En el bosque oculto bajo el manto estrellado,
Un ruiseñor solitario canta con pasión,
Sus trinos melodiosos en la noche callada,
Son versos de amor y lamentos de corazón.
Sus notas susurran secretos al viento,
Historias de amores perdidos y hallados,
En cada trillar hay un dulce lamento,
Que al alma sensible deja conmovidos.
Plumas doradas reflejan la luna,
Mientras su canto inunda el aire sereno,
Un eco de emociones que sube y se eleva,
Como un río de sentimiento, puro y pleno.
Oh, ruiseñor, poeta de la oscuridad,
Tu voz es un regalo, una joya en la noche,
A través de tus cantos, siento claridad,
Y en tu música, encuentro mi derroche.
Canta, pequeño ruiseñor, canta sin temor,
Tu poesía alivia las almas cansadas,
Eres un recordatorio de que el amor es el motor,
Y en cada trino, hay esperanza renovada.