de los derechos del hombre
y se somete a la devoción
de que nadie es más que nadie
y de que nadie es menos que nadie
y de que todos somos alguien.
La paz se reafirma en el amor,
previo firmar la consideración
de adoptar una actitud de diálogo
y una aptitud de poeta.
Porque el poeta es la transmisión del yo,
se ratifica siendo para los demás,
lo que se es para uno:
un valor sin fronteras
y un frente sin valor de mercado.
Porque la paz no se puede construir
en falso, hay que llamar
a la armonía de los aires
para que limpien las discordias.
Lo primero es citarse
con los enemigos
y declarar la amistad
como horizonte
para todos los tiempos y edades.
En cielo tranquilo, sale el sol,
y al igual que en el mar,
a su paso, todo lo calma.
Porque todo pasa,
sólo la dulzura permanece.
Lo esencial es quedarse sin armas,
con el alma en donación,
para bañarse de versos
y declarar el estado del gozo.
Porque el gozo de la paz
es un mar siempre lleno
de níveas sonrisas,
tan puras como las de un niño
y tan inmensas como el cielo.