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martes, 30 de agosto de 2011

Cañal en flor



Eran mares los cañales
que yo contemplaba un día
(mi barca de fantasía
bogaba sobre esos mares).

El cañal no se enguirnalda
como los mares, de espumas;
sus flores más bien son plumas
sobre espadas de esmeralda...

Los vientos-niños perversos-
bajan desde las montañas,
y se oyen entre las cañas
como deshojando versos...

Mientras el hombre es infiel,
tan buenos son los cañales,
porque teniendo puñales,
se dejan robar la miel...

Y que triste la molienda
aunque vuela por la hacienda
de la alegría el tropel,
porque destrozan entrañas
los trapiches y las cañas...
¡Vierten lagrimas de miel!


Los Potros



Ya se acercan los potros; raudamente precisa
el grupo sus contornos de estética salvaje;
entre el pálido rosa del lánguido paisaje
corren desenfrenados, a la par de la brisa.

Los potros ya se acercan: mas lo hacen tan aprisa,
que parece volaran sobre el quieto paraje;
desplázanse los cascos en fantástico viaje
atrás dejando chozas de silueta imprecisa.

Huracanadamente por los llanos nativos,
van devorando leguas los potros fugitivos,
por burlar los afanes de inútil seguimiento;

como una sombra alada pasan ante nosotros,
y los recios gañanes, en fuga tras los potros,
describen con los lazos rúbricas en el viento..



La Tórtola


¡Cucú, cucú! ¿Estás gimiendo,
tórtola del arrozal?
¡Mira que me estás haciendo
con tu cantar, mucho mal!

¡Cucú, cucú! EL caserío
se va llenando de calma,
¡y un naranjo y una palma
se están besando en el río...!

Cantarito que te llenas
con el agua del riachuelo:
¡Qué bello es mirar el cielo
bajo las tardes serenas!

Lirio del campo, morena
que hueles a leche y rosas:
¡Cómo el alma es tan dichosa
cuando la vida es serena...!

Entre sonrosadas galas
la tarde se va durmiendo.
Tórtola que está gimiendo:
¡Si eres madrigal con alas!

lunes, 29 de agosto de 2011

elemptyarbolemptydeemptyfuego



Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores".

Y a pensar a veces llego:
Si este árbol labios se hiciera...
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego...!

Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor
vistiendo de celajes...

Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía...
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía...

Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes.





La Amenaza de la Flor


Flor de las adormideras:
engáñame y no me quieras.

¡Cuánto el aroma exageras,
cuánto extremas tu arrebol,
flor que te pintas ojeras
y exhalas el alma al sol!

Flor de las adormideras.

Una se te parecía
en el rubor con que engañas,
y también porque tenía,
como tú, negras pestañas.

Flor de las adormideras.
Una se te parecía...
Y tiemblo sólo de ver
tu mano puesta en la mía:
¡Tiemblo no amanezca un día
en que te vuelvas mujer!


Habiamos nacido el uno para el otro




En realidad habíamos nacido
el uno para el otro.
Jamás tuvimos un "sí" o un "no".
Comíamos los dos de un mismo plato.
Ella leía, yo dormía.
La transfusión de ideas era magnífica.
La parentela se daba la mano los domingos.
Hacíamos intercambio de empanadas y pequeños
planes sumamente económicos; comprar maní; leer
una revista, hacer un viaje en ferrocarril.
No hay que complicarse la existencia.
Ese era el slogan favorito.
Y ya ven ustedes el resultado.
Para ponerle el broche de oro a nuestra
felicidad salíamos a dar una vuelta por el barrio.
Mostrábamos nuestros querubines.
Ella de taco bajo y yo sin corbata,
tal como si nos hubieran sacado de un cuadro.
Solo nos faltaba hablar.
El sol nos revestía de gloria y no era para menos.
La radio invadía nuestro espíritu
con esos gloriosos avisos de Juicio Final, cantados.

Siempre estábamos en comunicación:
Buenos días, ¿como está usted?
Buenas noches. Bien gracias. ¿Y su familia?
Bien. ¿Y la suya?
Pero envejecemos juntos. De eso
no hay duda. Otros tienen su propio infierno.
Acércate porque tengo frío. Estas son
las tentaciones que matan. Te conozco de memoria.
Me conoces de memoria. El tiempo cambia, antes
llovía más seguido. Nos gustaba mojarnos. Eramos
jóvenes. Léeme, por favor el pronóstico
del tiempo: el norte claro...
Buenas noches, querida. Dale cuerda
al despertador. ¿Cerraste todas las puertas
menos una? Mañana será otro día.
Mañana será otro día.
Mañana...



domingo, 28 de agosto de 2011

El Milagro Pequeño



Aquella pobre niña
que aún no tenía senos...

