Reflejo de juventudes,
calmoso en sus inquietudes,
fogoso en sus sentimientos,
buscador de pensamientos.
De mis cuatro primaveras
el segundo que formé
encerrado en su mutismo
alegría en su honradez.
Es como roca que sufre
las grietas que no se ven,
la dureza del granito,
que por dentro frágil es.
Mis sentimientos no quieren
ni siquiera comprender....
¡Que lo siento como el hijo
que es hombre en su niñez!..
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