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domingo, 16 de octubre de 2011

TU RIO Y MI MAR



Bañada mi silueta por la luna  
Bajo el cielo estrellado
Con mi mente y cuerpo separado
Mi alma y mi corazón a tu lado
Yo esperare tu sonrisa
Como la noche espera al día
Para verla amanecer  cada mañana
Sentir  su calor sentirla  mía
Sentir  su suavidad  su sabor natural
Saber que siempre será mi guía
Tu sonrisa  mezcla de tierra y aire
Sonrisa con el corazón  forjada
De cielo azul y  mar brava
De caricias dulces y palabras  largas
Sonrisa llena de vida y esperanza
Sonrisa de libertad y amor  labrada
Y hacia dentro se pierde tu sonrisa
Hacia dentro se borra y se deshace
Hacia tu alma me lleva
Y de tu alma me trae
Mundo de armonía y calma
Silencio, paz,  ….    cuando tu me llamas
Tu sonrisa entre mis labios arde
Tu corazón me dice corre, corre …
Mi amor no llegues tarde
Y busca dentro de mí.. 
Lo que para ser feliz  te falte
Que será suficiente equipaje
Llenarse, tú de mi y yo de ti
Para  comenzar nuestro viaje ……..
Caminando cuando, el eje del   planeta
Se vence hacia el solsticio de verano
Cierto  el camino, amanecer cercano
Hacia una vida de amor, completa ………..



TE DEVUELVO



Te devuelvo tu risa
de mujer alocada y bella
que se comía el mundo
porque estaba enamorada

te  devuelvo la vista
de aquellos ojos soñadores
que veían un futuro
lleno de emociones
de amor puro
y nuevas sensaciones

Te devuelvo los besos
de aquellos labios ansiosos
que esperan cada día
su dar tan sigiloso

te devuelvo las caricias
de aquellas manos pequeñas
que acariciaban mi  cuerpo
en busca de sentirme dentro

Te devuelvo la prisa
de aquellos pies que volaban
ansiosos, presurosos
por llegar a nuestra morada

te devuelvo tu  vida
que tú me ayudaste a conquistarte
te devuelvo, tu risa
tus besos, tus miradas
tus caricias, y mis sueños
porque tu .. mi niña
lo necesitas
y yo … yo ya he tenido bastante
no quiero quedarme con nada
para que nada pueda frenarte
ese ha sido siempre mi sino
el encontrar a personas
cruzarme en su camino
pero nunca…
nunca……… tener su mismo destino ……


E.P.L.


sábado, 15 de octubre de 2011

HE SOÑADO


Yo he soñado contigo en otro mundo,

Yo he vivido contigo en otra vida

Y el vuelo de tu alma estremecida

Lo he contemplado con mi mirar profundo ……..



De donde viene ese fervor, meditabundo

A donde va mi adoración sentida

Si no del fondo de tu misma  vida

Y hacia las cimas de tu propio  mundo



Yo he esperado sin prisa tu llegada;

Con secreta esperanza te he buscado

Y ahora que mi sueño te ha  encontrado

Aire fresco me parece tu mirada.



Ah el misterio de hallarse en tu  morada,

Con todo el corazón  transfigurado
Y un nuevo amanecer de esperanza.



E.P.L.





SOMOS UNO



….. Mirare por la ventana del futuro

Tu destino y el mío, en la calma

Veré que clase de caminos nos aguardan

Si seguirán juntos, si se separan

Cae la lluvia

Que madura la tierra y la alimenta

Con su noble cadencia acompasada

Sentir el goce pleno del instante

Nacer cada mañana

Acabarse y resurgir a cada vuelta

Con la tranquila sencillez del alba

Morder la fruta tu piel de manzana

Desojar el rosal de la esperanza

Sentir sobre mi pecho

El peso de tu cuerpo, el calor de tu mirada

Con la medida de cada afecto exacta

Tener siempre a punto en mis labios

Una nueva poesía y recitarla

Que no haya hueco alguno

Entre tu corazón y el mío

Sentir mi niña  que tú y yo somos  ….uno

E.P.L.


QUIERO SER


Quiero ser en tu vida, algo más que un instante,
algo más que una sombra y algo más que un afán.
Quiero ser en ti misma una huella imborrable
y un recuerdo constante y una sola verdad. 

Palpitar en tus rezos con temor a abandono.
Ser en todo y por todo complemento de ti
Una sed infinita de caricias y besos,
pero no una costumbre de estar cerca de mí.
Quiero ser en tu vida, una pena de ausencia
y un dolor de distancia y una eterna amistad.
Algo mas que una imagen y algo mas que el sueño
que venciendo caminos llega, pasa y se va...
Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa,
ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz
 la tierra y el cielo...  la vida y la muerte.
Ser igual  en mi vida que has venido a ser tú...


E.P.L.

Al dorso de un retrato


Mira el retrato...
¡Fíjate bien!:
en lo que tengo tras la sien
hay arrebato.
Y la sonrisa
que por el rostro pasea,
como enfermiza,
es pena fea.

¿No has observado
esta nariz?
Es un rarísimo desliz...
¡Vaya pecado!

En la garganta
ya casi pura
cantando canta
mi sepultura.

No he de ocultarte que por la frente
anda cautivo
un ser ausente,
peor que vivo.

Mira mi boca
-¿será de hada, será de bruja?-:
me la he cosido con una aguja;
herida antigua que se sofoca.
Jardín de rasos elementales,
ya no es un vino;
y aunque le corto ala y camino
tiene una furia, sufre unos males...

Aquí en el pecho
inútilmente, no sin razón,
loco, maltrecho,
mi corazón
el tiempo olvida;
por una estrella lo cambia todo,
y muy a su modo
hace la vida.

Estas orejas
guardan secretos interesantes,
músicas viejas,
voces de antes.

Lo que me pierde
y me aniquila
es la pupila
trágica, verde:
jade en que huyo,
mito en desgracia,
hoja de acacia,
luz de cocuyo.

A maravilla
el mármol finge
de alguna estatua, de alguna esfinge
esta mejilla;
y sin embargo
es suave y dulce como una pera
y sólo espera
un beso largo.

¿Y mi cabello?
Pobre tesoro,
pájaro bello,
lluvia de oro,
sube que sube
se enreda siempre con una nube.

Soy algo boba,
soy algo miope.
(Uno me daña y otro me roba);
pero ando en sueños siempre a galope.

¿Ves este cuello?
Pues se me enfría...
Lleva la muerte como un destello
de poesía.

Vida absoluta.
Hay cierta monja que nunca azoro,
hay cierta puta
aquí en mi carne. Con ambas lloro.

Cuando mañana se vuelva ayer
no haré del polvo un parentesco:
¡en el retrato siempre parezco
una mujer!









Poema en forma de mujer





Ese amor que cada mañana canta
y silba, temeroso, matutino, inútil
(también silba)
bajo las húmedas tejas de los más solitarios corazones
-¡Ave María Purísima!-

y rosas son, o escudos, o pajaritas recién paridas,
te aseguro que escupe, amoroso
(también escupe)
en ese pozo en el que la mirada se sobresalta.
Sabes por donde voy:

tan temeroso
tan tarde ya
(también tan sin objeto).
Y amargas o semiamargas voces que todos oyen
llenos de sentimiento,

no han de ser suficientes para convertirme en ese dichoso,
caracol al que renuncio
(también atentamente).
Un ojo por insignia,
un torpe labio,

y ese pez que navega nuestra sangre.
Los signos de oprobio nacen dulces
(también llenos de luz)
y gentiles.
Eran
-me horroriza decirlo-
muchos los años que volqué en la mar
(también como las venas de tu garganta, teñida de un tímido color).

Eran
-¿por qué me lo preguntas?-

dos las delgadas piernas que devoré.
Quisiera peinar fecundos ríos en la barba
(también acariciarlos)
e inmensas cataratas de lágrimas
sin sosiego,

desearía, lleno de ardor, acunar allí mismo donde nadie se atreve a
levantar la vista.
Un muerto es un concreto
(también se ríe)
pensamiento que hace señas al aire.
La mariposa,

aquella mariposa ruin que se nutría de las más privadas
sensaciones,
vuela y revuela sobre los altos campanarios
(también hollados campanarios)
aún sin saber,
como no sabe nadie,

que ese amor que cada día grita
y gime, temeroso, matutino, inútil
(también gime)
bajo las tibias tejas de los corazones,
es un amor digno de toda lástima.