Y la niña lloraba:
—Yo quiero tener senos.
—Señor, haz un milagro:
un milagro pequeño.

Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos...

Y cogió dos palomas,
se las puso en el pecho...
Pero las dos palomas
levantaron el vuelo.

Y cogió dos estrellas,
se la puso en el pecho...
Las estrellas temblaron
y se apagaron luego.

Y cogió dos magnolias,
se las puso en el pecho...
Las dos magnolias blancas
deshojaron sus pétalos.

Y cogió dos panales,
se los puso en el pecho...
Y la miel y la cera
se helaron en el viento.

¡Un milagro, Señor,
un milagro pequeño!

Pero Dios no la oía,
allá arriba, tan lejos.

Y un día fue el amor;
se le entró pecho adentro
¡y se sintió florida!
Le nacieron dos senos
con pico de paloma,
con temblor de luceros,
como magnolias, blancos;
como panales, llenos.

¡Igual que dos milagros...
pequeños!






Milenario


Me vuelvo esa persona demorosa,
confusa, cuya prisa más la atrasa
cuando sale; no sabe qué le pasa.

¿Las redes o tejidos? ¡Buena cosa!
Los huertos y jardines, tanta rosa,
fruta, alfalfar, viñedo, bestias, casa;

riegos, siembras, cosechas
-labores a sus horas y en sus fechas-,
libres actos rituales suyos, míos,

constante campesino milenario
que se encarna en mis propios albedríos,
ni hosco ni demasiado solitario,

algo sociable, alguna vez parlero;
hombre que vive a gusto,
sobresaltado por el solo susto

de perder, rey feliz, el reino entero,
donde al fin otra fruta ágil madura:
sangre propia enraíza en su escritura.

.....


Se enreda en los olvidos y en las llaves.
Quizá no haya cerrado bien la puerta.
Vuelve. ¿Dio de comer a perros y aves?

Les brinda presa y grano. ¿Listo? -¡Alerta!
-llaman cuclillos de relojes viejos-.
Ni caballos ni tren, coches o naves,

obran milagros hacia los festejos
antípodas, llameantes de entusiasmo
glorioso, que se apaga a estas alturas:

ni a los postres llegaras. Como en pasmo
de amor contemplas siembras, frondas: juras
que no saldrás debido a la tardanza,

sin confesarte nunca esas ternuras,
ni el temor a perder frutas maduras:
quizá la Muerte, súbita su lanza,

allá en la misma fiesta al fin te alcanza.






El Camino

10 paisajes naturales (cada lugar incluye su nombre)

Es el mismo camino que condujo mi infancia.
Aquí está el mismo cerco, allí las zarzamoras
llenándose de polvo, allí la piedra agreste,
y un niño fantasmal que eternamente sigue.

Y el cabello camino verdea con el sauce,
cayendo en hondonada sobre el pecho.

Es el mismo camino. Allí está el horizonte
viviendo de crepúsculo, siguiendo al mismo niño.
Allí la zarzamora cubriéndose de polvo,
mientras miran los álamos testigos en el cerco.

Es el mismo crepúsculo adonde marcha el niño.
Y más allá, la historia que comienza ahora...


viernes, 26 de agosto de 2011

Ella / La misma



. me miro en el espejo
y no he dejado de ser
la misma
la que creyó en príncipes
la virgen
la que leía libros en el bus
la misma
con sus faldas cortas
y sus piernas flacas
la de la invariable rutina
de la casa al instituto
del instituto a la casa
la misma
la que medio soñó con hijos
la que pasó seis años con el
mismo novio
la que se equivocó
pensando que lo amaba
la misma
la que no miraron
cuando ella los miró
la que ahora escribe
en tanto un hombre
¿su príncipe tan esperado?
la deja la olvida la ignora
o la evade
ella/ la misma

SOLO


acompañado por los jades de la hierba
llora el ciruelo
su corazón roto.
Allá, donde nada crece,
donde la raíz es huérfana de todo,
llora el ciruelo
su corazón roto...
¡Cuanta lágrima de almíbar
en el fondo de la copa!
Igual que el hombre,
el ciruelo ahoga
en espíritus de granos
sus heridas...
Allá,
solo,
donde nada crece
en un eterno brindis por la vida




































