Hijos amados, frutos del amor,
Vuestras vidas han florecido con esplendor.
Desde pequeños crecieron con ilusión,
Y hoy como adultos llenan mi corazón.
En cada paso que dieron en la vida,
Mi amor y orgullo siempre han sido su guía.
Verlos crecer y madurar fue mi mayor alegría,
Siempre estaré aquí, en cada nuevo día.
Hoy veo en vosotros seres independientes,
Con sueños, metas y anhelos diferentes.
Caminan por senderos que eligen por sí mismos,
Y cada logro, celebro con amor y entusiasmo.
Recuerdo los días en que eran pequeños,
Donde su risa y juegos eran mis sueños.
Pero ahora son adultos, fuertes y valientes,
Y aunque el tiempo pase, mi amor no tiene límites.
A través de los años hemos compartido risas y llantos,
Hemos superado obstáculos, juntos y en tantos.
Cada momento vivido, grabado en mi memoria,
Un tesoro eterno, una historia de victoria.
Mis amados hijos, siempre serán mi luz,
En mi corazón, en cada amanecer y atardecer azul.
El amor que siento por vosotros nunca cambiará,
Aunque el tiempo avance, mi amor siempre perdurará.
Así que caminen con fuerza y confianza en su camino,
Siempre estaré aquí para apoyarlos, mi querido destino.
Sean felices, sigan sus sueños con pasión,
Mis hijos adultos, mi eterno amor en canción.
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