante mis ojos con amplitud.
Recuerdo el susurro del mar en mis oídos,
mientras mis manos se sumergían en la arena,
y mi corazón latía al compás de los latidos.
Deseo volver a volar sin restricciones,
como un ave libre en el inmenso cielo azul,
dejando atrás las ataduras y las limitaciones.
Añoro la sensación de ser dueño de mi destino,
de caminar por senderos desconocidos,
y descubrir nuevos horizontes sin fin.
Oh, libertad, tesoro preciado y perdido,
vuelve a mis días con tu luz radiante,
libérame de las sombras que me han abatido.
Que el eco de mi voz alcance los confines del universo,
y despierte en los corazones el anhelo de ser libres,
porque en la añoranza de la libertad está el verso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario