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viernes, 8 de junio de 2012

Madīnat al-Zahrā (مدينة الزهراء)



Puerta del primer ministro.JPG 

Medina Azahara


Dos miradas se amaron en secreto
durante muchos años. Dos palabras
no dichas. Dos palabras que nadie
habrá de pronunciar. Pobres tesoros
que guardan pobres páginas. (Lo mismo
que este roto jardín, el delicado
amor de Abderrahmán.)





Lluvia




En tus ojos de lluvia
crecen pálidos árboles
de hielo
Entre sus ramas
tiembla
labrada en roca viva
la imagen de un ansioso
dios que sonríe
y mata.


Las rosas de Babilonia



No me preguntes cómo pasa el tiempo.
El caso es que ya estoy un poco sorda
y el pelo me blanquea. Sin embargo,
aún siento un no sé qué, algo muy tenue
(como un temblor de luna en un estanque),
aquí, justo en la boca del estómago,
cada vez que te miro. Qué curioso,
qué curioso, ¿verdad? Qué raro: el tiempo,
que en Babilonia destruyó las rosas,
que terminó con Júpiter y a polvo
redujo los imperios y las caras
(que todo se lo lleva por delante
como un rinoceronte enloquecido),
me parece que hoy se va a dejar
los dientes (por lo menos), en su inútil
empeño de ir borrándote esos ojos
que intactos —yo lo quiero— aquí se quedan.

jueves, 7 de junio de 2012

Amanece en la playa




Como un gigante ciego
levanta el mar sus brazos
cargados de esmeraldas
chorreantes
al cielo indiferente
Círculos
de gaviotas se agitan en el aire
piensan
sin duda huir al interior
El viento
muerde las banderolas
gira
enloquecido en torno a los cordajes
y una luna muy pálida se borra lentamente
sobre un rumor de árboles
Y yo
que voy por este largo paseo de la playa
muy cerca de la arena
con el mar
de tu pelo temible ondeando allá lejos
con
las negras gaviotas de tus ojos
venga y venga a gritar
sin otro pensamiento que irse de mi lado
con
el tono de tu voz
quemándome los tímpanos
y la pálida luna de tu frente
tan remota e impasible como la luna aquella que moría
tranquila entre las copas
de los pinos
Con un poco de bruma
por toda compañía.

Ahora



Una mujer de ojos verdes irá en estos momentos
por Tottenham Court, hacia Oxford Street.
Otra, de negra cabellera, estará ahora mismo cruzando
la Via dei Fori Imperiali, el Coliseo al fondo.
Una tercera, sale seguramente de la boca
del metro de París, justo frente a l’Etoile.
En Madrid, habrá una jovencita que ligue emocionada
mientras toma una caña en algún bar de Rosales,
cerca del templo egipcio:
¿Y tú, my rose, my rose?:
a lo mejor
miras en este instante
el mar y no comprendes
que te lo llevas todo en las pupilas.
Mientras,
yo mato el tiempo tercamente
en este cuarto gris y ante esta hoja.

martes, 5 de junio de 2012

A Paula




Un día me verás, en la distancia
de los años ya idos, como siempre
sentado en mi escritorio o dedicado
a comentarte cosas. A mi lado
también te verás tú, perenne niña
de avizorados ojos sonrientes.
Pero no seré yo, ni tu mirada
tendrá el calor de antaño: serás vieja
y, en torno a ti, otros niños de insondables
miradas jugarán y será alegre,
y habrá melancolía en tu mirada,
y el tiempo habrá borrado estos momentos
en que escribo un poema y me preguntas
¿juegas al ajedrez? —Estoy llorando
porque sé que esto es cierto y, algún día,
querrás jugar —¿con quién?— inútilmente.

Los caracoles



Poetas: caracoles del viento.
En los del mar se oye el fragor marino.
En vosotros se oye el pensamiento.

Un unísono canto levantino
son las fuerzas del bien cuando el acento
del buen amor dirige su camino.

O cuando por perífrasis su aumento
depende las luchas del destino
que da flores de luz sólo un momento.

Poetas: caracoles en un cuento
que me contó de niño un peregrino.
¡Mi corazón se muere de contento!


lunes, 4 de junio de 2012

La vejez




Mienten los que nos dicen que la vida
Es la copa dorada y engañosa
Que si de dulce néctar se rebosa
Ponzoña de dolor guarda escondida.

Que es en la juventud senda florida
Y en la vejez, pendiente que escabrosa
Va recorriendo el alma congojosa,
Sin fe, sin esperanza y desvalida.

¡Mienten! Si a la virtud sus homenajes
el corazón rindió con sus querellas
no contesta del tiempo a los ultrajes;

que tiene la vejez horas tan bellas
como tiene la tarde sus celajes,
como tiene la noche sus estrellas.



La noche del Escorial




La noche envuelve con su sombra fría
El claustro, los salones, la portada,
Y vacila la lámpara agitada
De la iglesia bóveda sombría.

Como triste presagio de agonía
Gime el viento en la lúgubre morada,
Y ondulando la yerba desecada
Vago rumor entre la noche envía.

De Felipe segundo, misterioso
Se alza el espectro del marmóreo suelo
Y vaga en el convento silencioso,

Y se le escucha en infernal desvelo
Crujiendo por el claustro pavoroso
La seda de su negro ferreruelo.


domingo, 3 de junio de 2012

Al viento



Cuando era niño, con pavor te oía
en las puertas gemir de mi aposento;
doloroso, tristísimo lamento
de misteriosos seres te creía.

Cuando era joven, tu rumor decía
frases que adivino mi pensamiento,
y cruzando después el campamento,
"Patria', tu ronca voz me repetía.

Hoy te siento azotando, en las oscuras
noches, de mi prisión las fuertes rejas;
pero hánme dicho ya mis desventuras

que eres viento, no más, cuando te quejas,
eres viento si ruges o murmuras,
viento si llegas, viento si te alejas.

Encuentro con la nieve



Nevó toda la noche y amanece
la tierra inmaculada.
Quién pudiera decir que bajo el manto
prepara su verdor la primavera.
Si la pureza existe,
qué semejante es a la nieve:
hoja blanca cedida por el mundo
para probar que nada permanence.

sábado, 2 de junio de 2012

Inmortalidad



Te amé tanto que, un día, abandonó mi alma

la cárcel de su cuerpo. Errátil, y no hallándote,

regresó a la morada que yo daba por mía.

Mas no estaba mi cuerpo donde allí lo dejara,

sino el tuyo, vastísimo, como un templo de oro.

Y no le diste asilo. Y ya no tendré muerte.



viernes, 1 de junio de 2012

Himno




¿Cómo he dilapidado tanto afán, amor mío?

¿Por qué tejí poemas en días ya lejanos

pudriendo de silencio mi voz? La insomne palia

de Penélope astuta cada vez me alejaba

más y más de lo único que importaba a mi vida.

Y cuando al fin llegaste arrasándolo todo,

verso de carne mío más hondo que el ensueño,

un himno de hermosura nos fundió para siempre

en la doble y perfecta mudez de la armonía.

NOCHE




Sobre la nieve se oye resbalar la noche

La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío

En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos

Y el viento
gime entre las alas de los pájaros

LAS OLAS MECEN EL NAVÍO MUERTO

Yo en la orilla silbando
Miro la estrella que humea entre mis dedos

jueves, 31 de mayo de 2012

EL ESPEJO DE AGUA




Mi espejo, corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.

Mi espejo, más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.

Es un estanque verde en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.

Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.