  



Escucha y atiende mis palabras




¡Escucha y atiende mis palabras,
pues ésta es la actitud de los nobles!
Sabréis que fui hecha cautiva,
yo que era hija de un rey de las Banu´Abbad,
un gran rey en una época ya lejana,
pues el tiempo conduce siempre a la ruina.
Cuando Dios quiso separarnos
y nos hizo probar el sabor de la tristeza,
se alzó la hipocresía contra mi padre en su reino
y la separación, que nadie quería, se hizo presente.
Salí huyendo y se apoderó de mí un hombre
que no fue justo en sus actos, pues me vendió como esclava,
aunque a alguien que de todo me protege
excepto de la adversidad
y quiere casarme con un hijo suyo,
casto, adornado de las bellas cualidades de los nobles
y que ha ido a ti a pedirte si estás de acuerdo:
ya ves que actuó correctamente.
Ojalá, padre mío,
me hags conocer si esperar puedo mi amor,
y ojala Rumaykiyya, la real, con su favor,
pida para nosotros la felicidad y la dicha.




viernes, 14 de octubre de 2011

Poesía



Primero tracé un círculo,
hice crecer un árbol,
puse un nido en su copa,
más arriba una nube:
hice brotar el agua,
apenas un arroyo,
para que árbol y nube
y pájaro bebieran.

El árbol, es fatal,
se propagó en un bosque,
y los pájaros pronto
volaron en bandadas:
la nube se hizo inmensa,
se hizo la tempestad,
y el arroyo en un río
se desbordó de súbito.

Y en medio de la selva
yo tracé una cabaña,
y una mujer adentro
para sentirla mía:
la choza se hizo pueblo,
pronto, una gran ciudad,
en la que busco a ciegas,
a la joven perdida.




A media voz...


La lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
está el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego




Tú debes ser el hombre




Más allá de la vida


quiero decírtelo...
Luis Cernuda


tú debes ser el hombre arrebatado a la noche
por quien el fuego de la aurora
se enciende en los ocasos

tú debes ser el hombre encadenado al día
por quien la sombra de los pasos
se pierde en los rincones

tú debes ser el hombre que da nombre al destino
por quien renace el día
por quien muere la noche



jueves, 13 de octubre de 2011

Juramento


Júrame
que ahogaremos
"las furias y las penas"

que enterraremos
las palabras ofensivas

que resurgiremos
si un día tocamos fondo

porque
somos la crónica de mil batallas
libradas hombro a hombro
donde la antítesis de nuestra muerte
nos hace renacer eternamente

júrame
que lucharemos
y en la victoria se izará nuestra bandera

júramelo



Casa de niebla




Era una casa de niebla
ahí en la cima de la nada
con sus muros de basalto
y al dintel la madrugada

cuántos placeres nos daba
reír con la luna blanca
jugando a las escondidas
con las horas que danzaban

era una casa de niebla
ahí en la cima y en la nada

casa niña de inocencia
jugando con sus hermanas



Sueño en fuga



Soñé que me soñabas,
que tu voz como estela de naufragios
amanecía en mi aliento.

Que era mío el silencio
de cada madrugada cómplice
en tus párpados cerrados,
el secreto
que rindes a tu almohada,
el pensamiento
que traicionas en mis brazos.

De ese sueño sin fin
ya no despiertes:
que el alba nos encuentre suspendidos,
sin voz, sin figura, sin recuerdos,
habitantes
de un sueño en fuga
hacia su propia muerte.


miércoles, 12 de octubre de 2011

Puntual como la lluvia





Puntual como la lluvia es el silencio
con que tus ojos observan mis recuerdos.
Nada puedo decir, nada es ya mío
de las antiguas costumbres que los días
dilapidaron sin ti en algún pasado.

Eres el tiempo del trigo y la vendimia,
eres el verde y el oro del verano.

Ya a mis sentidos los tuyos encadenan;
beben mis labios las gotas de esta lluvia
que extiende dulcemente tu memoria
en las oscuras horas que no te conocieron.


Paisaje

Fotografías de árboles en  todas las estaciones del año III

Acariciando lenta su reposo,
la mirada se abre en el paisaje
creado por la suma de los tonos
que se miran y no se reconocen.