                                                                                                                                                                                                                                              

Quédate




como se quedan las estrellas
prendidas en la nada.
Quédate
como se queda el olor
de la hierba
sobre la piel de los que aman.
Quédate
como se queda la luz
del sol
en mis pupilas.
Quédate
como me quedo yo
cuando te marchas

jueves, 25 de agosto de 2011

In memorian


Arrasados de lágrimas los ojos,
solíame decir: —Cuando me muera
no vayas presto a mi sepulcro, espera
al claro mes de los claveles rojos.

"Entonces habrá pájaros y flores
y brisas olorosas a tomillo,
y esplenderán las lápidas con brillo
de lucientes cristales de colores.

"Entonces, alfombrados de verdura
hallarás a tu paso los senderos,
y la voz de uno o dos sepultureros
entonará canciones de ternura.

"Entonces ven a mi sepulcro: llega
risueño el rostro, alborozada el alma,
como el amante que en serena calma
al dulce afán de amar feliz se entrega.

"Cuando te acerques, alzarán los lirios
su cáliz carmesí, los nomeolvides
serán mis valerosos adalides
que han de vencer tus lúgubres delirios.

"Allí leerás mi nombre entre festones
de espigas frescas y de ramas nuevas,
y sentirás que dentro el pecho llevas
frescas también tus viejas ilusiones.

"Te inundará la vida de mi tumba,
y lejos de creerme entre los muertos,
soñarás un edén tras los inciertos
límites misteriosos de ultratumba.

"Y en tu imaginación contemplativa
verás cruzar mi sombra fascinada
por ensueño inmortal, que tu llegada
espera sonriente y rediviva."







Si usted supiera...


Si usted supiera…
si acaso pudiera imaginar…
que tiemblo al caminar entre sus ojos
mientras el día comienza a despertar.
Que se encienden amapolas en mi rostro
cual rubor de una doncella en pubertad
y aletean mariposas sin decoro
arropando de dulzura la humedad…

Si usted supiera
¡si usted pudiera acaso imaginar!
el íntimo momento compartido…
el delirio de mi boca en su pulgar,
la incursión de mis labios en su ombligo
explorando el santuario de un volcán,
descendiendo por la gruta del gemido,
de la húmeda caricia hasta sentir su palpitar…

Si  supiera que despierta le camino
y le sueño cuando empiezo a dormitar.
Que me enciende, me desboca y le hago mío
una… una y mil veces ¡y siempre quiero más!

No imagina que dibujo su sonrisa,
que mis manos van rozándole al andar,
que atardece la ternura en las esquinas
cuando grito en un susurro… ¡te quiero amar!

Si usted supiera…si acaso usted pudiera imaginar…





Inventarme en el Vacío




En la balanza,
otros ojos definirán mi luz y mi tiniebla.

Mi propia nobleza fue la espada enemiga
y navegué muy solo,
sin poder elegir el arpa o el Infierno.

Qué denso es el camino de dos caras.
Si mentí, fue para inventarme en el vacío.
Si viajé sin llegar a la muerte,
fue para mí un misterio.

Vengo desde un pozo
adivinando el mundo entre la incertidumbre,
mientras un viejo siglo cruza
ante ese juez más sabio que es el tiempo.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Sin Palabras


Mil veces con palabras de dulzura
esta pasión comunicarte ansío;
mas, ¿qué palabras hallaré, bien mío,
que no haya profanado la impostura?

Penetre en ti callada mi ternura,
sin detenerse en el menor desvío,
como rayo de luna en claro río,
como aroma sutil en aura pura.

Ábreme el alma silenciosamente,
y déjame que inunde satisfecho
sus regiones, de amor y encanto llenas...

Fiel pensamiento, animaré tu mente;
afecto dulce, viviré en tu pecho;
llama suave, correré en tus venas.

MIS DESEOS


Quisiera adivinarte los antojos,
y de súbito en ellos transformarme;
ser tu sueño, y callado apoderarme
de todos tus riquísimos despojos;
aire sutil que con tus labios rojos
tuvieras que beberme y respirarme;
quisiera ser tu alma, y asomarme
a las claras ventanas de tus ojos.
Quisiera ser la música que en calma
te adula el corazón: mas si constante
mi fe consigue la escondida palma,
ni aire sutil, ni sueño penetrante,
ni música de amor, ni ser tu alma,
nada es tan dulce como ser tu amante.

La Cita


¡Es ella..! Amor sus pasos encamina...
Siento el blando rumor de su vestido...
Cual cielo por el rayo dividido,
mi espíritu de pronto se ilumina.
Mil ansias, con la dicha repentina,
se agitan en mi pecho conmovido,
cual bullen los polluelos en el nido
cuando la tierna madre se avecina.
¡Mi bien! ¡Mi amor!: ¡Por la encendida y clara
mirada de tus ojos, con anhelo
penetra el alma, de tu ser avara..!
¡Ay!, ¡ni el ángel caído más consuelo
pudiera disfrutar, si penetrara
segunda vez en la región del cielo!

martes, 23 de agosto de 2011

Nacer Hombre



Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.

Si alguna versos escribe
-“De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe”;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.

Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.

Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
ella se llama “ser débil”,
y él se apellida “ser fuerte”
porque es hombre.

Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.

¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.


Nubes y vientos


Del sol del verano Los rayos de fuego
calcinan la tierra,
Las horas transcurren y en lenta agonía
se abraza y consume la mustia pradera.

En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.

En todo el espacio que abarca la vista
ni un alma se mueve, ni un eco resuena.
¡Que paz y que tedio! solemne el paisaje
de un gran cementerio la calma remeda.

De pronto en la línea del ancho horizonte
blanquísima nube surgiendo ligera
se agranda, se extiende, y en pocos instantes
entolda la esfera.

La atmósfera ardiente palpita de gozo
y el leve murmullo de brisa indiscreta
en prados y bosques esparce el anuncio
de próxima fiesta.

La anuncian distantes Los ecos confusos
del viento que vuela;
sutil, diligente, retoza en el prado,
se lanza a la aldea.

Recorre Las calles, tropieza en Los muros,
sacude Las puertas,
y en calles y prados exclama triunfante:
¡Ya vienen! ¡Ya llegan!

Y plantas y flores sacuden el polvo
y al goce se aprestan,
y en tanto, en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.

Turbión de agua y viento que anubla el paisaje
con loco algazara chillando se acerca
y al soplo pujante se agita confusa
la vasta pradera.

Turbión de agua y viento que arrastra en sus giros
ramajes y flores, guijarros y arenas,
y en pocos instantes, sembrando el desorden,
transforma la escena.

Flexible y gozosa se entrega a su impulso
la inquieta arboleda,
y molles y sauces ensayan la danza
tendida a Los aires la gran cabellera.

Los troncos añosos, el bárbaro empuje
resisten apenas
con secos gruñidos, de bosques y prados
la suerte lamentan:

Pared piedrecillas de la árida playa,
¿sabéis, revoltosas, a dónde se os lleva?
¿queréis ver mañana cubierta de escombros
la hermosa pradera?

Las flores que al borde del fétido estanque
lucieron sencillas su blanca inocencia
¿qué harán si ese fango se agita y rebosa
de miasmas malsanos llenando la senda?

Al ave que el nido colgó de la rama
¿qué suerte le espera?
¿Qué hacéis, insensatos, trastorno y desorden
sembrando doquiera?

Y el viento, aturdido, con risa estridente
responde a sus quejas;
y en tanto en la nube que entolda el espacio
retumba la orquesta.

La danza prosigue. Mil gritos de orgía
se apagan por grados... La noche comienza...
y el campo, cubierto de fango y destrozos,
se envuelve en tinieblas.

¿Qué fue de las aves, qué fue de las flores,
qué fue de la hermosa, fecunda pradera?...
Tras noche de horrores se ve como siempre
surgir la mañana brillante y serena.

Vistiendo ropajes de frescos matices
las ramas se cubren de brotes y yemas,
el campo renace luciendo sus galas,
sus galas eternas.

Tal es ¡oh misterio! la ley de la vida
que todo renueva,
que el viento y la nube son fuerzas que a un tiempo
destruyen y crean.

Mas ¡ay! que esa aurora transcurre cual otras,
la pálida tarde de nuevo se acerca
y exhala en el fango confusos gemidos
el alma doliente de flores ya muertas.

Vosotras que, erguidas, alzáis a los cielos
la frente serena
¿sabéis por ventura lo que es la existencia?


¡Ah! triste el destino que cupo a las flores
Felices las piedras,
felices las rocas que ignoran la vida
que sienten apenas.