De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

TE AMO INFANCIA, TE AMO




Te amo, infancia, te amo
porque aún me guardas un césped con cabras,
tardes con cielos de cometas
y racimos de frutas en los pesados ramajes.

martes, 29 de mayo de 2012

ESCRITOS EN LA PIEDRA


En el valle que rodean montañas de la infancia
encontramos escritos en la piedra,
serpientes cinceladas, astros,
en un verano de negras termiteras.
En el silencio del tiempo vuelan los gavilanes,
cantan cigarras de tristeza
como en una apartada tarde de domingo.
Con el verano se desnudan los árboles,
se seca la tierra con sus calabazas.
Pero volverán las lluvias
y de nuevo nacerán las hojas
y los pequeños grillos de las praderas
bajo el soplo de una misteriosa nostalgia del mundo.
Y así para siempre
en torno a estos escritos en la piedra,
que recuerdan una raza antigua
y tal vez hablan de Dios.


lunes, 28 de mayo de 2012

BOSQUE DE MÚSICA



Mi ser fluye en tu música,
bosque dormido en el tiempo,
rendido a la nostalgia de los lagos del cielo.
¿cómo olvidar que soy oculta melodía
y tu adusta penumbra voz de los misterios?
He interrogado los aires que besan la sombra,
he oído en el silencio tristes fuentes perdidas,
y todo eleva mis sueños a músicas celestes.
Voy con las primaveras que te visitan de noche,
que dan vida a las flores en tus sombras azules
y me revelan el vago sufrir de tus secretos.
Tu sopor de luciérnagas es lenta astronomía
que gira en mi susurro de follaje en el viento
y alas da a los suspiros de las almas que escondes.
¿Murió aquí el cazador, al pie de las orquídeas,
el cazador nostálgico por tu magia embriagado?
Oh, bosque: tú que sabes vivir de soledades
¿adonde va en la noche el hondo suspirar?

domingo, 27 de mayo de 2012

Después de tantos años



Después de tantos años,
La lluvia te ha calado hasta los huesos
Y tú sigues en pie bajo la lluvia.

Con la esperanza, al menos
De hallar en las palabras
No tan sólo hermosura, sino ánimo,
Aunque a veces encuentres el desánimo,
Aunque a veces encuentres la tristeza.

Como el primer poema



Como el primer poema
Quebrando
El blanco de la página y la vida
Tantos años atrás,

Como el primer amor
Que por completo
Fue pasto del olvido y se mantiene
Tan sólo en un rincón de la memoria,

Como el primer amigo,
Como el primer regalo,
Como el primer encuentro
Con el rumor del mar,
Así quisiera
Volver a hallar momentos
De goce inesperado, de esa mágica luz
Que llega al corazón
Y sin remedio,
Cuando menos lo esperas, te deslumbra.

sábado, 26 de mayo de 2012

Canción de otoño en primavera




La vida
No volverá a ser sombra o paraíso,
Sino tan sólo un orden
En el que no serás feliz ni desdichado,
Acorde con los años que te quedan.

Como una biblioteca arrinconada
Cuyos últimos libros
Verás casi por alto,
Sin esperar ningún deslumbramiento.

Aunque tal vez en eso
Esté lo que tú buscas, en la paz
De la rutina y de la certidumbre
Ajena a la aventura.
Serán días monótonos
Que vayan preparando
La sorpresa final que los disuelva.

martes, 22 de mayo de 2012

Septiembre, 22




Me dices que es absurdo el universo,
que la vida carece de sentido.
Pero no es un sentido lo que busco,
cualquier explicación o una promesa,
sino el estar aquí y a la deriva:
una simple botella que en la playa
aguarda la marea.
Sí, la palabra justa es abandono:
una dulce renuncia que me nombra
señor y dueño al fin de mi camino.
Queden hoy para otros
los afanes del mundo,y que mi mundo sea
la magia de esta casa
tomada en su quietud por la penumbra,
saber que nadie llegará
a interrumpir mi tarde,
que no habrá sobresaltos,
ni voces, ni horas fijas,
porque ahora es tan sólo transcurrir
mi gran tarea.

AMANTE


Lo que yo no quiero
es darte palabras de ensueño,
ni propagar imagen con mis labios
en tu frente, ni con mi beso.
La punta de tu dedo,
con tu uña rosa, para mi gesto
tomo, y, en el aire hecho,
te la devuelvo.
De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.
Como la luna en primavera,
una ventana
nos da amarilla lumbre. Y un estrecho
latir
parece que refluye a ti de mí.
No es eso. No será. Tu sentido verdadero
me lo ha dado ya el resto,
el bonito secreto,
el graciosillo hoyuelo,
la linda comisura
y el mañanero
desperezo.





lunes, 21 de mayo de 2012

Cuadro de mujer en otoño


La distancia hacia la isla
se diluye un poco en los grises
de la noche iluminada:
es reflejo de ciudad extrema,
lleva el nombre
de un indígena amable, Seattle
le otorga cuerpo a las nubes.

