En la vasta sinfonía de la existencia,
donde cada ser es una nota en danza,
permíteme entonar un poema de alabanza,
para que en tu corazón encuentres la esencia.
Siente en lo más profundo de tu ser,
que eres único, un ser irrepetible,
con dones y talentos incomparables,
una chispa divina dispuesta a florecer.
Eres un canto en el concierto de la vida,
una melodía que nadie más puede crear,
con tus sueños como notas en libertad,
compone tu historia, no importa la medida.
Descubre la verdad que te habita,
esa luz interior que brilla sin cesar,
en cada paso, en cada nuevo despertar,
en tu esencia más pura, infinita.
La felicidad habita en tu ser,
no en el afuera, ni en lo material,
es un estado que debes cultivar,
con gratitud y amor, sin perecer.
Enamórate de cada amanecer,
de los colores que pintan el cielo,
de los abrazos cálidos, sinceros,
y de los sueños que anhelas hacer.
La vida es un regalo, un tesoro,
un lienzo en blanco para dibujar,
entrelaza tus pasos sin titubear,
y abraza cada instante, sin dudar.
Así que, amigo mío, siéntete único,
verdadero, feliz y enamorado,
porque la vida te ha sido entregada,
para que escribas tu poema mágico.
No dejes que nadie apague tu brillo,
ni que la tristeza opaque tu risa,
despliega tus alas y vuela sin prisa,
y en cada latido, siente el destello.
Eres una maravilla, sin igual ni duda alguna,
y el mundo anhela tu huella inconfundible,
siente el palpitar de tu corazón, constante,
y sé fiel a ti mismo, en tu esencia inaccesible.