También cual vosotras ufanas un día
pasamos las horas forjando quimeras;
mas ahora... ¿qué somos? despojos humildes
que abonan el surco que el germen sustenta.

Brotar de la nada, sentirse inmortales,
soñar unas horas... volver a la tierra...
¡Oh ley misteriosa! continua mudanza,
¿cuál es tu grandeza?

Si el íntimo anhelo, perfume del alma
que sube a la esfera,
no alcanza otra vida; si sólo es engaño,
si sólo es quimera,
¡maldita mil veces! ¡oh madre! ¡oh Natura!
¡maldita mil veces tu vana tarea!









La Bella de los Lunares



Era tan blanca, que la juzgarías una perla que se fundía, o
estaba a punto de fundirse, con sólo nombrarla.
Pero tenía las dos mejillas –blancas como el alcanfor- puntuadas de
almizcle. ¡Encerraba toda la beldad y aun algo más!
Una vez que sus lunares se hubieron metido en mi corazón tan
hondo como yo me sé, le dije:
"¿Es que toda esa blancura representa todos tus
favores y esos puntos negros algunos de tus desdenes?"
Me contestó: "Mi padre es escribano de los reyes,
y, cuando me he acercado a él para demostrarle mi amor filial,
temió que descubriese el secreto de lo que escribía, y
sacudió la pluma, rociándome el rostro de tinta."
  
 

lunes, 22 de agosto de 2011

Yo no te pido


Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Que les queda a los jóvenes


¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.


FRENTE AL MAR


No es un cuento, ni una leyenda,
es mi propia vida, es la realidad,
sentada en mi roca, al fondo de los abismos,
oigo mi dulce canción,
las aguas rompiendo,
 uniéndose en un mismo cantar.



Contemplo todo con la misma ansiedad,
mi manto blanco sobre las rocas,
mi amo y señor, 
caminando por senderos,
todo me lleva a la dimensión 
sin igualdad.





Vuelo alto hacia el cielo,
soy gaviota volando sobre el mar,
picoteo lentamente el sabor salado de mis aguas,
cuando bajo y te rozo con mi piel.



Tu aroma, tu sabor, 
lo llevo tan dentro de mi,
que solo vivo llena de energía sobrenatural,
cuando estoy lejos de ti,
sabiendo, que a no muy tardar 
volveré a mi lugar.





Cuando volando me alejo,
solo espero y sueño,
volver a oír decir con tu sonido
mi nombre que tan bien sabes decir:
Yaiza, tu perteneces aquí!


domingo, 21 de agosto de 2011

Los Suspiros son Aire...


Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?


TU PUPILA ES AZUL


Tu pupila es azul y, cuando ríes,
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.

Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.


sábado, 20 de agosto de 2011

BON SOIR ...

Hasta mañana, sí, cuando amanezca,
y yo, después de cuarenta años
de incoherente soñar, abra y estriegue
los ojos del espíritu,
como quien ha dormido mucho, mucho,
y vaya lentamente despertando,
y, en una progresiva lucidez,
ate los cabos del ayer de mi alma
( antes de que la carne la ligara )
y del hoy prodigioso
en que habré de encontrarme, en este plano
en que ya nada es ilusión y todo
es verdad...
¡Buenas noches, amor mío,
buenas noches! Yo quedo en las tinieblas
y tú volaste hacia el amanecer...
¡Hasta mañana, amor, hasta mañana!
Porque, aun cuando el destino
acumulara lustro sobre lustro
de mi prisión por vida, son fugaces
esos lustros; sucédense los días
como rosarios, cuyas cuentas magnas
son los domingos...
Son los domingos, en que, con mis flores
voy invariablemente al cementerio
donde yacen tus formas adoradas.
¿Cuántos ramos de flores
he llevado a la tumba? No lo sé.
¿Cuántos he de llevar? Tal vez ya pocos.
¡Tal vez ya pocos! ¡Oh, que perspectiva
deliciosa!
¡Quizás el carcelero
se acerca con sus llaves resonantes
a abrir mi calabozo para siempre!
¿Es por ventura el eco de sus pasos
el que se oye, a través de la ventana,
avanzar por los quietos corredores?
¡Buenas noches, amor de mis amores!
Hasta luego, tal vez..., o hasta mañana.



Autumnal


En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el azul; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños!
¡Ah las tristezas íntimas!
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos,
las bocas inundadas de sonrisas,
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician!