La marea sube.
Pequeño es el ruido de las olas,
el lamento
de algún ganso o gaviota.

Nada más ocurre en esta playa
donde llueve lenta,
apaciblemente.
Dormidos los niños,
los pinos retienen
la mesura
de una costa otoñal
en tu mirada
hermana
mujer.

domingo, 20 de mayo de 2012

Mujer todos los días



Una madre puede hacer
todo lo que hace,
no por ser mamá
sino por ser mujer.



Mamá es una mujer como las otras:
es alegre, tiene canas, se enoja
trata de adelgazar aunque no de a de veras
está enferma
casi no se cuida

mi madre se equivoca
mi mami alguna vez ha sido injusta
lleva sus cuantos errores a la espalda
sus pecadillos por allí escondidos
o deseados

pero mami crió a sus hijos ella sola
y a tres hijos más como a sus propios hijos ella sola
mas era yo tan joven cuando madre quedó sola
que nunca pregunté cómo comimos siempre
y ahora todavía no lo sé
pero tiene que ver con la multiplicación de los pesares.

Ya que es una mujer como las otras
mi madre quiso más de alguna vez
reflorecer su amor
pero los que idolatran el estéril espejo
no entienden
el prodigio
de la transformación del oro en sueños
y si no derrotó en esta batalla
por lo menos a la rabiosa soledad
ya la tiene enjaulada como la bestia horrenda que es
por el claro milagro de los nietos.

Mi mamá nos recibe cuando estamos cansados y caídos
pero no nos convierte las espinas en flores
porque nos enseñó a quitarlas solos
y no es la más clara imagen de Dios sobre la Tierra
no alcanza requisitos para Santa
ni se parece en algo a la Virgen María

sin embargo

mamá puede reír aunque esté triste
madre puede amar aunque ella no sea retribuida
mami puede ayudar aunque ella esté también necesitada
madre puede trabajar aunque haya trabajado
hasta la madrugada/
mamá puede aguantar aunque ya no aguante más.

por eso
mamá es una mujer como las otras
una mujer, sencillamente un ser humano,
le dan derecho a serlo
sus cuidados su ternura su amor por los demás
su aguante para aguantar que ya me habría muerto
y por tanto que es esa mujer
me asombro
me inclino
me acorazo
y no sé cuánto decir
cómo la quiero.

viernes, 11 de mayo de 2012

La rosa eterna



En la mañana vacía
vestida de su alborada;
en la tarde fenecía
cual la rosa de la nada.

Estaba abierta de día,
de noche estaba cerrada;
cantaba como gemía,
sentía cuanto lloraba,

La flor del mundo ignorada,
que sólo el alma adivina,
de su tallo se alejaba
a ser la rosa divina.

Algo de mi reconozco




Algo de mí reconozco
en esa florecita blanca
algo de mí se sacude ese pájaro
revoloteando
estoy
lo sospecho
en una piedrita
de ese nido de oropéndolas
me levanto
y me convierto en árbol
me recuesto
y soy una yedra sostenida por un sauce
huelo a mí
en este palito
que destrozan mis dientes
voy en mechas de maizales
estoy amanecida como esa cañada
y soy una hoja seca
que soban los venados
algo muy mío
han transparecido esta tarde
las montañas.

martes, 8 de mayo de 2012

Era una tarde



¡Oh, mi amada! ¿te acuerdas? Esa tarde
tenía el cielo una sonrisa azul,
vestía de esmeralda la campiña
y más linda que el sol estabas tú.



Llegamos a las márgenes de un lago.
¡Eran sus aguas transparente azul!
En el lago una barca se mecía,
blanca, ligera y grácil como tú.



