Contemplo la ciudad desde mi terraza,
Un mosaico de luces que parpadea,
Susurros de vida en cada callejuela,
Un lienzo urbano que el tiempo abraza.
Rascacielos alzándose con orgullo,
Sus techos tocando el manto estelar,
Testigos silentes de historias a contar,
De sueños que alcanzan lo más alto y azul.
El eco de risas y pasos apresurados,
Se eleva en la noche con dulce armonía,
Cada ventana una pequeña galería,
De vidas entrelazadas, destinos cruzados.
En la distancia, el murmullo del tráfico,
Un río de autos que nunca descansa,
Un pulso constante que avanza y avanza,
En este retrato nocturno, tan gráfico.
Oh ciudad, en tus calles palpita la vida,
En cada esquina un nuevo comienzo,
Y yo aquí, desde mi rincón suspendido,
Sintiendo el latido de este inmenso lienzo.
Las estrellas arriba, las luces abajo,
En mi terraza encuentro un refugio,
Un instante de paz en medio del bullicio,
Contemplando la ciudad, un espectáculo.
Así paso las horas, en silencio y calma,
Observando el vaivén de la urbe en acción,
En mi terraza, soy parte de esta trama,
Un espectador más, un alma en reflexión.