En las pálidas tardes
me cuenta un hada amiga
las historias secretas
llenas de poesía;
lo que cantan los pájaros,
lo que llevan las brisas,
lo que vaga en las nieblas,
lo que sueñan las niñas.

Una vez sentí el ansia
de una sed infinita.
Dije al hada amorosa:
?Quiero en el alma mía
tener la aspiración honda, profunda,
inmensa: luz, calor, aroma, vida.
Ella me dijo: ?¡Ven!? con el acento
con que hablaría un arpa. En él había
un divino aroma de esperanza.
¡Oh sed del ideal!
Sobre la cima
de un monte, a medianoche,
me mostró las estrellas encendidas.
Era un jardín de oro
con pétalos de llama que titilan.
Exclamé: ?Más...
La aurora
vino después. La aurora sonreía,
con la luz en la frente,
como la joven tímida
que abre la reja, y la sorprenden luego
ciertas curiosas, mágicas pupilas.
Y dije: ?Más...? Sonriendo
la celeste hada amiga
prorrumpió: ?¡Y bien! ¡Las flores!
Y las flores
estaban frescas, lindas,
empapadas de olor: la rosa virgen,
la blanca margarita,
la azucena gentil y las volúbiles
que cuelgan de la rama estremecida.
Y dije: ?Más...
El viento
arrastraba rumores, ecos, risas,
murmullos misteriosos, aleteos,
músicas nunca oídas.

El hada entonces me llevó hasta el velo
que nos cubre las ansias infinitas,
la inspiración profunda
y el alma de las liras.
Y los rasgó. Allí todo era aurora.
En el fondo se vía
un bello rostro de mujer.
¡Oh; nunca,
Piérides, diréis las sacras dichas
que en el alma sintiera!
Con su vaga sonrisa:
?¿Más?... ?dijo el hada.
Y yo tenía entonces
clavadas las pupilas
en el azul; y en mis ardientes manos
se posó mi cabeza pensativa...






viernes, 19 de agosto de 2011

EN UN TROZO DE PAPEL





En un trozo de papel
con un simple lapicero
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.

Hermosas estrellas de oro.
De plata no había ninguna.
Yo quería una escalera
para subir a la Luna.

Para a subir a la Luna
y secarle sus ojitos,
no me valen los luceros,
como humildes peldañitos.

¿Será porque son dorados
en un cielo azul añil?
Sólo sé que no me sirven
para llegar hasta allí.

Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!


ESAS SON LAS MADRES




La mejor obra de Dios... tú
Cuántas veces viene a mi recuerdo
Que no permitiste jamás que la soledad fuera mi compañera.
Cuántas veces preferiste no dormir
hasta saber que estaba sano o fuera de peligro.
Cuántas veces sacrificaste tu tiempo, tu figura, tus gustos
Para derivarlos en mí.

Cuántas veces tu mirada refulgía de orgullo y de amor
Cuando de mí te referías.
Cuántas veces preferiste mil veces ser señalada por mi causa,
y me tuviste.
Cuántos años se hacen, sumando todos los momentos
Que no viviste más que para mí
Cuántas veces de una mansa paloma
Te convertiste en una loba,
defendiendo a tus cachorros aún a costa de tu vida.

Cuántas veces tuviste que afrentar
la indiferencia de tu compañero hacia ti,
Refugiándote en lo que tú sí creías completamente tuyo.
Cuántas veces esto y cuántas veces aquello
Los números nunca se han usado para contar
Los actos de servicio que has regalado a los tuyos.

¡Oh cuánto abandono, olvido e ingratitud,
Perdonas por una simple llamada, por una sonrisa, por una visita.
Las preocupaciones nunca se han acabado,
antes por los intentos de pasitos,
ahora para que no anden en malos pasos o en penas de amores.
Si embargo es una vida que bendicen,
Que no cambiarían por nada,
Y que todavía tienen fuerzas para revitalizarse en los nietos.

Han pasado muchos años y aún cuando hoy miran,
tienen fresca en su memoria cuando una manita se aferraba,
dando los primeros pasos y necesitando apoyo.
Cuántas veces ante la culpa manifiesta
Tu voz reflejaba amor y perdón.
Y ante los arrebatos esperanza, pero jamás condena, ni abandono.

Hoy y todos los días deposito un beso en tu frente,
en nombre de ese hijo que ya no está a tu lado.
Hoy y todos los días te doy un abrazo,
En nombre del hijo que tienes en otro país...