Entramos en la barca, abandonándonos,
sin vela y remo, a la corriente azul;
fugaces deslizáronse las horas;
no las vinos pasar ni yo ni tú.



Tendió la noche su cendal de sombras;
no tuvo el cielo una estrellita azul...
Nadie sabrá lo que te dije entonces,
Ni lo que entonces silenciaste tú...



Y al vernos regresar, Sirio en oriente
rasgó una nube con su antorcha azul...
Yo era feliz y saludé una alondra.
Tú... ¡qué pálida y triste estabas tú!

lunes, 7 de mayo de 2012

El silencio de unos ojos




Qué me dicen tus dulces ojos negros,
tan cargados de sombras, ¡oh, adorada!
que en la noche me basta su recuerdo
para llenar mi corazón de lágrimas.



Qué me dicen tus dulces ojos negros,
en su silencio lleno de palabras
tan leves, que el oído nunca advierte
cuando se adentran en mi oscura entraña...



Tal dos aves que buscan su refugio
en un agrio peñón de oculta playa,
y en su áspero nidal, en vez de cánticos
alzan al cielo súplicas calladas.

viernes, 20 de abril de 2012

Viernes


Viernes, noche maldita,
despierta mi alma escondida
encontrando a mis amigos
en reunión encendida.

Cena, copas, comensales, 
se alejan de aquel café,
se dirigen todos juntos
en un alegre tropel.

El encuentro es un lugar
con calor de gran hogar,
traspasando aquella puerta
se reparte la amistad.

Sentados estamos todos,
las copas se llenan ya,
los corazones se alegran,
se siente la noche ya.

Canciones llaman a voces
sentimientos de verdad
repartidos entre gentes
que comparten libertad.

¡Silencio! voces que cantan,
gargantas en coro van,
expresan las alegrías
de esta noche especial.

'Alcohol, melodías, poemas!
recitados con pasión,
mientras la luna corea
las notas de una canción.

Pasan las horas temiendo
se acerque el amanecer,
los sentidos ya no pueden
conversar con nitidez.

Su anfitriona nos relaja
poniéndonos un café,
que tomado sorbo a sorbo
nos calienta nuestra fe.

Fe en la convivencia culta,
fe en la ansiedad de saber,
fe en la reunión de amigos,
fe en la verdad que se ve.

Poco a poco nos marchamos,
¡nos engulle la ciudad!
¡la maldad de sus pasiones
que corrompen la amistad!.

Por eso grito y reclamo,
podernos siempre encontrar
dos amigos que derrochen...
¡cualquier viernes su amistad!.

Fernando Vidiella Castro

jueves, 19 de abril de 2012

Mi pobre poeta


Pobre poeta que siente
sus pensamientos perdidos,
solo encontrados a veces
en las sombras del olvido.

Pobre poeta que siente
su corazón malherido,
por la fuerza de encontrar
los mil sueños aún sentidos.

Pobre poeta que siente
el alma envuelta en suspiros,
recuerdos de juventud
que ha mantenido dormidos.

Pobre poeta que siente
salir de su soledad,
recorriendo los lugares
en su triste caminar.

Pobre poeta que siente
llenar con su propia sangre,
el contenido de un libro
que no ha interesado a nadie.

Pobre poeta que siente
la noche, el día, la aurora,
iluminando su mente
de sueños que  ahora añora.

Pobre poeta que siente
la luna, el anochecer,
mientras quiere recordar
el amor que vio nacer.

Pobre poeta que siente
la amargura que se fué,
dejándole sus vivencias
para que jueguen con él.

Pobre poeta que siente
la pluma sobre el papel,
trazar con ríos de tinta,
para empezar otra vez.

sentir la diosa fortuna
de no poder comprender,
las sensaciones escritas,
al plasmar su desnudez.

Piensa ... ¡que solo es poema!
reflejar su insensatez,
a través de la escritura
sentida en todo su ser.

Piensa... ¡ que si ya no siente!
nunca podrá comprender
el deseo del poeta...
¡ el sentir a través de él!.

