En la vastedad de la vida, me siento perdida,
Como una hoja en el viento, sin rumbo ni salida.
Mis pasos vacilan, sin saber dónde ir,
En la oscuridad de mi ser, solo quiero huir.
Mis sueños se desvanecen, como estrellas fugaces,
Y en mi corazón una sensación de desamparo abraza.
Busco respuestas en el silencio de la noche,
Pero solo encuentro incertidumbre y derroche.
Mis pensamientos son tormentas de confusión,
Y en mi mente no encuentro la paz ni la razón.
Las dudas me rodean como nubes grises,
Y mi alma se desvanece entre los deslices.
Pero en este laberinto de desorientación,
Encuentro fuerza para enfrentar mi desazón.
Aunque me sienta perdida, no estoy sola,
El universo me guía, me envuelve y consuela.
Cada paso que doy, aunque sea en la penumbra,
Me acerca un poco más a la luz que alumbra.
En mi búsqueda, descubro nuevos caminos,
Y renazco de mis cenizas como un ave en desatinos.
Así que seguiré adelante, sin miedo a perderme,
Pues en cada extravío, algo nuevo aprendo y siento.
La vida es un constante viaje de autodescubrimiento,
aunque me sienta perdida, no hay tormento sin aliento.
Entonces abrazo mi sentir, mi desorientación,
Y encuentro en ello una hermosa transformación.
Porque en cada caída, me elevo más fuerte,
Y en cada pérdida, me encuentro presente.
Así que, querida alma perdida, no te aflijas,
Pues en tu extravío, se esconden las caricias.
Descubre el poder que llevas dentro de ti,
Y encontrarás el camino hacia tu propia vida.
Eres dueña de tu destino y tu fortaleza,
Aunque por momentos te sientas en la tristeza.
Recuerda que siempre hay una luz que te guía,
En los momentos en que te sientas más perdida.
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