Hoy y todos los días comparto tus lágrimas por ese hijo,
que te fue arrebatado, secuestrado o robado y que jamás has sabido de él.
Hoy y todos los días bendigo, el gran privilegio
de haber venido de una simple mujer,
que se transformó en algo casi divino al ser madre,
y al haber también creado la luz.

Hoy y todos los días confieso mi asombro ante el milagro de la maternidad,
donde la mujer sacrifica salud, figura y su tranquilidad actual por ser llamada mamá!
Hoy y todos los días les digo, en nombre de los que aún balbucean un incompleto mamá.
En nombre de los que ya pueden decirlo fuerte para pedir atención,
pero no están conscientes.
En nombre del que está muy enfermo o en su lecho de muerte.

Hoy en nombre de todos te digo:
¡ te quiero mamá !




ABRACE A SUS NIÑOS





Madre, acaricie a sus niños.
Padre, abrácelos firmemente.
Permita que ellos sepan que los aman
por la mañana, al mediodía, y por la noche.

Ponga sus brazos alrededor de ellos,
sosténgalos cerca suyo,
sienta el latir de sus corazones,
la vida nueva que Usted hizo.

Ruede por el suelo con ellos,
bromee, ría y juegue,
escuche lo que tienen que decirle,
ellos tienen mucho para contarle.

Tome tiempo para conocerlos,
vea el color en sus ojos.
Aprecie a esa persona tan profunda
dentro de sus pequeñas mentiras.

Permita que corran sus dedos por sus cabellos,
doble su cabeza,
llene sus corazones con palabras de alabanza,
haga de su hogar su lugar favorito.

Abrácelos estrechamente en el sofá
y mire un programa de televisión,
cante con ellos o comparta la lectura de un libro
y ayúdelos a crecer en su mundo.

Tome un tiempo para caminar en el parque,
sosténgase de la mano,
huela las flores, alimente los patos,
construya castillos en la arena.

Madre, acaricie a sus niños,
Padre, abrácelos firmemente,
Muéstreles que ellos son un regalo,
ámelos para que se sientan bien.






jueves, 18 de agosto de 2011

APEGADO A MI




Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!

La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!

Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!


ADIOS





Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
?de llagas infectas? ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...


miércoles, 17 de agosto de 2011

ALMA DORMIDA





Me tendí sobre la hierba entre los troncos
que hoja a hoja desnudaban su belleza.
Dejé el alma que soñase:
volvería a despertar en primavera.
Nuevamente nace el mundo, nuevamente
naces, alma (estabas muerta).
Yo no sé lo que ha pasado en este tiempo:
tú dormías, esperando ser eterna.
Y por mucho que te cante la alta música
de las nubes, y por mucho que te quieran
explicar las criaturas por qué evocan
aquel tiempo negro y frío, aunque pretendas
hacer tuya tanta vida derramada
(era vida, y tú dormías), ya no llegas
a alcanzar la plenitud de su alegría:
tú dormías cuando todo estaba en vela.
Tierra nuestra, vida nuestra, tiempo nuestro...
(Alma mía, ¡quién te dijo que durmieras!)



martes, 16 de agosto de 2011

Granada




Granada, calle de Elvira, 
donde viven las manolas, 
las que se van a la Alhambra, 
las tres y las cuatro solas. 
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra, 
un corselete escocés 
con cintas hasta la cola. 

Las que van delante, garzas 
la que va detrás, paloma, 
abren por las alamedas 
muselinas misteriosas.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra! 
¿Adónde irán las manolas 
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa? 

¿Qué galanes las esperan? 
¿Bajo qué mirto reposan? 
¿Qué manos roban perfumes 
a sus dos flores redondas? 

Nadie va con ellas, nadie; 
dos garzas y una paloma. 
Pero en el mundo hay galanes 
que se tapan con las hojas. 
La catedral ha dejado 
bronces que la brisa toma; 
El Genil duerme a sus bueyes 
y el Dauro a sus mariposas. 

La noche viene cargada
con sus colinas de sombra; 
una enseña los zapatos 
entre volantes de blonda;
la mayor abre sus ojos 
y la menor los entorna. 

¿Quién serán aquellas tres 
de alto pecho y larga cola? 
¿Por qué agitan los pañuelos? 
¿Adónde irán a estas horas? 
Granada, calle de Elvira, 
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra, 
las tres y las cuatro solas.