Fernando Vidiella Castro

miércoles, 18 de abril de 2012

Chaval



Calles, penumbra,mil luces,
reflejos que el suelo da,
bordillos de alcantarilla,
faroles de oscuridad.

Solitaria está mi calle,
entreabierto está  el portal,
solo suaves melodías
salen del lejano bar.

Me refugio en mi chaqueta
pues no quiero caminar,
sintiendo sobre mi rostro
la tristeza del lugar.

Silenciosas las esquinas,
¡Sin vida está la ciudad!
sombras sobre escaparates...
¡El borracho traspiés da!.

Paso a paso, por la acera
me encuentro con un chaval,
lleva en su boca un pitillo
que se acaba de encontrar.

Me reclama que le encienda,
¡su rostro lleva ansiedad!
yo le acerco mi cerilla
iluminando su faz.

Su cara emana tristeza,
sus ropas... rotas están,
sus ojos hablan de angustia,
¡no sabe hacia donde va!

Le contemplo... le pregunto...
¿No me quiere contestar!
quiere seguir su camino
sintiendo su soledad.

Me cuenta su aciaga vida
¡que ya sus padres no están!
que vaga por la gran urbe
desde su mas tierna edad.

Le miro de arriba  abajo...
¡mas de quince no tendrá!
le comento que si quiere 
un amigo de verdad.

Luego caminamos juntos,
¡se ilumina la ciudad!
locales abren sus puertas
y nos invitan a entrar.

Churros, chocolate, bollos,
¡es poco para el chaval!
hasta un jersey de marino...
le encuentro en un bazar.

La calle llena de luces
nos saluda al pasar,
él, rebosando de vida,
yo, lleno de su amistad.

Entre el bullicio de gentes
jugamos a contemplar,
la alegría de mi calle,
la luz, sobre mi ciudad.

Mirando estoy las estrellas,
quizás ...¡ mucho mas allá!
bajo de pronto mis ojos...
¡y no me encuentro al chaval!

Mi calle sigue en penumbra,
¡una pareja se va!
de vez en cuando se paran,
se abrazan en la oscuridad.

Yo les contemplo en silencio,
¡quisiera poder hablar!
mi corazón me pregunta:
donde estará mi chaval.

Miro hacia el cielo, no encuentro,
la respuesta a mi gritar,
y lentamente me envuelve...
¡soledad en mi portal!

Fernando Vidiella Castro

jueves, 12 de abril de 2012

Silencio

Mirando estoy con tristeza
senderos de tus mil lágrimas,
cerrados tienes tus ojos
hacia el hombre que tu amas.


Rictus de amargura encuentro
en tus labios que se cierran,
quebrando con su silencio
la voz que grita y reclama.


Has perdido la alegría
que tus ojos reflejaba,
la has cambiado por tristeza
que crispa tu dulce cara.


He sentido en tu silencio
toda la angustia del alma,
no puedes ver el amor
que de mis ojos se escapa.


No puedes ver en mi ser
lo mucho que te reclama,
que olvides tristes pasados
y vivas.. ¡presente en calma!








miércoles, 11 de abril de 2012

A mi nieto Ulises



Manchas, mariposa huida,
inocencia concebida
en los juegos que mi nieto
formó el primer año de vida.


Colores emborronados
por sus manos que alucinan,
mientras sus ojos se alegran
con  pintadas atrevidas.


Asómbrate....cuando el tiempo
se esfuerce por conseguir
que tu alma.... mi esperanza,
puedan al fin conseguir....


Que este mundo ahora ingrato
te enseñe  a convivir
con lo mejor  que tu gente
quiera guardar para ti.

Fernando Vidiella Castro

martes, 10 de abril de 2012

A mi hijo Javier




Reflejo de juventudes,
calmoso en sus inquietudes,
fogoso en sus sentimientos,
buscador de pensamientos.

De mis cuatro primaveras
el segundo que formé
encerrado en su mutismo
alegría en su honradez.

Es como roca que sufre
las grietas que no se ven,
la dureza del granito,
que por dentro frágil es.