Recoge el espesor de cada nube
y la frágil sombra
levemente instalada por su paso.

Serena y suspendida,
la luz va convocando lo que toca.

Las piedras incontadas
los árboles sin dueño
la tierra desnuda y sin noticia
de su nombre y los días
que recorren el paisaje
infinito, invisible, imaginario.

Inhabitado y sin voz
desaparece cuando se lo olvida
y todos sus tonos se entregan a la noche.



Música


En cuál de mis acordes
he de empezar la fragua de tu nombre,
del canto que apenas comenzado
se olvida de su origen y sorprende
su propio ser en las evoluciones
de una pasión en perfectas notaciones.

Cómo he de ser testigo de tu paso
si apareces apenas en el aire
tu milagro tenaz y sucesivo
y al darte toda al fin desapareces
perdiéndote en el tiempo que te vierte.

Líquida y feliz entre mis manos
escapas del sueño en que naciste,
fluyes continua y leve hacia la forma
inalterable y fugaz de la memoria.



Cristales


Oculta en su prisión de sombras,
labra la luz
su sueño
de constancia en los cristales.


I

El granate
es un ejercicio de sangre derramada
en el profundo mármol
de tu cuello

El granate y su memoria de opulencia
son, en la enramada de tus venas,
la herida luminosa de la tierra
que se mira surgir,
de nuevo líquida,
en tu pecho.


II


El zafiro
habla el idioma
de las profundidades
solo el zafiro sabe
lo imposible
de su azul en la sombra adormecido.

Tal vez la noche
que el zafiro esconde
oculta
en sus reflejos
el mar
que en sus cristales
detenido
avanza.


III


Arde el ópalo
en sus cavernas de fuego,
de tiempo suspendido,
de líquidos cielos improbables.

Finge la luz,
el agua,
el mediodía,
un lento azul de insomnio
y el verde que no alcanzaron los jardines.

Yo no sé
los pensamientos
que sus colores cautivan y condensan,
pero me entrego al desvelo
a la sed
de imaginarlos.



  





martes, 11 de octubre de 2011

Al filo de la luz




A filo de la luz
siempre hacia adentro
debajo del torrente subterráneo
en el espejo cedido por la claridad
fundirse con los sueños
abandonar el día
y en el último latido
viajar perderlo todo
dejar hasta la sombra
mirar las playas sumergidas
las rocas certezas inauditas
a la orilla del mar que nos espera
y volver
con minerales tesoros en las manos
la mirada presa en los prodigios
a iluminar el aire del deseo
en la mañana abierta y nueva.



lunes, 10 de octubre de 2011

Todo respira amor...





Todo respira amor: la mariposa
se sacia de perfumes y de luz;
ebrios de aromas los insectos vuelan
vacilantes, temblando en el azul.
Las ramas de los árboles se besan…
¡Qué más himno, Señor, que el mes de abril!
¡Hasta en la charca resplandece el cielo
y hasta en el fango inmundo ama el reptil!
Cuando los cielos y la tierra brillan
rebosando de músicas y amor,
siento un dolor tan grande como el mundo:
¡Tengo celos de toda la creación!



Adiós tristeza




  Quiero que estrenes esta noche
la risa te regale en tu cumpleaños

-vamos-

suelta el lazo rojo
abre la caja de cristal
con fieltro al fondo

toma la risa y úntala en tu boca

yo sonaré
el manojo de llaves
agitaré el vaso
con monedas
de a centavo

vestiré las líneas de tu mano

enroscaré en mi cuello
tus huellas digitales

será una noche larga
y ancha como el río San Juan

al final como sorpresa
me abriré el corazón

para ahogar
en sangre
tu tristeza.




