En lo alto de Granada, joya de Andalucía,
se alza majestuosa la Alhambra, mi alegría.
Sus muros centenarios, testigos del pasado,
resuenan en susurros de historias entrelazado.
Oh, Alhambra, monumento de ensueño,
con tus jardines de encanto y esmero.
Tus palacios y patios, obra de arte sin igual,
reflejan la grandeza de un tiempo ancestral
En tus muros de yeso y cerámica colorida,
se dibujan mil formas, una danza de vida.
Arabescos y mocárabes, un festín visual,
que cautiva los sentidos en un sueño celestial.
Paseo por tus salones, me envuelve tu magia,
los techos estrellados me hablan en elegía.
La Sala de los Abencerrajes guarda un secreto,
un trágico romance de amor y desapego.
El Generalife, oasis de tranquilidad y paz,
con sus fuentes danzantes y flores en solaz.
La Alberca de los Leones, símbolo de majestuosidad,
manantial de vida en medio de la aridez.
En tus torres, como vigías del tiempo,
contemplas el valle con misterio y aliento.
La Torre de la Vela, testigo de atardeceres,
donde el sol se despide entre luces y colores.
Oh, Alhambra, joya de la historia y la arquitectura,
te venero con admiración y ternura.
Eres un legado eterno que el tiempo no desvanece,
un tesoro que en mi corazón siempre prevalece.
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