Mis sentimientos  no quieren
ni siquiera comprender....
¡Que lo siento como el hijo
que es hombre en su niñez!..

lunes, 9 de abril de 2012

A mi hija Eva




Nobleza en todo su ser,
orgullo en su padecer,
alegría en sus desgracias
¡Es ... su forma de ser!.

De mis cuatro primaveras,
la tercera que formé,
se conforma con lo poco,
me asombra su esplendidez.

La contemplo desde lejos,
gigantesca en su nobleza,
su carácter es de miel.

Es como el sol y la lluvia,
la primavera... al nacer,
la calma tras la tormenta,
¡Toda fuerza en su querer!.



domingo, 8 de abril de 2012

Joven niña



Joven niña, ya mujer,
de mis cuatro primaveras,
entre ilusiones y sueños
la cuarta que yo formé.

Mensajera de grandezas,
enorme su candidez,
recorriendo el firmamento
fugaz, como estrella es.

Con un manojo de estrellas
un día me la encontré
y al sentirla tan perdida
tres deseos formulé.

El primero, es comprenderla,
el segundo, sentirla como mujer,
y el tercero, el deseo de su padre
que viva...feliz en él.

Rincones en mi corazón


Yo se como tu te sientes
en tu pecho de mujer,
tu corazón se desangra
y no se llegar a él.


Quisiera ser dulce bálsamo,
para que entres en mi ser;
juntos curemos heridas
que sangraron una vez.


Compartamos sentimientos
que pronto quisieran ser
la fuerza que nos  trasladen
de aquí hasta la vejez.


      



martes, 13 de marzo de 2012

Mar de siempre





No volver a soñar más que en lo mismo
para tejer el hilo de los tiempos
que tal vez fueron milagrosos.
O acaso no existieron,
sino en la mente de quien los pensó.

Ese arrullo que escuchas
no es el del mar de entonces;
aquel calló con las ausencias,
o bien se hundió lejano
y se perdió en la espuma de otros mares.

No son los mismos, nunca.
Cada uno se acerca a sus orillas,
diversos todos, todos únicos
en el rozar del agua con su tierra;
y cada tierra con su mar se duerme
o al levantar el sol con él se alza.
Pero distintas, diferentes,
las tierras lejos, las de cerca,
tienen su propio mar que las arrulla
y con diverso pálpito respiran.

Como es otra la música
que en su bajar nos llega
del infinito mar de las constelaciones.

Y así vamos de mares y de orillas
al límite final que nos espera...

martes, 6 de marzo de 2012

Donde Estabas



Dónde estabas
que la vida se fue sin que te viera,
en qué resquicio sórdido del tiempo,
en qué mentira gris,
en qué apariencia.
Si volviera el verano
y una señal del viento.
Si todo fuera igual
y descubriera en la arena
alguna huella.
Dónde estabas
que la vida se fue sin que te viera.

Conquista




Te acercaste a mi playa. Era la tarde
y el otoño agrisaba las arenas.
Le pusiste tu nombre a mis orígenes
y al fin mis ojos se volvieron tierra
para aceptar la cruz de tu conquista.
Después volvió la historia a ser historia
y la playa de nuevo está desierta.


Tu y yo



El alma del que sufre es noche triste:
Toldada está por el pesar sombrío,
Y las amargas lágrimas que vierte
Son, Mirentxu, sus gotas de rocío

Halla quien nace bajo estrella amiga,
Florida primavera en su existencia,
Y hasta el cielo, propicio, le sonríe
Del eter tras la clara transparencia.

Tú de mi amante corazón conoces
El secreto, Mirentxu, doloroso:
Aunque sólo de lejos, has oído
Su gemido profundo y angustioso.

Tú no sufriste ni lloraste nunca:
Tu vida, solo ha sido una alborada
Teñida, cual las plumas de un flamenco,
Por una luz dulcísima y rosada.

El fuego del amor que por tí siento,
Voraz, inextinguible, ya ha tornado
En cenizas las flores de mi alma.
¡La lava del volcán invadió el prado!