Mas sobre mi perro





Kafu se parece tanto a mí que
cuando muera tendré que disecarlo

para que lo entierren a mi lado
si es que muere antes que yo

tiene mas o menos mi edad
pisa la zona fronteriza que

separa la adultez de la vejez
como poeta que se cree

es un glotón de la belleza
eso lo distingue del resto

de los animales con cola
y hay que ver como la mueve

-en eso si me gana-

cuando regreso de algún viaje
hace gala de su ritmo

y a pesar de ser inglés se contonea
como el mejor costeño

es tan goloso que no queda satisfecho
con el orden de las estaciones

si llueve llora
si hace calor tiembla de rabia

las puestas de sol y
las auroras boreales

solo consiguen aumentar
su adicción a la hermosura

así es mi amigo siempre
tomando por asalto

el lugar que supone merecer:
la silla frente al escritorio donde escribo.



viernes, 7 de octubre de 2011

Concurso de belleza



Se requiere mujer hermosa;
senos mirando al cielo de por lo menos
dieciocho pulgadas cada uno
torneando suavemente una
cintura tierna que las manos
puedan abarcar dentro de veinte pulgadas
más abajo treinta y seis esta vez
sobre la pelvis
todo será canjeado por un viaje alrededor
del mundo automóvil último modelo
maridos eventuales presentaciones en TV
anuncios publicitarios
y el mejor maquillaje a prueba de agua
que se conozca.


La única mujer




La única mujer que puede ser
es la que sabe que el sol para su vida empieza ahora

la que no derrama lágrimas sino dardos para
sembrar la alambrada de su territorio

la que no comete ruegos
la que opina y levanta su cabeza y agita su cuerpo
y es tierna sin vergüenza y dura sin odios

la que desaprende el alfabeto de la sumisión
y camina erguida

la que no le teme a la soledad porque siempre ha estado sola
la que deja pasar los alaridos grotescos de la violencia

y la ejecuta con gracia
la que se libera en el amor pleno
la que ama

la única mujer que puede ser la única
es la que dolorida y limpia decide por sí misma
salir de su prehistoria.




Tiempo

1


Porque el tiempo se mide, no se cuenta,
su luz a la distancia sobrevive,
el aire pierde espacio en la tormenta
y en el suelo extraño se percibe.

Porque el tiempo, se goza, no se cuenta
la secreta aventura que se vive,
burlas del horror y sed nos alimenta
y en alta noche amor su mano escribe.

Cuando en los ojos de la infancia advierto
el color sin colores de la vida
que al agua de los años diluye,

busca mi sed el agua que no ha muerto,
que aquí en la soledad de su guarida
el alma se hace, el cuerpo se destruye.




jueves, 6 de octubre de 2011

Castidad (Poema arabigoandaluz)





Aunque estaba pronta a entregarse, me abstuve de
ella, y no obedecí la tentación que me ofrecía Satán.
Apareció sin velo en la noche, y las tinieblas nocturnas,
iluminadas por su rostro, también levantaron aquella vez sus velos.
No había mirada suya en la que no hubiera incentivos
que revolucionaban los corazones.
Mas di fuerzas al precepto divino que condena la
lujuria sobre las arrancadas caprichosas del corcel de mi pasión, para que mi
instinto no se resbalase contra la castidad.
Y, así, pasé con ella la noche como el pequeño camello
sediento al que el bozal impide mamar.
Tal, un vergel, donde para uno como yo no hay otro
provecho que el ver y el oler.
Que no soy yo como las bestias abandonadas que
toman los jardines como pasto.


Gloria Fuertes que estás en los cielos





Gloria Fuertes que estás en los cielos
Con el Dios del anciano del parque,
con el Dios que tejiste en tus versos...
Con el dios que te hizo payaso
Gloria Fuertes que estás en los cielos...

Gloria Fuertes que estás en los niños
En los hombres y mujeres del pueblo.
Gloria Fuertes que un mes de noviembre
Te escapaste sin boli y cuaderno.
Gloria Fuertes que estás donde Philips
Donde Chelo, Asunción y otros muertos
Gloria Fuertes que ya sabes todo
Lo que pasa después del silencio

Gloria Fuertes que estás en mi vida
Te has llevado un buen trozo del pecho.
Gloria Fuertes que estás donde sea..
No me basta la voz del recuerdo...
Yo te quiero en tu casa y tus cosas
Con un whisky un pitillo y un verso.


El pan y la sal...



De una casa a otra se enviaban saludos,
las cintas de humo azul de los hogares
y, con las filtraciones de las primeras luces,
algunas nubes lentas.

Entre una casa y otra los silencios
eran ruidos de platos,
una flor esmaltada en unas tazas, el murmullo
de las copas de vidrio.

Desde hace algunos años
es un pueblo vacío,
uno de esos lugares que ya no necesita del crepúsculo.

