por Tottenham Court, hacia Oxford Street.
Otra, de negra cabellera, estará ahora mismo cruzando
la Via dei Fori Imperiali, el Coliseo al fondo.
Una tercera, sale seguramente de la boca
del metro de París, justo frente a l’Etoile.
En Madrid, habrá una jovencita que ligue emocionada
mientras toma una caña en algún bar de Rosales,
cerca del templo egipcio:
¿Y tú, my rose, my rose?:
a lo mejor
miras en este instante
el mar y no comprendes
que te lo llevas todo en las pupilas.
Mientras,
yo mato el tiempo tercamente
en este cuarto gris y ante esta hoja.