Tus amores de niña sólo fueron
Blandos gorjeos de canoras aves,
Brisas del sentimiento, juguetonas,
de las flores del alma, aromas suaves.

Tú, en el romance de la vida mía,
De mi existencia en la novela triste,
Hasta hoy llenaste el doloroso cuadro,
Hasta hoy, Mirentxu, la heroína fuiste.

Yo pasé por el cielo de tu vida
Como una nube que arrebata el viento,
Sin dejar un recuerdo en tu memoria,
Sin despertar en tu alma un sentimiento.

Tú eres el agua que me roza el labio,
La fruta que el sentido me enajena,
Y un Tántalo yo soy que en vano agito
Los anillos de mi áspera cadena.

Yo soy, Mirentxu, a tus divinos ojos,
Estrellas de brillantes resplandores,
Más bien que tu amador, un jardinero
De quien recibes con desdén las flores.

Tú eres la inconmovible y desdeñosa,
Aunque gentil y bella castellana;
Yo, el trovador que canta al pie del muro
Sin que se abra a su acento tu ventana.

Tu eres el astro que en el cielo gira
Derramando su lumbre refulgente:
Yo, el satélite humilde, condenado
A seguir ese giro eternamente.

Tu eres la llama que la brisa leve
Hace ondular, apenas, cariñosa;
Yo, la víctima triste de ese fuego,
la pobre, enamorada mariposa.

Tú, las aguas tranquila de tu vida
Survarás dando el lino al blando viento,
Como el céfiro corre entre las flores,
Como cruza la luna el firmamento.

Yo, el desierto, Mirentxu, de la mía
Recorreré infelice peregrino,
Mojando con el llanto de mis ojos
Las espinas y piedras del camino.

Yo, en ese largo, fatigoso viaje,
En mi alma llevaré tu imagen bella.
Tú... ¡ ni tan solo pedirás al cielo
Un rayo de luz para mi huella!

viernes, 2 de marzo de 2012

Cantares


Cuando yo tomo la pluma
Y saco a luz mi cuaderno,
Hagan de cuenta que agarro
Mi guitarra por el cuello

Para ver si soy poeta
Fíjate, niña, tan solo
En que lloro cuando canto
Y que canto cuando lloro.

Yo mojo en llanto mi pluma;
¡Sarcasmo de hado funesto
Que siendo mi alma tan blanca
Me ha de servir de tintero!

En tu casa me aborrecen
Sin más que porque te quiero:
Es decir que si te odiara
Me querrían con extremo.

Dicen que soy horroroso:
Por la lisonja, mil gracias:
Mirá tu mi corazón
Y prescinde de mi cara

La cicatrices del rostro
Poco me importan, o nada;
las que me importan, y mucho,
Son las que tengo en el alma.

Se me figuran que son
Tus lindos ojos, morena,
Dos legunas de azabache
En que la luna rïela.

¿Qué tienen, niña, tus labios,
Que cada vez que los miro
Siento, con sorpresa grande,
Que se me estiran los míos?

Mira: ---si fuera pastor
Y si tú, pastora fueras.
Me parece que andarían
Mezcladas nuestras ovejas.

Cuando te veo cavilo
En el contraste tremendo
Que hace tu vestido blanco
Con tu corazón tan negro.

Es tu ventana un altar,
Una deidad tu persona,
Mi amor un ardiente culto,
--- ¿Podré contar con La Gloria?

Me enviaste un día una cruz
Y desde entonces me digo: ---
¿Significa esto Fe
O querrá decir Martirio?

Ella vino en un pañuelo
De Cambray de hilo bordado;
¡Ay, Mirentxu! ¡Cuántas veces
Enjuagué con el mi llanto!

Cuanto sufre el amor



¡Cuánto sufre el amor
en los rincones!
hay días que se oculta
igual que un perro enfermo

duerme como
un reptil
sobre el mosaico

aquel amor murmullo
que nos guiaba cierto
entre la bruma

el mismo amor que se acurruca ahora
desorientado
sobre este desaliño de hojas secas

al que acaricias
su pálido pelaje
para eso
para que no se muera
así de solo