Los muros de las casas
se han ido acostumbrando
al desfallecimiento, a los rigores
de las viejas moreras, de las parras silvestres.
En medio de las plazas,
al final de las calles, las sombras de las cosas
permanecen inmóviles,
nos hablan desde fuera del tiempo.

Ahora el cielo está quieto como un campo sin nada,
como el hombre sentado que lo mira.

Como el que en la maleza
busca aún las canciones perdidas de los niños,
algunas nubes lentas para la intimidad,
para el regreso.


martes, 4 de octubre de 2011

Los caminos después de la lluvia



Desde que era muy niño, saltaba de alegría
cuando la fresca lluvia de los cielos caía.


Chorros de los tejados, vuestro rumor tenía
el divino silencio de la melancolía.


Los niños con las manos tapaban sus oídos,
y oyendo con asombro los profundos sonidos


del corazón, que suena como si fuera el mar,
sentían un deseo supremo de llorar.


Y como por la lluvia, todo era interumpido,
se bañaban las cosas en un color de olvido.


Y vagaban las mentes en un ocio divino,
muy propicio a los cuentos de Simbad el Marino.


Las lluvias de mi tierra me enseñaron lecciones...
con Alí Babá, pasan los cuarenta ladrones.


Y cantaban mis sueños en la noche lluviosa:
Lámpara de Aladino, lámpara milagrosa!


Y al caer de la lluvia, la criada más antigua
desgranaba sus cuentos en una forma ambigua.


Otro de los milagros que en la lluvia yo canto
es que, al caer sus linfas, se pone un nuevo manto


mi ciudad, que al lavarse... yo pienso en una de esas
austeras e impecables ciudades holandesas:


una ciudad lavada, sin polvo, nuevecita,
donde reza el aseo de su plegaria bendita...


Son todos los caminos como flor de aventura
para el dulce Quijote de la Triste Figura.



  



Argos




Los caseros no atienden a sus ojos,
pero detrás de sus negras pestañas
oculta una tristeza tan redonda
que apenas le permite la mirada.
Por eso algunas veces con la cola,
cuando escucha el sigilo de las vacas,
dibuja sobre el barro en que reposa
retazos de impotencia y de desgana.
Y poco a poco el giro de las moscas
que rondan sobre él noche y mañana,
le han dado un parecido con las cosas
que a la muerte se pudren olvidadas.
Su hocico respingón ya tiene forma
del aullido más último del alma,
y de aquella nariz de caracola
tan única en los rastros de la caza,
cuelga la transparencia de una gota
que ya no puede secarse con la pata.
Y aunque sigue esperando, de su boca
sale de vez en cuando esa palabra
con que expresan los perros su derrota;
y lloriquea y cae y se levanta...


lunes, 3 de octubre de 2011

Prioridades



Ahí estás, toda sola,
abandonada
a tu pobre armazón,
a tu mentida hechura.
De nada vale decir
aquí estoy yo,
gobierno y mando,
si al pasar por Castilla
y ver el sol crujiendo tras
los olmos,
uno no sabe dar gracias a Machado.

De nada sirve
montar revoluciones, modernizar
las leyes,
si al entrar en Moguer y abrir sus muros
blancos,
uno no escucha, como un geranio púrpura,
la voz en los balcones de Juan Ramón
Jiménez.

Muy poco importa
marcharse tan de prisa a tantas partes
a todas a ninguna,
sin pararse una vez, y al coger nuevo
aliento y mirar el camino,
sentir sobre la piel: Palabras
para Julia.

Sin duda alguna,
España no va bien, como el resto
del mundo y el fondo de la vida.
Necesitamos agua, pan, un poco
de esperanza. Y poesía.

Acción de gracias




Me ha costado mis años
llegar a escribir
soy
siento.
Estoy aquí y percibo
la grandeza del día,
su dimensión azul,
mi transparencia.
Se lo debo a los nombres
que tanto me llamaron.
Se lo debo a la infancia
y a su fosforescencia.
Se lo debo a los árboles
que crecieron conmigo.
Y a los versos que un hombre,
pastor en Orihuela,
dejó sobre la vida,
llegaron a mis manos,
giraron en mis ojos,
filtraron en mi voz.
Y, corazón arriba,
reconocimos juntos
la belleza.


