Playas, caprichos del Océano,
Formadas por millones de bailes.
Bailes del mar, arremetiendo en las rocas,
Deshaciendo en diminutas semillas,
Las piedras, formando pepitas de oro.
Frescura y bravura del agua,
Verde-azulada como ninguna.
La arena tiene el color intenso,
Del universo siempre en movimiento.
Playas surferas por excelencia,
Desafían con su juventud y violencia,
Las más lejanas leyendas con su esencia.
Mar abierto y gran oleaje,
Preferidas por los rebeldes,
Que moráis en las rocas y los cantiles,
Playas abrigadas y protegidas,
De los peligros del mar abierto,
Islotes que aparecéis cuando el agua se retira,
Al compás del vaivén de los vientos.
Dunas, marismas y humedales,
Soportáis todos los vendavales,
Para que desde inmemoriales tiempos,
Os guardéis millones de historiales.
Fina arena de color dorado,
Que os adentráis en las calas,
Donde corazones cansados y hambrientos,
Se cobijan y protegen de los vientos.