En la cocina encuentro mi pasión,
un rincón donde mi alma se alza en canción,
los ingredientes son notas en armonía,
creando platos que alegran cada día.
El cuchillo danza con destreza y arte,
cortando, picando, creando parte por parte,
sabores se entrelazan en un abrazo sincero,
creando magia en cada bocado que espero.
El fuego susurra secretos al oído,
transformando lo crudo en lo fundido,
las ollas cantan con melodía de vapor,
y aromas se elevan, un dulce clamor.
Experimento, innovo, dejo volar la mente,
mezclando sazones con amor latente,
cada plato es un lienzo en blanco a pintar,
con sabores y colores que hacen vibrar.
En cada receta pongo un trozo de mi ser,
un reflejo de sueños que anhelo hacer realidad,
pues la cocina es más que mezclar ingredientes,
es plasmar emociones, esencia de la vida en pendientes.
Mi amor por la cocina es un romance eterno,
un idilio de sabores que siento en lo más interno,
con cada sabor, con cada textura y aroma,
expreso mi amor, mi pasión en cada bocanada.
Así que en la cocina encuentro mi refugio,
donde mi amor se fusiona con cada aderezo,
cada platillo es un poema que escribo con devoción,
mi amor por la cocina, mi eterna inspiración.
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