Frente al espejo


Ya lo ves, no estás
como eras entonces...
Por todo lo cual, a veces
te ves andando, a veces
soñando, tal vez
sonriendo cuando alguien
te pide contestar
a vacías preguntas.

Todavía
no llega
la palabra
que caiga clara sobre tus sentidos.
No llega
no aparece
la voz que amas,
la voz que hace tanto tiempo estás esperando.

Habrá que continuar,
y que seguir viviendo,
cocinando sin hambre,
trabajando sin fe,
continuar siendo
como un árbol en otoño
que pide a gritos le cubran de hojas
el esqueleto de sus ramas.



  



domingo, 2 de octubre de 2011

La dictadura





La dictadura
no fue un error, tiene apellidos,
como colas de rata o lagartija,
y su elenco de honor para asesinos
los regocija todavía y dura
indefinidamente; no fue un malentendido
sino la voluntad de pasar una lija
de hierro por encima de los niños.



Ciudadano




No sé de dónde viene mi costumbre
de agravarme a las siete de la tarde.
Quizá sólo por ser un transeúnte
sin bigote o pañuelo, sin zapato ni amante.

No sé para qué vivo y por qué muero,
si ha tiempo me dijeron las gitanas
que tendré vida cara con un final de perros:
o sea que no pienso morir como Dios manda.

Conozco bien las piedras de andar, la vista gacha;
recojo los cigarros que pueblan las cunetas
agradeciendo todo en mis andanzas
de oscuros pies de barro y de madera.

Si yo fuera un cantor como soñaba,
me iría por el mundo cantando mis desdichas
para vivir del canto mío y que me escucharan
los que sueñan con una risa limpia.

Pero no tengo voz, ni pañuelo, ni amante;
no sé por qué me vuelvo amigo de los perros
cuando soy un transeúnte de la tarde
sin saber por qué vivo y por qué muero.



Primavera



Hoy pienso en el amor, siento la Vida
Bullendo en torno a mí. En cada arbusto
revelase, palpita enardecida
con lascivias y mimos de querida
y yo la miro así triste y adusto.

Las magnolias entreábrense incitantes
Con senos desnudos
En que ponen luciolas palpitantes,
Con raudos vuelos
Y fugaces nudos,
Sus collares nocturnos de diamantes.

En la mórbida tez de los jazmines
columpiase el moscón con peto con oro
y un pájaro canoro,
oculto en el verdor de los jardines,
tañe su flauta de cristal sonoro.

En un añoso tronco que supura
su látex mate como cera vieja,
labra su miel oscura
el blondo reino de una rubia abeja.

De un árbol milenario hasta a una rama,
de una pareja de bayás que se ama,
cuelga el hermoso nido,
cual canasto de bodas

Pasan volando claras mariposas,
Como fuga de rosas.
Se ve, al tiempo que el ave curruquea
un idilio rastrero de escarabajo;
se juntan los de arriba y los de abajo.

Es la vida que crece
En el amor abyecto
Y en el amor que sube;
En el rápido acoplo del insecto
Y en el alzado ensueño de la nube.

Y pienso en el amor. Cruje el follaje
y murmura mil cosas a mi oído
como la fimbria del fular de un traje;
voy cerrando los ojos, adormido,
con la modorra de un deliquio ardiente
y un rostro de mujer que se destaca
sobre fondo de gris... mientras la hamaca
oscila lentamente.



  




Mi abuela





Es de noche. En la sala silenciosa
flota un alma ancestral y cariñosa:
es la noble figura de mi abuela,
que benigna me ve desde su tela;
retrato al óleo en pálidos colores
que me habla de años idos y mejores.

Sobre el fondo monótono y oscuro,
en la orgullosa vetustez del muro,
destacase con garbo y gentileza...
los dedos largos, finos, inquietantes,
cuajados de sortijas de diamantes;
breve y recta nariz, labios sensuales,
grandes ojos dormidos y orientales
con ojeras; indómitas guedejas
crespas pestañas y sutiles cejas;
en la manta magnifica del pelo,
tan negra como el negro terciopelo,
que en su opulencia majestad oscura
hace mas negra la lilial blancura
alto el moño y en él bucles lucientes
cual fantástico nudo de serpientes,
y hendiendo su masa suave y prieta
la gloria de carey de una peineta.