Luchar contra la tristeza, noble tarea,
Un desafío que a todos nos alcanza,
Como el viento que sopla sin descanso,
Y en el alma deja su huella profunda.
La tristeza, esa sombra silente,
Que a veces se posa en nuestro ser,
Nos reta a encontrar la luz y el aliento,
A pesar de la oscuridad que pueda parecer.
En cada lágrima que brota de nuestros ojos,
En cada suspiro que escapa de nuestro pecho,
Se esconde la fuerza para enfrentar el abismo,
Y hallar la esperanza en medio del despecho.
No es un combate que se gane en un instante,
Es una batalla que lleva tiempo y esmero,
Pero en el camino, descubrimos nuestra fortaleza,
Y aprendemos que el amor es el mejor remedio.
Así que luchemos contra la tristeza sin tregua,
Con el apoyo de amigos y seres queridos,
Encontrando la belleza en los pequeños momentos,
Y abrazando la vida con corazones reavivados.
La tristeza puede ser una nube pasajera,
Un temporal que se disipa con el tiempo,
Pero también puede ser un maestro sabio,
Que nos enseña a valorar la luz en cada momento.
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