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miércoles, 13 de marzo de 2013

El botín




Soy una ladrona.
Robo
una chispa de tus ojos,
un roce apenas
o algún gesto de tu duende.

Huyo después.
El botín ruboriza
mis manos.


lunes, 4 de marzo de 2013

Insomnio

No puedo dormir



Vive las noches
estrujando entre las manos
el silencio umbroso de los solos.

Altera su vigilia la incógnita lejana
del rugir de la calle.

¿Son los mismos pobladores del día
los que tremolan?
¿O son los lémures crepitantes
de la noche?

Con los ojos cerrados
imagina cuerpos sin rostro,
venganzas sin sentido,
incongruencias,
en medio de una ordalía
de misterios.

Cuerpos sin rostro imagina
espíritus sin concierto tal vez,
sin armonías.

El solitario insomne
desespera por sueños, que liberen
esa extraña compañía
de lentos pájaros oscuros,
en su ir y venir,
desde el estrépito,
allá lejos.



martes, 19 de febrero de 2013

El chucho




Por el camino polvoso,
al mediodía,
al medio del camino,
con la cola escondida
y la oreja tímida.

Por el camino desolado,
enclenque, descolorido,
con dos ojos pintados sobre los ojos...
Atemorizado,
enjiotado,
ahuesado de hambre, pasa...

No lo llames;
huirá despavorido.
Creerá que es pieda
el pan en tu mano.
Está escaldado,
apedreado,
molido a puntapiés
por los truhanes y borrachos
de los pueblos;
apaleado
por la placera
y las puyas largas
de los carreteros bribones.

Chuchito bueno,
chuchito triste,
afligido,
chuchito mío sin dueño:
ésta es la montaña,
no temas,
la isla en el mar del cielo,
no temas,
la tierra de arboledas y de trinos,
de místicas cigarras
encendidas en llama sonora,
votiva,
ante el altar del infinito...

Éste es el mundo -nomasito...;
tierra de desiertos caminos
y niños cantureros
que juegan con piedritas
y semillas, por los matorrales;
tierra de las lluvias lejanas
y los ranchos tranquilos.
No temas
'Amarillo',
'Canijo', 'Cujinicuil'
como te llames,...si te llamas...
Quédate en algún rincón
de cocina,
oyendo moler,
oliento el humo del horno,
masticando la tortilla tiesa,
Chuchito peregrino
del miedo supino;
ánges de la suprema desdicha
que todo has aguantado y sufrido:
quédate un rato, al menos,
a la sombra del tamarindo,
royendo el hueso del mediodía...
Deja ya de temer,
deja ya de huir,
ten valor
de resistir
la mano de amor
que quiere peinarte dulcemente
la cabeza afiebrada.
Aprende a cerrar los ojos
adormeciéndote,
confiado al fin...

Como se te da el agua del charco
quiero darte mi cariño.





martes, 12 de febrero de 2013

Retrato de niño



En este retrato
hay un niño mirándome con ojos grandes;
este niño soy yo
y hay una fecha: 1906.

Es la primera vez que me miré atentamente.
Por supuesto que yo hubiera querido
que ese niño hubiera sido más serio,
con esa mano más serena,
con esa sonrisa más fotográfica.

Esta retrospección no remedia, empero,
lo que el fotógrafo, el cumpleaños,
mi mamá, yo y hasta tal vez la fisiología
dimos por resultado en 1906.


lunes, 11 de febrero de 2013

Ojos verdes



Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
¡estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!

Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
¡glorificad mi penar!
¡No me desoléis así!
¡Tened compasión de mí!
¡Ojos verdes como el mar!

Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una sola vez,
ojos color de esperanza.

Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.




miércoles, 6 de febrero de 2013

Novia de la tierra




Mirarte solo en mi ansiedad espero,
solo a mirarte en mi ansiedad aspiro,
y más me muero cuanto más te miro,
y más te miro cuanto más me muero.

El tiempo, pasa por demás ligero,
lloro su raudo, turbulento giro,
y más te quiero cuanto más suspiro,
y más suspiro cuanto más te quiero.

Deja a tu talle encadenar mi brazo,
y, al blando son con que nos brinda el remo,
la mar surquemos en estrecho lazo.

Ni temo al viento ni a las ondas temo,
que más me quemo cuanto más te abrazo,
y más te abrazo cuanto más me quemo


lunes, 7 de enero de 2013

Manos



Manos que son seráficos señuelos
para ceñir las almas con cadenas;
manos finas, y suaves, y morenas,
que provocan fantásticos anhelos.

Manos que son retazos de los cielos,
por el azul procero de las venas,
como alas de arcángel, siempre llenas
de la gracia de Dios en los hoyuelos.

Manos donde el milagro se presiente
de verlas transformadas en estrellas
cuando se abren sus dedos blandamente;

Manos encantadoras y tan bellas
como para pasarse eternamente
acariciando el corazón con ellas.


jueves, 20 de diciembre de 2012

LA CIGARRA



Canta tu estrofa, cálida cigarra,
y baile al son de tu cantar la mosca,
que ya la sierpe en el zarzal se enrosca
y lacia extiende su verdor la parra.

Desde la yedra que a la vid se agarra
y en su cortina espléndida te embosca,
recuerda el caño de la fuente tosca
y el fresco muro de la limpia jarra.

No consientan tus élitros fatiga,
canta del campo el productivo costo,
ebria de sol y del trabajo amiga.

Canta y excita al inflamado agosto
a dar el grano de la rubia espiga
y el chorro turbio del ardiente mosto.


martes, 11 de diciembre de 2012

MÍSTICA




Si en tus jardines, cuando yo muera,
cuando yo muera, brota una flor;
si en un celaje ves un lucero,
ves un lucero que nadie vio;
y llega una ave que te murmura,
que te murmura con dulce voz,
abriendo el pico sobre tus labios,
lo que en un tiempo te dije yo:
aquel celaje y el ave aquella,
y aquel lucero y aquella flor
serán mi vida, que ha transformado,
que ha transformado la ley de Dios.

Serán mis fibras con otro aspecto,
ala y corola y ascua y vapor;
mis pensamientos transfigurados,
perfume y éter y arrullo y sol.
Soy un cadáver ¿cuándo me entierran?
Soy un viajero ¿cuándo me voy?
Soy una larva que se transforma
¿cuándo se cumple la ley de Dios
y soy entonces, mi blanca niña,
celaje y ave, lucero y flor?