En la distancia que separa corazones,
En el silencio que se escucha entre los suspiros,
Reside un poder, sublime y eterno,
El poder que se encierra en un abrazo sincero.
Cuando las lágrimas se asoman tímidas,
Y el alma se agita, frágil y herida,
Un abrazo se convierte en el bálsamo cálido,
Sanando las heridas, por más profundas que hayan sido.
Es el lenguaje sin palabras del cariño,
Un gesto que trasciende el tiempo y el destino,
Enlaza dos almas con un lazo invisible,
Y acerca los mundos que parecen inaccesibles.
Es un refugio, un puerto seguro en la tempestad,
Donde el miedo se disipa, y renace la paz,
Es el consuelo en medio de la adversidad,
La esperanza que se renueva en la oscuridad.
En un abrazo, se entregan sueños y anhelos,
Se comparten alegrías, se ahogan los duelos,
Es el regalo que enriquece al corazón,
Con un amor que no entiende de razón.
No importa si somos jóvenes o ancianos,
Si hablamos idiomas distintos o hablamos en vanos,
El poder de un abrazo es universal,
Es la magia que conecta, de verdad a verdad.
Que este abrazo sincero y poético,
Llegue hasta ti, sin importar lo geográfico,
Para recordarte que siempre habrá alguien,
Dispuesto a abrazarte y ser tu compañero fiel.
Así que no dudes en extender tus brazos,
Y abrazar con fuerza a aquellos que amas,
Porque en ese gesto sencillo y profundo,
Se encuentra el poder de un abrazo, rotundo.
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